La pasión por Independiente Rivadavia no conoce de límites, ni de kilómetros y así fue que Gabriel Valdez, Lea Aguirre, “Negro” Páez, Nico Jaime y Román Páez llegaron hasta Córdoba para alentar a su Lepra querida.
La coincidencia se dio en el Patio Olmos y fueron fáciles de reconocer, ya que los cinco andaban uniformados con camisetas, pantalones y gorros de Independiente Rivadavia.
Viajar de Mendoza a Córdoba en las condiciones que estaba nuestra provincia porel tema de la nafta no era fácil, pero ellos llegaron: “Metimos casi 8 horas de viaje, por suerte sin problemas con la nafta porque cargamos en Villa Dolores y llegamos sin problema a Córdoba”.
En cuanto al partido, ya se lo imaginan: “El partido será complicado, pero estamos bien para ganarlo”, mientras se saludan con otros leprosos que estaban paseando por el mismo lugar.
También opinaron sobre la citación de Alex Arce a la Selección de Paraguay y la ausencia de Matías Reali para esta final: “Está perfecto que hayan convocado a Arce a la Selección de Paraguay, si con Matías Reali son lo mejor que tenemos. Se va a sentir la ausencia de Reali porque es desequilibrante y es uno de los que asiste a Arce”.
Sobre la cantidad de leprosos que se encontraron en la ruta, Gabi aseguró que en el Kempes serán mayoría: “En la ruta venían varios leprosos, estoy seguro que vamos a ser más que ellos (Almirante Brown)”.
El amor de los 25 mil “leprosos” que dijeron presente en Córdoba
La historia la escriben los que pueden estar en el momento justo en el lugar indicado y por eso ningún hincha de Independiente Rivadavia se quiso perder esta final histórica ante Almirante Brown por el ascenso a la Liga Profesional.
Miles de leprosos coparon la inmediaciones del Mario Alberto Kempes y entre cantos, asados y bebidas espirituosas, le dieron el color el aroma a final al partido.
Familias y amigos que viajaron las casi 8 horas que hay de distancia entre Mendoza y Córdoba, sorteando la falta de combustible, se mostraron esperanzados “nos encontramos a las 20 festejando”, decía Jorge junto a su mailia que habían armado una especie de carpa en el estacionamiento del estadio.
“El hincha de Independiente está loco, mirá lo que es esto... ya le avisé a mi esposa que las nenas mañana no van a la escuela”, avisó Sebastián que consiguió entradas el sábado.
“Llegamos ayer, viajamos toda la familia, tranquilos y ahora estamos haciendo la previa” contó Carla, Mercedes y la pequeña Morela que se estaban probando gorritos para combatir el calor que acompaña la jornada.
Locura, pasión, amor... todo eso envuelve este presente de Independiente Rivadavia que saldrá a jugar a la cancha con el aliento de 25 mil leprosos que quieren ser de Primera.