Las lluvias torrenciales han causado al menos 56 muertos y 22 desaparecidos en los últimos días en once provincias del centro y sur de China, donde cientos de miles de personas han tenido que abandonar sus hogares, según informaron hoy las autoridades de varias provincias.
Los últimos datos difundidos por la agencia oficial Xinhua dan que un total de 27.000 viviendas se derrumbaron y 37.000 han sufrido graves daños debido a las inundaciones y deslizamientos de tierra provocados por las tormentas.
El Gobierno central asignó una partida de ayuda a catástrofes de 278 millones de dólares (unos 244 millones de euros), aunque se estima que las pérdidas económicas ascienden a 3.700 millones de dólares (unos 3.300 millones de euros).
Las fuertes lluvias causaron inundaciones e hicieron que los niveles de agua de más de 60 ríos en el sur de China hayan subido por encima de su máximo.
Las provincias más afectadas son Hunan y la región autónoma de Guangxi, dijo el Ministerio de Asuntos Civiles.
Miles de soldados, policías, funcionarios públicos y la población civil están luchando contra las inundaciones en varias provincias a lo largo del río Yangtsé.
El nivel de agua en la estación de monitoreo de Changsha (capital de Hunan) en el río Xiangjiang, un importante afluente del Yangtsée, alcanzó un récord de 39,51 metros, que supera el récord anterior de 39,18 metros establecido por una inundación en 1998.
Las inundaciones han destruido casas, han arrancado árboles, han dañado vehículos, carreteras y las cosechas de muchos agricultores, mientras que miles de personas han tenido que ser evacuadas.
En Hubei, unas 16.000 personas están en alerta máxima por la crecida de los ríos, mientras que en Guangxi 16 personas han muerto y 10 están desaparecidas.
Por el contrario, el calor está siendo sofocante en el norte del país. En la capital Pekín y en provincias como Shaanxi, Hebei y Henan, se están alcanzando temperaturas de hasta 40 grados.
En la Región Autónoma de Mongolia Interior, más de 200 bomberos luchan contra un incendio que ha cruzado al norte de China desde Mongolia.
En esta época del año son frecuentes las lluvias torrenciales en China y es común que se produzcan inundaciones, desprendimientos y otras catástrofes motivadas por fenómenos meteorológicos.
El suceso más grave producido esta temporada tuvo lugar el pasado 24 de junio en el sureño estado de Sichuan, cuando, también por las fuertes lluvias, parte de una montaña cayó sobre la aldea de Xinmo y la sepultó por completo.
Los cadáveres de diez personas pudieron recuperarse mientras que 73 más están todavía desaparecidas bajo los escombros.