Llegar al último día de clases con todas las materias aprobadas del año que se cursa parece un gran desafío para los alumnos de la escuela media de Mendoza.
De hecho menos de la mitad (49,19%) de los que asisten a la secundaria orientada en el sistema público logró este cometido en 2016. De todas formas, el porcentaje de promovidos creció al finalizar las mesas de diciembre hasta llegar a un 62,17%.
Por esta razón, los restantes 37,83% deberán rendir y aprobar para quedarse con sólo dos pendientes y así pasar de año.
Estos números son levemente mejores comparados con los del año pasado cuando el 38,88% quedó en esta misma situación. “Hemos mejorado un punto aproximadamente con respecto a 2015, lo que nos deja satisfechos porque teníamos mucho temor con los cambios que pusimos en funcionamiento”, dijo la directora de Educación Secundaria Orientada de la DGE, Sara Lucero.
Entre estas modificaciones, ella enumeró la implementación de la evaluación integradora y las nuevas condiciones de asistencia. “Creemos que al final valió la pena que se tomaran medidas más estrictas porque los llevó a ocuparse más”, manifestó la funcionaria.
Según la experiencia de Lucero, el año del secundario en el que los estudiantes se llevan más materias es primero, pero además este año han notado que se le suma tercero como año conflictivo. “Nos preocupan los chicos de tercero porque se están llevando muchas materias.
Por un lado, tiene que ver con la edad y por el otro, con la complejidad de los espacios curriculares”, explicó. Lo que desde la DGE observan es que los estudiantes se confían demasiado y luego no rinden como se espera.
Para quitarse las dudas previo a las mesas, los alumnos que deben espacios curriculares tienen que asistir a partir de mañana a clases de apoyo y orientación que ahora son obligatorias. “Queremos decirles a la familia lo importante que es esa semana de orientación”, remarcó la mujer.
Para que todos puedan concurrir a este período, Lucero aseguró que se han arbitrado todos los medios para garantizar el transporte hacia las escuelas sobre todo en ciertas zonas rurales. “Hemos hablando con Transporte para que faciliten ese servicios para que los chicos tengan un colectivo para llegar y retirarse de la escuelas”, señaló la funcionaria.
Otra oportunidad
Si bien las mesas de febrero se desarrollarán del 20 al 23 aquellos que adeuden sólo tres materias van a tener una oportunidad más para pasar de año del 27 al 29 de marzo.
“Esto se hace todos los años, les damos otra fecha más con más orientación, porque tal vez les sea muy corta la semana de apoyo de febrero o tal vez les haya faltado poquito para aprobar”, precisó Lucero. Para esta mesa especial las consultas y apoyo se darán del 13 al 23 de marzo, en paralelo con el desarrollo de las clases.
Con sus propios números de promoción de alumnos en mano, cada escuela debe evaluar su situación para plantear mejoras para el futuro.
“A partir de allí tienen que programar un proyecto que tienda a la mejora. Los años anteriores a través de ‘Mendoza Educa’ se dio un paquete de horas a la institución que se dividen según las necesidades, pero también hay otros proyectos como ‘Mejora en mi Escuela’ y ‘Jornada Extendida’ que se están empleando”, enumeró la directora de Educación Secundaria Orientada.
Múltiples estrategias
En la escuela José Vicente Zapata se implementan distintas estrategias para colaborar con la promoción de los alumnos, lo que ha arrojado buenos resultados. “Terminamos el año con 80% de promoción, un porcentaje mayor al año pasado”, contó Claudio Peña, director de la institución.
Allí tienen en marcha sistemas de apoyatura, proyectos de tutorías y parejas pedagógicas con financiamientos provinciales y nacionales. “Todo va ayudando a mejorar la promoción”, aseveró el directivo.
Con respecto a los motivos por los cuales los alumnos se llevan materias enumeró tres principales: “Uno es la falta de estudio, otro la falta de acompañamiento de la familia y el tercero tiene que ver con ciertas materias que no gustan o se les hacen muy difíciles a los chicos”. Allí los espacios curriculares más desaprobados son matemática, inglés, lengua y ciencias naturales.
Experiencias
A pesar de ser evaluados en conjunto, cada alumno enfrenta de forma diferente los desafíos que les plantea la escuela secundaria.
Para Luz (15) el cursado de 3er año presentó varias dificultades. "Este año quedé con dos materias, pude sacar una en diciembre y tendría que sacar otra ahora", contó. Lo que a ella la complicó, tal como relató, fue la abultada carga horaria sumada a la evaluación integradora.
“Cuando entré a la secundaria ese sistema de global no estaba por lo que a la mayoría nos perjudicó un montón”, aseguró. De todas formas, ella tuvo un mejor rendimiento que cuando cursaba segundo.
“Ese año me llevé 6 materias, pero las pude sacar en diciembre. Yo considero que fue por mi distracción de adolescente, pero este año fue por el régimen”, expuso.
Con esfuerzo y empeño, Hernán (14) también mejoró su rendimiento. "En 2015 me llevé matemática y la verdad que no me gustó para nada", recordó. En ese entonces él la aprobó en febrero.
“Ahí aprendí la lección y me di cuenta que es mejor llevar el colegio al día”, remarcó. Este aprendizaje lo llevó a terminar el 2016 sin pendientes. Desde su mirada, es imprescindible que los padres estén presentes y se preocupen por la educación de los su hijos.
“Algunos compañeros se siguen llevando materias y no hacen nada, los padres no le prestan atención a los chicos. En mi caso me tienen cortito, pero ya no tienen que preocuparse”, cerró.
