El delantero francés Antoine Griezman, quien hace dos años se consagró campeón del mundo con el seleccionado de su país en el Mundial de Rusia 2018, atraviesa su peor momento en el Barcelona, donde es suplente y casi no es tenido en cuenta por el entrenador Enrique Setién, resaltó hoy la prensa española.
En ese contexto, luego del empate de ayer entre el Barcelona y el Atlético Madrid (2-2), partido en el cual el DT Setién incluyó a Griezmann recién en el minuto 90, el entrenador argentino del equipo madrileño, Diego Simeone, quien lo tuvo como figura hasta mediados de 2019, expresó ante la consulta de la prensa sobre la situación del galo un lacónico “sin palabras...”.
Esa declaración Simeone, de muy buena relación con el delantero francés, tuvo gran repercusión y más aún cuando luego de expresarla se retiró de la conferencia de prensa en una muestra de que “muchas veces decir poco es decir mucho”, señaló el periódico deportivo Marca.
La situación del francés se potencia mucho más al tomar en cuenta que cada fecha que se desarrolla en la Liga más se aleja el Barcelona de un título que parece quedará en manos de su máximo rival, el Real Madrid, que si hoy gana le sacará cuatro puntos de ventaja a falta de cinco fechas para el fin del torneo.
Las caras largas, los gestos de fastidio y el desplante del astro argentino Lionel Messi al colaborador de Setién, Eder Sarabia, generó un mal clima en el conjunto catalán, que reanudó la Liga con un nivel muy pobre.
La situación se hace más densa cuando Theo, hermano de Antoine, utilizó Twitter para escribir algunos mensajes en los instantes finales del partido. ?Me dan ganas de llorar, en serio?, decía el primero y al que acompañaba otro con un simple ?2 minutos??.
Los tres mensajes fueron borrados a los pocos instantes pero como suele pasar en estos casos los internautas habían capturado imágenes de las publicaciones.
No obstante, Setién se justificó por haber puesto al francés casi con el partido terminado y dijo: “Es un jugador importante, es cierto, pero las circunstancias me obligaron a hacerlo.
Podría haber tomado otra decisión, no citarlo por ejemplo, pero siempre esperas que un jugador como él pueda hacer una jugada única que te permita ganar el partido”.
La prensa española está muy atenta a la realidad de un Barcelona que comienza a a observar el derrumbe de un sueño de campeón y un Griezmann que de seguir Setién, difícilmente continué en Cataluña.
