La promesa de un trabajo de 45 horas a la semana por 40 mil pesos al mes es más que atractiva en un contexto de crisis como el que está atravesando el país y en el que Mendoza no ha quedado excluida.
Estas condiciones laborales son las que movilizaron a más de 2 mil mendocinos hasta la sede del Instituto de Formación Penitenciaria para inscribirse como aspirantes a los 120 cargos de penitenciarios que concursa el Gobierno. Eso generó que se formara una cola de casi 500 metros de personas esperando en el patio de la institución los últimos días. Lo mismo ocurrió con una convocatoria similar el lunes en La Plata, donde hubo un kilómetro de cola.
"Vamos a cubrir 120 vacantes, 80 hombres y 40 mujeres. Ya se han inscripto 1.614 postulantes. Esta gran convocatoria se debe a la crisis económica del país y a la valoración del recurso humano en la institución durante esta gestión. Muchos de los interesados llegan por recomendación, porque conocen a otros penitenciarios", explicó el coordinador de Recursos Humanos del Servicio Penitenciario, Gastón Meli.
Las vacantes a cubrir son para funciones que requieren contacto con los presos, como celadores y encargados de los traslados. Cabe aclarar que los penitenciarios se jubilan con 30 años de servicio, es decir que si alguien ingresa a los 18 se jubilará a los 48.
Cuando Cornejo llegó al Gobierno a fines de 2015 había 2.100 guardiacárceles y hoy suman 2.790, de los cuales 130 cumplen funciones administrativas. En el Ejecutivo aseguran que el crecimiento se debe a que ahora hay más cárceles en la provincia.
El último llamado para emplear penitenciarios fue en 2017 pero, según reconoció Meli, en esa oportunidad no hubo tanta convocatoria.
El proceso de selección
Las inscripciones empezaron el lunes 22 de julio y se extenderán hasta el 9 de agosto, por lo que se esperan muchos más inscriptos. Cuando el aspirante presenta la documentación e ingresa al sistema, se le da una constancia con un número de inscripción y un turno para el psicotécnico que tiene tres instancias: grupal, individual y una entrevista.
"El lunes 22 inició la inscripción y el martes empezaron los exámenes psicológicos. Varios ya quedaron afuera de la selección", dijo Meli.
Las personas que superen esa etapa deberán rendir un examen psicofísico que consiste en el test de Cooper (prueba de resistencia que se basa en recorrer la mayor distancia posible en 12 minutos a una velocidad constante). Se rendirá en tandas de 100 en el Parque San Martín.
Finalmente, los que rindan bien deberán pasar una prueba nivelatoria de cultura general (historia, geografía y ciencias sociales). "Las notas alcanzadas en los tres exámenes se promedian y así se conforma el orden de mérito que se publicará los últimos días de setiembre", señaló Meli.
Los 80 varones y 40 mujeres que ocupen los primeros lugares de la lista podrán empezar a cursar en el Infope la preparación para futuros penitenciarios que durará hasta marzo de 2020. Durante el curso aprenderán sobre derechos humanos, manejo de armas y defensa personal, entre otras. "Recién después de cursar y aprobar toda la capacitación estarán en condiciones de ingresar el Servicio Penitenciario", indicó Meli.
Los requisitos
Los interesados en formar parte de la seguridad penitenciaria deben tener entre 18 y 34 años cumplidos al 31 de diciembre de 2019, residir en Mendoza y no tener antecedentes penales ni judiciales.
Para anotarse deben hacerlo hasta el 9 de agosto de 8 a 16 en el Instituto de Formación Penitenciaria (Infope) -ubicado en las inmediaciones del Complejo Boulogne Sur Mer sobre la calle Plantamura- y en San Rafael en el oratorio Don Bosco (Olascoaga 2020).
Para quedar cargados en el sistema deben llevar el Documento Nacional de Identidad, la partida de nacimiento y el certificado analítico definitivo de la secundaria, con certificación otorgada por el Poder Judicial de la provincia. Todos los papeles en original y fotocopia.
Una “puerta de entrada” al Estado para muchos
Los cargos penitenciarios fueron durante años la puerta de entrada al Estado ya que, aunque existieran restricciones al ingreso de personal, no las había en este área bajo el argumento de la seguridad pública.
Es más, muchos entraban al Estado con cargo de penitenciario y después cumplían funciones en otras reparticiones. Uno de los casos más conocidos fue el de la exsenadora provincial María José Ubaldini (PJ). Fue nombrada agente de tropa penitenciaria en 2008 y en 2015 ascendida a oficial subadjutor, aunque en realidad era subsecretaria de Derechos Humanos de la gestión de Francisco Pérez. "Hoy no existen esos desmanejos. El ingreso por concurso brinda transparencia y eso se traduce en resultados", dijo Meli.