El director de Comercio del municipio, Oscar Giuberti, sostuvo que el actual intendente Rodolfo Suárez le encargó “una gestión amigable” en el control de los comercios del departamento, pero con rigor sobre las faltas graves, como por ejemplo la venta de alcohol fuera de los horarios permitidos, la higiene y la seguridad de las personas.
Recientemente hubo clausuras en comercios del ramo gastronómico en la primera cuadra de la Peatonal Sarmiento, uno de ellos por tener el baño inundado.
Cada clausura del municipio tienen un costo punitivo entre los 10 y 20.000 pesos para el comerciante.
También se han colocado fajas de cierre temporario a negocios, especialmente drugstores, que vendían alcohol fuera del horario permitido, algunos entre las 5 y las 10 de la mañana.
“El tema del alcohol no es solo municipal, sino también hay que cumplir con una ley provincial, por eso en este caso vamos a ser inflexibles”, agregó Giuberti. “Si hay papeles que no están en regla o falta un matafuegos, vamos a tener tolerancia, pero cuando hay casos extremos, como una cocina que no reúne las mínimas condiciones, bueno... entonces tenemos que proceder, no es discutible”.
Sobre una añeja aspiración de los vecinos de la calle San Juan, en la 2a Sección, por los ruidos molestos de boliches bailables, dijo que se clausuraron dos de ellos, Apeteco y Banana Rana, y que por aplicación del Código de Convivencia se obliga a limpiar hasta 100 metros de distancia de la sede de esos locales, toda vez que en la salida se producen los mayores inconvenientes.
