Al menos 717 personas murieron ayer y 863 resultaron heridas en una avalancha en Mina, cerca de La Meca, durante la peregrinación anual de los musulmanes, el segundo drama que golpea a los fieles en menos de dos semanas.
Según un responsable del ministerio de Salud, la avalancha tuvo lugar en el primer día del Aid al Adha, durante el ritual de la lapidación de Satán en Mina, que consiste en lanzar piedras contra estelas que lo representan.
El accidente se produjo cerca de una de las estelas cuando varias personas que abandonaban el lugar se cruzaron con un gran número de peregrinos que querían acceder a él.
El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed ben Nayef, ordenó una investigación, informó la agencia oficial SPA, cuyas conclusiones deberían entregarse al rey Salmán, a quien “corresponderá tomar las medidas adecuadas” para remediar las consecuencias de este drama.
Cerca de dos millones de personas se encuentran en Arabia Saudita para celebrar el hach (la peregrinación), una de las mayores concentraciones de personas en todo el mundo. Irán aseguró que habían fallecido al menos 90 de sus ciudadanos y atribuyó la avalancha a las autoridades sauditas.
“Por motivos desconocidos”, se cerraron dos accesos cerca del lugar donde los fieles llevan a cabo el ritual de la lapidación de Satán, afirmó Said Ohadi, el responsable de la organización iraní del hach.
“Eso fue lo que causó este trágico incidente”, declaró en la televisión estatal iraní, precisando que el cierre de esos pasos sólo dejó tres accesos a la zona.
El ministro saudita de Sanidad Jaled al Falih culpó, sin embargo, a los peregrinos de haber provocado la avalancha, el peor accidente de los últimos 25 años durante el hach. “Si hubieran seguido las instrucciones, habríamos podido evitar” la avalancha, declaró en la televisión pública El Ejbariya. “Muchos peregrinos se ponen en movimiento sin respetar los horarios” fijados por los responsables de la gestión de los ritos, añadió.
En imágenes difundidas en internet se ven numerosos cuerpos inertes en el suelo y objetos personales como los paraguas de colores que utilizan los peregrinos para protegerse del sol. El grand mufti de Turquía, Mehmet Görmez, indicó que 18 peregrinos turcos se dan por desaparecido.
Segundo accidente en 13 días
Arabia Saudita había realizado importantes obras para facilitar el movimiento de las personas y evitar accidentes como el de ayer.
Un peregrino sudanés, que se encontraba en Mina en el momento de la avalancha, opinó sin embargo que éste era el hach peor organizado de los cuatro a los que había asistido. "La gente ya estaba deshidratada y se desmayaba" antes de la avalancha, dijo. "Los peregrinos se tropezaban unos con otros".
Las autoridades decidieron cerrar los accesos al lugar del accidente y requisaron cuatro hospitales, 220 ambulancias y varios helicópteros.
os equipos de rescate intentaban evacuar a los heridos y a los cuerpos de los fallecidos, ante la mirada de unos peregrinos aturdidos.
Riad había desplegado a 100.000 policías para garantizar la seguridad durante el peregrinaje después de que, el 11 de setiembre una grúa se derrumbara en la Gran Mezquita de La Meca, matando a más de 109 personas e hiriendo a más de 400.
Desde 1990, seis de los siete principales accidentes ocurridos durante el hach se produjeron en el ritual de la lapidación. El último de ellos se remonta a enero de 2006, cuando 364 personas murieron en una avalancha humana en Mina.
La peor tragedia tuvo lugar en julio de 1990: 1.426 peregrinos, en su mayoría asiáticos, fallecieron en un túnel de Mina a raíz de una avalancha provocada, al parecer, por una avería del sistema de ventilación.
El hach, uno de los cinco pilares del Islam, congregó este año a 1,4 millón de personas acudidas desde el extranjero y a cerca de 600.000 peregrinos que viven en Arabia Saudita, según las autoridades sauditas.