Fue una final de ensueño. Con todos los condimentos necesarios para recordarla por años. El estadio, el ambiente, las lesiones, lo cambiante que fue el trámite. En ese marco, Andes Talleres “A” se quedó con el el título del Torneo Clausura de Primera División de Fefusa, tras vencer en la definición por penales al Jockey “A” (3 a 2), luego de haber empatado 2 a 2 en el tiempo reglamentario y 1 a 1 en el suplementario.
Lo arrancó ganando el principal equipo del Burrero con un gol de Nicolás Páez y parecía tenerlo controlado, hasta pudo estirar varias veces las diferencias con las contras que dispuso y no supo sacarles provecho. Talleres, por su lado, encontró el empate en el momento justo y así se fueron al descanso con todo abierto. Cuando el partido entraba en una meseta y nos llevaba al alargue, una corrida de Facundo Tejada le permitió poner al Matador arriba del score. El equipo de Pablo Stharinger había llegado, para ese momento, y jugaba al límite de una falta que le abriera la puerta a Jockey. El Burrero se fue a buscar ese tanto que le permitiera ampliar su crédito y lo consiguió a falta de muy pocos segundos para el final, con un disparo de Nico Páez, que la puso abajo pegada al segundo palo. Un lugar al que Fedederico Pérez no pudo llegar, quien además, vio como la pelota pasó entre varias piernas hasta tocar el fondo de la red.
Talleres había perdido en esos minutos a Matías Ghiotti por un golpe en la nariz y a Lautaro Rodríguez producto a un problema en el empeine de su pie derecho, pero “Lauti” pidió volver a la cancha y en una de sus primeras intervenciones puso el 3 a 2 para los de Stahringer. El festejo iba viajando de la tribuna Oeste a la Este casi sin escalas, en un Aconcagua Arenas que mostró un aceptable marco de público para las definiciones.
Posteriormente, en una arremetida de Martín Cusa, su centro fue conectado por “Tuti” Colombi para volver a empardar el marcador y no hubo otro camino que llevar las cosas a los penales. Allí, Pérez que ya le había tapado un tiro castigo a Jonathan Gallegos, volvió a detener el disparo del hombre del Jockey. Hasta ese momento todos habían convertido y la responsabilidad quedó en los pies de Gonzalo Aveiro, quien no perdonó y desató el festejo azulgrana, institución que de esta manera se tomaba una especia de revancha por el traspié que había sufrido en el torneo.
Jockey, por su parte, demostró que su categoría está intacta. Fue sin dudas el mejor del año llegando a las cuatro finales de los torneos que se disputaron. Un plantel con jugadores de enorme talento, mucha experiencia y, sobretodo, amor propio.
Los demás campeones de Primera. En la maratónica jornada, Junín le ganó el ascenso a Sanidad, en lo que fue otro partido con desarrollo muy parejo y el cual se definió en el alargue. El conjunto del Este provincial, de esta manera, vuelve a la Primera División A tras solamente una temporada después de haber perdido la categoría en Promoción.
Por la Primera División C, en tanto, la Universidad “Juan Agustín Maza” dio vuelta un resultado adverso en el primer tiempo, frente a San Pablo, y se quedó con un ansiado boleto para disputar la próxima campaña en la segunda categoría de Fefusa. Fue 4 a 3 en un encuentro en el que los lujaninos habían dominado el primer tiempo, pero los universitarios fueron una tromba en el inicio de la segunda etapa.
Mientras que en la D, Sindicato Maipú también tuvo que recurrir a los penales para superar a su similar de Guaymallén “B” (equipo que terminó el torneo sin conocer la derrota) y consiguió el ascenso en su primera temporada en la categoría. Los maipucinos se unieron a los torneos locales en agosto. Tuvieron además al gran goleador del Torneo Clausura, Matías Calderón, quien hizo 55 goles.
Competencias de las chicas. Previamente a las finales masculinas, se jugaron dos definiciones femeninas. Ambas de la categoría F20. En Plata, Maipú le ganó a Independiente Rivadavia, quedándose así con su segundo trofeo consecutivo en la categoría, mientras que Cementista (campeón Nacional de la categoría) ratificó sus pergaminos y venció a Guaymallén para coronarse bicampeón. Un equipo en el que hay mucho futuro, aunque algunas de sus jugadoras ya forman parte de una brillante realidad.