La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció que habrá cambios en las leyes de armas, tras el atentado de ayer contra dos mezquitas en Christchurch, en la costa este de la Isla Sur del país, que dejó 49 muertos y decenas de heridos.
"Mientras siguen los trabajos para esclarecer la secuencia de hechos que llevaron a la posesión de la licencia de armas y de esas armas, les puedo asegurar ya esto: nuestras leyes de armas van a cambiar", afirmó Ardern en una conferencia de prensa.
La premier agregó que Brenton Tarrant, el nacionalista acusado de cometer el ataque tenía en su posesión cinco armas, dos de ellas semiautomáticas, compradas legalmente con un permiso que se le otorgó en noviembre de 2017. Ardern aseguró que ante esta situación habrá una "rápida respuesta" de su gobierno y aseguró que la prohibición de posesión de armas semiautomáticas es "sin duda una de las cuestiones que considero con efecto inmediato".
Los tiroteos masivos son raros en Nueva Zelanda, que en 1992 endureció las leyes de armas para restringir el acceso a los fusiles semiautomáticos, dos años después de que un enfermo mental asesinara a 13 personas en la ciudad de Aramoana, en Isla Sur. No obstante, cualquier persona mayor de 16 años puede solicitar una licencia para tener un arma estándar luego de hacer un curso que lo habilita a comprar y usar una escopeta sin supervisión.
El acusado, de 28 años y sin antecedentes penales, compareció ante un tribunal de Christchurch donde fue imputado con cargos de asesinato. Otras dos personas permanecen bajo custodia policial mientras se investiga su implicación en el atentado que dejó un enorme saldo de muertos y heridos.
Ardern informó que 39 personas continúan internadas, 11 de ellas en terapia intensiva, recuperándose de múltiples heridas de bala tras el asalto.
La mandataria precisó que si bien la mayoría de los internados son personas de entre 30 y 40 años, también hay dos menores: uno de dos años y otro de 13. La primera ministra dijo que se trabaja para identificar a todos los muertos y que espera que pronto se puedan retirar los cadáveres que aún yacen en las mezquitas para devolverlos a sus familias.
También señaló que personal especializado del gobierno está prestando apoyo a los familiares de las víctimas y que están en contacto con varios países para agilizar los trámites de repatriación. "Nuestro foco de atención ahora es asegurar que el proceso funerario concuerde con la fe musulmana a la vez que se atiende a estas circunstancias sin precedentes y a las obligaciones de los forenses", dijo Ardern.
Entre los fallecidos hay personas de Jordania, India, Pakistán, Bangladesh y Siria, indicó la primera ministra. "Nuestra muestra de solidaridad no se limita al aquí y ahora. Nueva Zelanda es el lugar que todos queremos por su inclusividad, diversidad y me tomo como misión personal como primera ministra defenderlo mientras este en el cargo", dijo Ardern durante la visita.
Contra los inmigrantes
A un senador australiano le rompieron un huevo crudo en la cabeza y enfrenta una moción de censura por parte de sus colegas luego de provocar indignación por culpar a la inmigración de musulmanes de la masacre en dos mezquitas de Nueva Zelanda.
El senador Fraser Anning enfrentó críticas luego de una serie de tuits, incluido uno en el que se preguntó: "¿Alguien todavía disputa el vínculo entre la inmigración musulmana y la violencia?". "`La verdadera causa de la masacre en las calles de Nueva Zelanda es el programa de inmigración que permitió a los fanáticos musulmanes migrar a Nueva Zelanda en primer lugar", señaló en un comunicado.
En tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, minimizó cualquier amenaza planteada por el nacionalismo racista blanco después de los resquemores que encendieron en su país la masacre de Nueva Zelanda, cuyo autor llamó al jefe de la Casa Blanca "símbolo de la identidad blanca renovada".
El republicano se negó a unirse a expresiones de creciente preocupación por el nacionalismo blanco. “En realidad no lo creo”, respondió cuando se le preguntó si pensaba que representaba una amenaza creciente en todo el mundo.
La conexión argentina del asesino en el manifiesto
Brenton Tarrant, el australiano responsable de la masacre de Nueva Zelanda, habría visitado Argentina y sostuvo que este era uno de los países donde podría surgir un movimiento contra lo que denomina como el "genocidio blanco".
Según The New York Times, Tarrant visitó el país como parte de sus viajes que incluyeron a Europa, Corea del Norte y otros países. En su manifiesto, Tarrant menciona en dos oportunidades a Argentina.