Cuando se habla de salud en la tercera edad se pone el foco en enfermedades, dolencias y padecimientos. Este hábito de pensar la salud como ausencia de enfermedades nos lleva a pasar por alto un aspecto imprescindible en la salud de cualquier ser humano: la dimensión social. Esta arista, tan importante en todas las etapas de la vida, es clave en la tercera edad.
El valor de lo social
Para mantenerse activos y disfrutar de la vida, los adultos mayores deben gozar de una vida social activa. Y esto se logra a través de la integración, de la incorporación de los adultos mayores a diferentes espacios específicos, como pueden ser clubes de barrio o centros de jubilados, o incluso grupos que se congregan en torno a un interés o actividad específica, como un deporte, un juego o una actividad cultural.
La integración de los adultos mayores se traduce en una mejora en su autoestima, en el desarrollo de nuevos vínculos, en el surgimiento de iniciativas y nuevos intereses, en oportunidades para compartir experiencias y en la posibilidad de recrearse sanamente.
En Mendoza existen numerosos espacios gratuitos que invitan a los adultos mayores a sumarse, participar y divertirse. En estos centros de jubilados se llevan adelante actividades recreativas, además de talleres de diversas temáticas, incluyendo computación, danza y deportes.
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