Abraham Buonarrigo, uno de los embajadores mendocinos en los Juegos Panamericanos: “Voy a jugarme todo por la medalla dorada”

El boxeador mendocino está viviendo uno de sus grandes sueños junto a la Selección Argentina. Hoy, hace su debut a las 13.30, en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile.

Abraham Buonarrigo, uno de los embajadores mendocinos en los Juegos Panamericanos: “Voy a jugarme todo por la medalla dorada”
El boxeador mendocino, Abraham "Turco" Buonarrigo este año se sumó al equipo olímpico de boxeo y sueña con subirse a lo más alto del podio en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile.

Abraham “El Turco” Buonarrigo, sigue siendo una de las grandes promesas del boxeo mendocino. Un mediano que va al frente, que es fajador y ha demostrado que tiene pasta de campeón, pero que le falta pulir ese temperamento que a veces le ha jugado algún revés.

El Turco, este año, hizo un impasse entre sus objetivos como profesional; se calzó la Celeste y Blanca y se armó del sueño olímpico, tras un llamado para integrar la Selección Argentina, que está disputando los Juegos Panamericanos de Santiago 2023. Torneo que otorga plazas para París 2024.

En noviembre del año pasado, Buonarrigo perdió frente al invicto Paul Silyagin, en la ciudad rusa de Ekaterinburg.
En noviembre del año pasado, Buonarrigo perdió frente al invicto Paul Silyagin, en la ciudad rusa de Ekaterinburg.

Hoy, desde las 13.30, el Turco hará su debut donde enfrentará a Desmond Amsterdam (Guyana) en la división hasta 80 kg.

Buonarrigo, que tuvo un pasado fugaz en la Selección Argentina, buscará empezar a transitar su sueño olímpico con un triunfo.

“Estar en la Selección es algo increíble, porque no boxeas por la plata, sino por el honor, por la camiseta, por una medalla. Estoy feliz de estar aquí”, dice el Turco, desde el otro lado del teléfono.

Pablo Chacón, su actual entrenador, fue quien lo empujó al púgil nacido en el Lihué a sumarse a. equipo olímpico: “Para mí la Selección era pasado, contó el Turco y agregó, “Me llamó Fabricio (Nievas) y en un principio le dije que no, que la etapa de la Selección ya había pasado para mí, que le diera la oportunidad a otro pibe más joven”, explicó.

Pablo, el consejero: La experiencia de Pablo, en este tipo de competencias internacionales amateurs, sin dudas pesaron a la hora del consejo, teniendo en cuenta que el lasherino, es el último medallista olímpico que tiene el país, en boxeo. “Pablo me motivó, me convenció también un poco y que si iba, seguramente iba a ganar. El sabe de todo esto. Fue medallista olímpico, conoce lo que son los Juegos Panamericanos, me dijo: “Loco, tenés que ir. ¡No sabés lo que es vivir un Juego Panamericano! Es algo inolvidable, más allá de los resultados, la experiencia”. Además, todos saben que soy muy creyente y que pienso que si Dios me ha puesto esto en el camino, es por algo y, es quien tiene la última palabra para mí”, comentó Buonarrigo.

Postergó contratos: El Turco estaba por firmar una serie de contratos para combatir en Europa como profesional, pero a la hora de las evaluaciones pesó el sueño olímpico.

“Puse en la balanza lo bueno y lo malo y me empujó mucho más lo bueno y acá estoy. Y al pasar los días, los entrenamientos, ir a Colombia esos 23 días allá fueron maravillosos. Si tengo que pagar una preparación de ese nivel, tengo que trabajar toda mi vida. Estuve entrenando con los mejores del continente. Tengo de entrenadores a Omar Narvaes, a Víctor Castro, a Fabricio Nieva y a Pocho Arrieta, técnicos que tienen mucha experiencia. De cada uno trato de captar lo mejor, lo que más me sirve y así transformarme en un boxeador con mucha más experiencia, más experimentado, con más herramientas”.

Abraham Buonarrigo es uno de los boxeadores más carismáticos de la provincia, es aguerrido y de mano muy pesada, virtudes que lo han llevado a ser fondista en muchas veladas profesionales y, que han permitido combatir en Europa en un par de ocasiones.

El Turco a esta altura de su vida no esperaba estar metido en el boxeo amateur nuevamente. “En la Selección estuve en algún momento, nunca fui titular, pero me dije, ya está para mí la Selección. Me llamó Fabricio, para un campo de entrenamiento. Le dije que no, que tenía otros planes en mi cabeza. Prefiero dejarle el lugar a otro chico. Quiero formar una familia con mi mujer, ser campeón del mundo y ganar plata. Lo que siempre he pensado del boxeo profesional, que te lleva a eso, tratar de tener una mejor vida, un porvenir... después, hablé con Pablo y… acá estamos (risas). Estoy muy feliz, muy contento. Lo estoy disfrutando mucho a este momento. Todo esto es impresionante y lo lindo que se siente. Cuando me dieron la ropa de la Selección, ¡ No sabés lo lindo que fue eso ese momento!. Se me encrespaba la piel, mientras me daban la ropa. ¡Me dio una emoción!”, exclamó el excampeón Sudamericano supermediano.

Expectativas superadas: “Es hermoso esto que estoy viviendo con la Selección Argentina, estoy muy agradecido con Dios, con la vida. Estoy feliz. Estoy disfrutando todos los días como nunca, como nunca he disfrutado nada, porque esto es único. Soy un bendecido por estar acá, porque sé que muchos quisieran estar aquí, por eso estoy aprovechando un montón y le estoy sacando el jugo (se ríe).

Algo muy positivo: “Por ejemplo, sufro cada vez que me ponen un zurdo enfrente y ahora ya no tanto. Todos los días entreno algo referido a los zurdos, todos los días, ya sea en la escuela, en la sombra, en el guanteo, en la manopla, en la bolsa, siempre. El 90% de los boxeadores olímpicos son zurdos, en todas las categorías chicas, grandes, damas y varones. Eso también ha hecho que crezca mucho mi confianza”.

El sueño del Turco: Para estos Panamericanos es dorado y tiene como pasaporte a Paris 2024. “Voy por la medalla de oro. Voy a jugarme todo por el oro. Me veo ganando la de oro”, sentenció.

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