Para continuar con la cruzada que el gobierno escolar ha emprendido para lograr que los alumnos estén en las aulas, ayer se lanzó de manera oficial el programa Podés.
Se trata de una iniciativa conjunta de la Dirección General de Escuelas y el Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes que apunta a generar estrategias conjuntas para resolver problemáticas complejas que afectan el presentismo e inciden en el abandono escolar.
Desde comienzos de año, se planteó como un desafío lograr una disminución en el ausentismo e incluso interpelar a los padres cuando se acumulen faltas consecutivas en los chicos.
Tal seguimiento ha permitido detectar que 6% de los alumnos a esta altura del año no ha logrado completar el 80% de asistencia exigido. En el nivel primario esto involucra a unos 5.100 chicos de un total de 85.000.
Asimismo, se han identificado 1.850 casos que por la cantidad de inasistencias han sido derivados a la Dirección de Orientación y Apoyo Interdisciplinario a las Trayectorias Escolares (Doaite) o al Órgano Administrativo Local (OAL), ya que presentan situaciones críticas que requieren abordajes complejos.
Ayer, en conferencia de prensa, funcionarios de ambas áreas señalaron que el ausentismo suele poner de manifiesto un contexto de índole social más complejo que desnuda la vulnerabilidad en la que se encuentran las familias.
Por otra parte, desde la DGE señalaron haber logrado mejoras de casi 9%en la asistencia durante este ciclo lectivo, lo cual atribuyen a las medidas tomadas en el marco de la política implementada.
Emma Cunietti, subsecretaria de Planeamiento y Calidad Educativa, destacó que se pasó de un promedio de 75% de asistencia en el segundo trimestre de 2015 a 83,44% en el mismo período del ciclo actual.
También pudo saberse que 972 alumnos de nivel medio se encuentran condicionales por inasistencias (lo que antes se conocía como libres), lo cual representa 1,87% de la matrícula.
En el mismo segmento, 386 chicos (0,64%) se encuentran en trayectoria alternativa por IC Cero -el equivalente a las amonestaciones de antaño-. Actualmente se otorgan 25 puntos que se van descontando cuando cometen faltas; cuando se terminan se pasa a esta instancia.
Cuestiones de fondo
El ministro de Salud, Rubén Giacchi, y el director general de Escuelas, Jaime Correas, rubricaron ayer un acuerdo de cooperación para dar un marco al programa Podés.
Éste ya venía tomando forma desde agosto y apunta a generar una instancia intermedia entre las escuelas y organismos abocados a problemáticas más complicadas como la Doaite y el OAL.
A este ámbito llegarán los alumnos con ausentismo reiterado para prevenir que abandonen la escuela, se les brindará acompañamiento y, de ser necesario, habrá abordajes con la familia.
A comienzos del ciclo lectivo 2016 se establecieron políticas educativas que contemplaron un nuevo sistema de seguimiento y control del ausentismo, en función de que para las autoridades un aspecto fundamental para mejorar la calidad educativa es que los alumnos y docentes estén efectivamente en las aulas.
A partir de esto, se estableció un reglamento que exige a los alumnos de primaria un mínimo de asistencia a clases de 80%, con el compromiso de los padres para su cumplimiento. De acuerdo a la normativa, luego de las 3 faltas injustificadas el colegio debe llamar a los padres; a partir de las 5 se los invita a firmar un acta compromiso para que esto no siga ocurriendo.
Además, se estableció que a partir de las 10 inasistencias injustificadas se derivaría al alumno al sistema de escolaridad protegida con intervención de la Doaite, en tanto a partir de las 20 se lo considera en riesgo académico.
“Vamos a fortalecer este rol del Estado de ir a buscarlos a la casa cuando se ausentan”, señaló Cunietti. Agregó que en general cuando esto ocurre el chico se reincorpora a la escolaridad.
Correas aseguró que “hasta ahora las estadísticas se engrosaban con alumnos regulares que no asistían a clases”.
Por ello la idea es que al certificado de alumno regular que se solicita para las asignaciones que entrega Anses se agregue otro que exprese si se trata de un alumno en riesgo por sus reiteradas inasistencias.
Por su parte, Marcela Fernández, subsecretaria de Desarrollo Social, dijo que hay otras situaciones detrás del ausentismo sobre las cuales es muy importante el diagnóstico que hace la escuela.
“Uno de los principales problemas que tiene la pobreza es la falta de educación, algo que el Estado tiene que garantizar”, dijo Giacchi, quien agregó que “a veces no es dejadez de los padres sino que hay que ver otras cuestiones como accesibilidad, alimentación o problemas de salud”.
En tanto, Jorge Gómez, quien está a cargo del programa Podés, destacó que los últimos años se perdieron estadísticas (lo último que hay es de 2010) por lo que la idea es poder recuperar esa herramienta.
“Venimos trabajando sin estadísticas y con una dinámica vieja”, subrayó.
Detalló que desde agosto se viene haciendo un seguimiento a 20 familias, la mitad de cuyos hijos logró reinsertarse en la escolaridad, pero el mayor problema es que “son la marginalidad de la marginalidad, vienen de 6 ó 7 generaciones” en esta situación de abandono de la formación educativa.
Para el programa ya se ha asignado recurso humano: 10 personas provenientes de la Dinaf a las que en breve se sumarán algunas de la Doaite.
Además, Cunietti detalló que este año se dispuso para este programa 800 mil pesos para transporte y que se espera contar con fondos propios provenientes del Presupuesto nacional.
El rechazo al operativo Aprender "fue político"
El ministro de Educación, Esteban Bullrich, atribuyó el rechazo de los gremios a la evaluación Aprender a razones “políticas” y “prejuicios ideológicos”, y calificó con un 10 el operativo que evaluó en dos días a 1.400.000 estudiantes en 30.000 escuelas del país.
El operativo se completó ayer con una segunda jornada para 427 mil alumnos del último año del secundario, que respondieron a las preguntas de Ciencias Sociales y Naturales, tras hacerlo el martes con las de Lengua y Matemática, mientras que el 25 y 26 de octubre deberán realizar la prueba los estudiantes que se ausentaron o impidieron la evaluación con tomas de las escuelas.
El gobierno consideró “un éxito” el operativo y estimó que la participación estuvo por “encima del 90%”, a pesar de que los gremios docentes realizaron paros y hubo estudiantes que entregaron las pruebas en blanco, con tachaduras y frases en contra de la evaluación.
Bullrich ratificó que el objetivo de la evaluación “no es sacar la radiografía sino evaluar el resultado y devolver a cada escuela, en forma personalizada, algo que le permita mejorar el trabajo que está haciendo”.
Por ello, el funcionario rechazó las protestas de distintos sectores a la prueba, principalmente de gremios y estudiantes, que incluyeron paros y tomas de escuelas en Buenos Aires.
DyN
