El asalto que, al parecer, planeaba cometer un joven de 27 años a una pareja que charlaba en su auto en parque La Palmira, sobre la ruta 50 en San Martín, terminó con él internado en terapia intensiva ya que una de sus víctimas es policía y repelió el ataque a tiros. El uniformado sufrió una herida por arma de fuego en su pierna izquierda y el asaltante recibió dos tiros en el abdomen.
De acuerdo a la reconstrucción de los hechos, eran cerca de las 23 del último martes cuando el oficial subayudante Lucas Emmanuel Romero (25) se encontraba con su novia en su Fiat Argo estacionado en el espacio verde. De pronto, un sujeto se aproximó caminando de prisa y los amenazó con un revólver. Fuentes policiales aseguraron que el ladrón obligó a la pareja a descender del auto y a entregarles sus pertenencias. Fue cuando Romero se identificó como policía y el asaltante abrió fuego.
El plomo impactó en la pierna izquierda del uniformado, quien presta servicios en la Unidad Especial de Patrullaje de San Martín y se encontraba de franco. Por eso desenfundó su pistola reglamentaria marca Taurus calibre 9mm y comenzó a disparar contra su atacante. Dos proyectiles dieron en el abdomen del presunto ladrón, que quedó tendido en el suelo.
Dolorido y ensangrentado, el joven policía subió a su auto y fue a un centro de salud cercano, ubicado en calle Soberanía Nacional. De allí fue trasladado al hospital Perrupato, donde sigue internado. El parte médico brindado a Los Andes desde ese centro asistencial sostiene que "está internado en sala común y sin riesgo de vida". Romero sufrió una herida de arma de fuego con orificio de entrada y salida en el muslo izquierdo. Es decir que el proyectil le atravesó el miembro inferior y es de gravedad pero su estado general es bueno.
En busca del asaltante
Mientras el uniformado era asistido y trasladado en ambulancia al Perrupato, la Policía llegaba a la escena del tiroteo. Allí encontraron tendido a Diego Emiliano Ochoa Gogol con un revólver calibre 22 largo de nueve alveolos cerca de él. En el tambor había nueve vainas percutadas, confiaron fuentes de la investigación.
Una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado trasladó a Ochoa al hospital de San Martín, donde debió ser operado ya que había sufrido dos heridas por arma de fuego que afectaron un riñón y el hígado. Tenía varias esquirlas que derivaron en laceraciones, que también requirieron una intervención quirúrgica. Incluso le extrajeron el riñón izquierdo, que estaba muy dañado.
Luego de eso, Ochoa quedó internado en la Unidad de Terapia Intensiva. En la tarde de ayer se informó oficialmente que estaba "hemodinámicamente estable y con pronóstico reservado". Los médicos esperan evaluar su evolución después de las primeras 48 horas desde la internación.
Pericias y declaraciones
El jefe de los fiscales del Este provincial, Oscar Sívori, ordenó que se secuestrara el arma reglamentaria del efectivo policial que estaba en el interior de su vehículo; tenía un solo cargador y estaba vacío. El Fiat fue cerrado para que peritos de Policía Científica realizaran el barrido electrónico en la recolección de pruebas.
En el parque donde se produjo la balacera, los pesquisas encontraron 12 vainas servidas calibre 9 mm que pertenecerían a la pistola del subayudante Romero. Las restantes nueve quedaron en el revólver de Ochoa.
La novia del efectivo herido declaró que escuchó al menos seis detonaciones y reforzó el relato de que Romero se identificó como policía antes de recibir el disparo.
Afortunadamente, la joven resultó ilesa pero recién pudo declarar entrada la madrugada de ayer.
“El delincuente tenía antecedes policiales y tiene causas pendientes de resolución”, informaron fuentes de la causa. Si Ochoa logra reponerse, se calcula que enfrentará una dura imputación: homicidio criminis causa en grado de tentativa, en concurso de robo agravado por el uso de arma de fuego.
También serán objeto de análisis las lesiones sufridas por el presunto asaltante para determinar si el hecho se encuadra en un caso de legítima defensa por parte del efectivo.