Está claro que si mencionamos el nombre de Gustavo Ripke, lo más probable es que pase de desapercibido y no genere nada. ¿Pero si les decimos que este ex jugador de Colón de Santa Fe dio la vuelta olímpica en México 1986 junto a Diego Maradona y la Copa del Mundo cambiaría el sentimiento?
Se cumplen 34 años de que la Selección Argentina logró su última copa del mundo en México de la mano de un Maradona brillante y con la estrategia de Carlos Salvador Bilardo y acompañados por un plantel de gladiadores que nos dieron nuestra segunda gran alegría en el fútbol.
Pero lejos de quedarnos con la rememoración de la copa del mundo, contaremos una historia que no muchos conocen, la de Gustavo Ripke.
Este santafecino jugó en Boca, se destacó en Colón y pasó por varios clubes de ascenso entre 1967 y 1975 hasta que se retiró por una fractura de tibia y peroné. Pero lo particular de su historia es que en el Estadio Azteca fue parte de los que dieron la vuelta olímpica y hasta tocó la Copa del Mundo.
El mismo Ripke se encargó de contarlo:
“Yo tuve una fractura de tibia y peroné, la cual me impidió seguir jugando al fútbol. Lo consideré la mayor frustración de mi vida, pero haber dado la vuelta llevando la Copa del Mundo junto al más grande, me compensó; la vida y el fútbol no me deben nada.
Como recordarán el resultado del partido fue muy cambiante. Cuando hizo el gol Burruchaga, pensé en saltar al campo de juego y hacerme pasar por un jugador, porque tenía puesta camiseta, pantalón y medias de la Selección, pero logré controlarme.
Eso sí, cuando Arpi hizo sonar el silbato, atravesé las plateas, salté un foso de 3 metros de ancho y comencé a correr. Incluso salté unos pupitres de periodistas que estaban detrás del arco de Pumpido, para abrazar al Diego.
Mi sueño se cumplió cuando pude llevar la Copa en forma conjunta con Maradona, él con su mano izquierda y yo con mi derecha. Además les comento que, para todos los demás era yo un jugador de la Selección Argentina, es así que conseguí llegar hasta los vestuarios y en ese momento hubiera pagado cualquier dinero para obtener un foto, pero todavía no habían permitido el ingreso de los periodistas o fotógrafos.
Así fue que tuve la oportunidad de abrazar, propiamente dentro del vestuario, uno por uno a los jugadores que, segundos antes, habían logrado ser los mejores del Mundo.
Fue memorable también mi regreso al campo de juego, (ya que no daba para bañarme en los vestuarios..ja! ). Ni bien pisé el césped, todos me venían a abrazar y sacarse fotos conmigo…y la mayoría me preguntaba “Vos quién sos ?”…y yo les respondía “eeeehh! ¿Cómo? ¿no me conocés?”, y los dejaba con la duda.
Después inicié una breve corrida para llegarme hasta las plateas donde habían quedado mis amigos y vi que se había organizado, detrás de mí, una vuelta olímpica. No quieran saber las caras que pusieron mis ‘seguidores’ cuando me puse frente al sector de las plateas y volví a saltar el foso de 3 metros”.
En la carrera de Ripke también hay un enfrentamiento que tiene como protagonista a Mendoza. Ya que en 1970 jugó para la Selección de Mar del Plata que le ganó la final del Torneo Argentino a la Selección mendocina que tenía jugadores de la talla de Enrique Reggi, Eduardo Maryllack, Teodoro Fernández y varios históricos de aquella época.