Unas 42,5 millones de personas padecen hambre en América latina y el Caribe, una región en la que aumentó en 2018 por tercer año consecutivo el flagelo, que afecta a más de 820 millones de habitantes en el mundo, señaló un informe de cinco agencias de la ONU difundido ayer.
El porcentaje de hambrientos en la región aumentó desde 6,2% de la población en 2015 a 6,5% en 2017, nivel que se mantuvo al año siguiente, añade la información elaborada sobre estadísticas de FAO, FIDA, Unicef, PMA y OMS y presentada en Nueva York.
En Sudamérica reside la mayoría de las personas con problemas de subalimentación en la región, con una tasa que pasó desde 4,6% en 2013 hasta 5,5% en 2017.
Un flagelo
El documento difundido bajo el título "El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2019" (Sofi, por sus siglas en inglés) revela que a nivel mundial "más de 820 millones de personas pasan hambre y unos 2.000 millones sufren su amenaza".
“El hambre está creciendo paulatinamente y se han perdido años de avance a nivel mundial, mientras que la amenaza de no tener un plato de comida asegurado alcanza ya a 26,4% de la población mundial. El debilitamiento de la economía se encuentra entre las principales causas de estas tendencias. En América del Sur, el empeoramiento de los índices se debe principalmente a Venezuela”, dice una síntesis del informe.
Venezuela hambrienta
América del Sur alberga a la mayoría (55%) de las personas subalimentadas de la región y "el aumento observado en los últimos años se debe sobre todo al deterioro de la seguridad alimentaria en la República Bolivariana de Venezuela, donde la prevalencia de la subalimentación aumentó casi cuatro veces, de 6,4% en 2012-14 a 21,2% en 2016-18", añadió.
Las agencias de la ONU señalaron que "el aumento significativo del hambre en Venezuela en los últimos años coincide con el período de recesión del país, cuando la inflación alcanzó un 10.000.000 por ciento".
En ese período, continuó, “el crecimiento del producto interno bruto real empeoró, pasando de -3,9% en 2014 a un estimado de -25% en 2018”.
"En contraste, el porcentaje de subalimentación en América Central, que es de 6,1%, y del Caribe, de 18,4%, estuvo disminuyendo desde 2013, a pesar de ser más alto que en América del Sur, del ya mencionado 5,5%", afirmó la ONU.
Durante los primeros 15 años de este siglo, América latina y el Caribe redujo la subalimentación a la mitad, pero “desde 2014 el hambre ha ido aumentando”, dijo el Representante Regional de la FAO, Julio Berdegué.
"Tenemos que rescatar, en promedio, a más de 3,5 millones de personas del hambre cada año desde ahora hasta 2030 si queremos alcanzar la meta de hambre cero", completó Berdegué.
La desocupación aumentó, los ingresos familiares se contrajeron y el número de pobres pasó de 166 a 175 millones entre 2013 y 2015 tras años de descensos en la región, según el informe.
Las probabilidades de padecer inseguridad alimentaria son mayores para las mujeres que para los hombres en todos los continentes, con la mayor diferencia en América latina.
Un problema que afecta a todo el mundo y sigue creciendo
Unos 821,6 millones de personas carecían de alimentos suficientes para comer en 2018, frente a los 811 millones del año anterior.
Es el tercer año consecutivo que esta cifra aumenta. Así lo pone de manifiesto el informe publicado ayer por la Organización de Naciones Unidas.
Concretamente, en Asia, hay 513,9 millones; en África, 256,1 millones; y en América latina y el Caribe, 42,5 millones de personas. La FAO señala en un comunicado que este dato pone de relieve el "inmenso desafío" que supone alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible del Hambre Cero (ODS 2) para 2030.
El ritmo del progreso para reducir a la mitad el número de niños con retraso en el crecimiento –148,9 millones de menores de 5 años (21,9%– y el de bebés nacidos con bajo peso –20,5 millones (uno de cada siete)– es demasiado lento, lo que también hace que los objetivos de nutrición del ODS 2 estén más lejos de alcanzarse, según el estudio.
Al mismo tiempo, destaca que el sobrepeso y la obesidad siguen aumentando en todas las regiones, en especial entre los niños en edad escolar y los adultos. Concretamente, hay 672 millones de adultos obesos y 338 millones de niños y adolescentes en edad escolar con sobrepeso y 40 millones de niños menores de 5 años.
En el mundo hay, además, 2.000 millones de personas que sufren inseguridad alimentaria (26,4% de la población mundial), la mayoría en países de ingresos bajos y medianos, que no tienen acceso regular a alimentos inocuos, nutritivos y suficientes. Pero el acceso irregular es también un desafío para los países de ingresos altos, incluida el 8 por ciento de la población de América del Norte y Europa.
"Nuestras medidas para abordar estas tendencias preocupantes tendrán que ser más enérgicas, no sólo en su escala, sino también en términos de colaboración multisectorial", piden las distintas agencias de la ONU en el informe.
Sobre la evolución del hambre, avisan de que está aumentando en muchos países en los que el crecimiento económico está estancado, en particular en los países de ingresos medianos y en los que dependen en gran medida del comercio internacional de productos básicos.
"Debemos fomentar una transformación estructural inclusiva y favorable a los pobres, centrada en las personas y en las comunidades, para reducir la vulnerabilidad económica y encaminarnos hacia la erradicación del hambre, la inseguridad alimentaria y todas las formas de malnutrición", aseguran los dirigentes de Naciones Unidas.
África hambrienta
África presenta la situación más alarmante, ya que la región tiene las tasas de hambre más altas del mundo, que siguen aumentando lenta pero constantemente en casi todas las subregiones. En África oriental, en particular, cerca de un tercio de la población (un 30,8 por ciento) está subalimentada.
Además de los fenómenos climáticos y los conflictos, la ralentización y la crisis económica están impulsando este aumento. Desde 2011, casi la mitad de los países en los que el hambre aumentó debido a la desaceleración o al estancamiento de la economía se encuentran en África, según el informe.