Ya sea por maduración, confianza del entrenador o un cambio de mentalidad, lo cierto es que Ezequiel Eduardo Bullaude parece haber encontrado su lugar en el campo de juego. La sentencia se sustenta en los datos numéricos, pero también en su nivel de participación de los ataques tombinos. Partido a partido, la “Flaca” -como le llaman sus compañeros- se asemeja más a aquel jugador que descolló en las inferiores de la humilde Asociación Atlética Eva Perón antes de recalar en el Tombita y en la Reserva de AFA, donde le sacó brillo a sus enormes condiciones futbolísticas.
Por eso, no extrañó que Diego Dabove lo hiciera debutar en Primera División el 20 de octubre de 2018 en un triunfo 2-0 ante Aldosivi de Mar del Plata en el Malvinas Argentinas. En esa Superliga 2018/19 alcanzó a jugar apenas 168 minutos y fue titular únicamente en el empate 2-2 ante Banfield en el Florencio Sola, cuando Lucas Bernardi dirigía al equipo.
Fue justamente bajo la dirección técnica del actual manager de Newell’s que Bullaude hizo su presentación a nivel internacional cuando el Tomba disputó su última Copa Libertadores 2019. Con 576 minutos (7 de 8 partidos como titular) fue uno de los futbolistas que más tiempo estuvo en cancha detrás de Tomás Cardona y Juan Andrada. Además, metió una perfecta asistencia para el primero de los dos goles del inolvidable “Morro” García en el 2-2 frente a Palmeiras, en la ida de los octavos de final, jugado en Mendoza.
La Superliga 2019/20 fue poco fructífera para la “Flaca”. Apenas disputó dos partidos de 23 como titular y, producto de algunas lesiones, no logró consolidarse en un traumático proceso que tuvo a Sciacqua, Patalano y Oldrá como entrenadores. Y aunque tuvo un poco más de participación en el corto ciclo de Diego Martínez (fue titular 4 veces), tampoco logró afincarse en el once habitual que disputó la Copa Maradona 2020.
Bastó que Sebastián Ariel Méndez comenzara su segunda etapa al frente de la institución para que Ezequiel Bullaude cambiara el “chip”. Desde el primer partido, cuando jugó de acompañante de Badaloni en Mar del Plata y tuvo su bautismo de fuego en la red rival, se sintió importante. Luego vinieron otros tres: a Platense y Arsenal, en la Liga Profesional, y a Boca Unidos en la Copa Argentina.
Su golazo (definición de primera, con cara interna del pie derecho, tras un centro de Elías López) del lunes pasado ante Rosario Central sirvió para saber que lo anterior no fue producto de la casualidad, sino de la causalidad. “Me siento bien, cómodo. Ahora llegó más al área, genero situaciones y por suerte las estoy convirtiendo”, cuenta Ezequiel Bullaude. Y sí, anda con el arco rival abierto de par en par.
El dato
773 minutos jugados en la era Méndez. Desde febrero hasta la fecha, Bullaude fue titular 9 veces, en tres ocasiones ingresó como relevo y en otras tres oportunidades lo vio desde el banco. Convirtió cinco goles.
