La escuela Ricardo Palma se encuentra en La Carrera, Tupungato. Es una institución muy requerida por sus prácticas educativas, su buen clima escolar y el compromiso docente. Eso explica que no sólo asisten allí chicos del lugar sino hijos de familias que emigraron y otros de distritos céntricos.
Este colegio -que supo ser de frontera- está sin clases desde el lunes. Los padres han decidido no enviar a sus hijos hasta que el Gobierno resuelva la falta de transporte.
Sucede que desde hace tres años vienen realizando rifas y ventas de ropa junto a los docentes para 'engrosar' la exigua suma que la Dirección General de Escuelas les da para el traslado de los chicos.
"El ajuste nos golpeó y no podemos remontar una deuda acumulada con el prestador", señaló con angustia la profesora Patricia Balestra quien, como el resto de las maestras, temen por los días de clases que pierden sus alumnos. Tanto las que viajan en la Trafic como el resto, han colaborado con acciones para reunir el dinero. Incluso algunas reconocen haber tenido que sacar préstamos para pagar el transporte.
Desde hace tiempo -y pese a numerosos cortes de ruta y manifestaciones de la comunidad- el distrito de La Carrera se quedó sin línea de colectivo. La primaria hoy cuenta con 41 alumnos y 10 más van al jardín maternal. Algunos "suben" desde la zona céntrica, pero hay otros (sobre todo los que viven hacia el Oeste) que recorren en tractor o a pie largos kilómetros y, generalmente, lo hacen con nieve o grados bajo cero.
La empresa local, que hasta ahora venía recorriendo los 30 km hasta la zona, planteó no poder seguir trabajando en estas condiciones. Así, las familias se quedaron sin movilidad y sin saber cuándo se resolverá la situación.
"Hace semanas que estamos reclamando y nos tienen a las vueltas. Esta semana, ocho papás hicimos el sacrificio de viajar hasta la Casa de Gobierno en Ciudad. Nos dijeron que el expediente estaba casi listo. Hoy (por ayer) nos dicen que volvió a Tunuyán. Parece que se ríen de nosotros", se quejó Paola Carmona.
La mujer no vive en La Carrera, pero elige el colegio porque uno de sus hijos estaba a punto de abandonar los estudios por bulling y allí encontró "contención" y pudo superarse.
Consultada por este medio, la directora Graciela Casco reconoció el esfuerzo que viene haciendo la comunidad para costear el transporte.
Desde hace más de tres años, la DGE les remite cuatro mil pesos por este concepto y desde entonces padres y docentes se las ingenian para llegar a cubrir el costo mensual. El año pasado había que alcanzar los 9 mil pesos. Hoy deben juntar $ 16 mil para llegar a los $ 20 mil actuales.
La deuda con la movilidad es de 23 mil pesos y, meses atrás, el municipio les aportó un subsidio de 5 mil pesos para reducirla. "La vamos a seguir peleando hasta que nos escuchen", dijo Liliana Collante, quien vivía en una finca del lugar y debió dejarla por razones laborales.
"Sigo enviando allí a mis hijos porque es la mejor escuela y, además, no encontramos banco en otro sitio", arremetió.
La delegada de la DGE en Valle de Uco, Silvia Cornejo, dijo estar al tanto del problema y que por estos días viajará a la Ciudad de Mendoza para buscar una solución al tema.
