A través de un comunicado, recientemente se confirmó el traspaso de la mendocina Anela Nigito al Valencia CF Femenino B, procedente del CSU Bakersfield, de la DI Women´s Soccer de Estados Unidos.
Nigito tiene 20 años y será su segunda experiencia internacional, tras haber surgido en las inferiores de Independiente Rivadavia y haber emigrado al fútbol universitario de los Estados Unidos. Se desempeña como defensora y ya formó parte de diversas convocatorias a los seleccionados de Argentina Sub-17, Sub-20 y Mayor. Entre agosto y septiembre del año pasado, participó Mundial Sub-20 celebrado en Colombia.
A decir de los especialistas, “es una talentosa futbolista que defiende bien los duelos, técnicamente notable, con buena lectura de juego, domina ambas piernas y tiene capacidad para seguir mejorando”. Su carta de presentación, sin dudas.
-¿Cómo se dio todo este pase?
-Mi llegada al Valencia fue un proceso emocionante. Después de decidir que quería dar un paso adelante en mi carrera, le entregué mi currículum y video deportivo a mi representante, Martín Irusta, quien se puso manos a la obra al instante. Nunca imaginamos que el Valencia sería nuestra primera oportunidad. Desde el primer momento el club mostró un interés enorme en mí, increíble predisposición y se aseguraron de que me sintiera cómoda para demostrar mi juego. Finalmente, Martín me confirmó la noticia y fue un momento de muchísima emoción.
-¿Qué sabes de tu nuevo club?
-Del Valencia sabía que es un club con muchísima historia, tradición en el fútbol europeo y una hinchada apasionada. Además, siempre ha sido conocido por su capacidad de formar talentos y su competitividad en todas las categorías. También conozco la historia de los argentinos que han pasado por el club y dejaron su marca, jugadores impecables. Sé que estar acá implica una gran responsabilidad, es un sueño hecho realidad.
-¿En qué momento de tu carrera te encuentra este desafío?
-Este desafío llega en un momento muy especial de mi carrera. Después de haber pasado por el fútbol universitario en Estados Unidos y de haber tenido experiencias internacionales con la Selección Argentina, siento que estoy lista para dar este salto al fútbol europeo. Es un punto donde combino la experiencia que fui adquiriendo con el hambre de seguir creciendo y mejorando. Estoy en una etapa de madurez, pero también con muchísimo por aprender, y sé que este paso me va a ayudar a consolidarme como jugadora.
-¿Qué recuerdos tenés de tus comienzos en la Lepra?
-Mis comienzos en la Lepra están llenos de recuerdos hermosos. Fue mi primer hogar futbolístico durante 6 años, donde aprendí los valores que me acompañan hasta hoy: el trabajo duro, la humildad y el amor por el fútbol. Siempre voy a estar agradecida con los entrenadores, mis compañeras y todos los que me apoyaron en ese momento. Es un lugar que marcó mis bases y al que siempre voy a llevar conmigo.
-¿Cómo vivís este salto de calidad?
-Con muchísima ilusión y compromiso. Sé que el fútbol europeo tiene un nivel altísimo y que cada entrenamiento y cada partido es un desafío grande, pero eso es justamente lo que me motiva. Lo vivo como una oportunidad de crecimiento, tanto en lo futbolístico como en lo personal. Quiero aprovechar al máximo esta experiencia, aprender del cuerpo técnico y de mis compañeras, y demostrar que estoy a la altura de este reto. Es un salto que soñé durante mucho tiempo y, ahora que estoy acá, quiero dar lo mejor de mí.
-¿Hablaste ya con Naser Kayani, el entrenador del equipo? ¿Qué te pidió?
-Sí, ya tuve la oportunidad de hablar con el entrenador. Me transmitió mucha confianza y también me señaló aspectos específicos para trabajar y adaptarme rápido al sistema del equipo. Lo que más me gustó fue la claridad con la que me habló sobre lo que espera de mí y el proyecto que hay en el club. Eso me dio muchas más ganas de dar lo mejor en esta nueva etapa.
-Si tuvieras que elegir un momento bisagra de tu carrera como futbolista, ¿cuál sería?
-Sin duda, mi debut con la Selección Mayor fue un antes y un después en mi carrera. Fue el sueño de toda mi vida y me dio la confianza para seguir apuntando alto. También elegiría mi etapa en el fútbol universitario en Estados Unidos, porque ahí aprendí a manejarme en un entorno súper profesional y a superar desafíos dentro y fuera de la cancha. Ambos momentos marcaron mi camino y me prepararon para estar donde estoy hoy.