Un 5 de noviembre de 1968 llegaba a este mundo Ricardo Fort. Cuatro años de fama le bastaron al multimillonario chocolatero para quedar por siempre en la memoria de los argentinos. Sus excentricidades y su carisma quedaron en el recuerdo a pesar de su pronta partida en 2013 a los 45 años.
En el que sería su cumpleaños número 51, Martita, una de sus hijas, le dedicó un sentido mensaje a su padre acompañada de una fotografía de ella y su hermano en la cama junto a su padre, mientras él toma el desayuno. "Me gustaría presentarles a un hombre que todos conocieron: Ricardo Fort, mi padre", comenzó escribiendo la chica de 15 años.
"Sí, digo presentárselos porque hoy mi papá cumpliría años y mi papá y el Ricardo de la tele no eran la misma persona para mí", continuó la melliza de Felipe.
Martita ha confesado que Ricardo es su gran ejemplo a seguir, tanto en su veta artística como en la vida, y en el posteo dejó claro su admiración: "Artista era siempre, tanto en la tele como en casa frente a su compu pensando cosas para hacer o cantando en su piano. A veces le gritaba como un loco a la televisión respondiéndole a alguien que hablaba de él. Eso era Artista y pasional, espero poder haber heredado de él su pasión y su creatividad".
"Espero encontrar mi lugar en la vida como lo hizo él", confesó la hija de Ricardo. Según ha comentado Gustavo Martínez, padrino de los chicos y su tutor legal, la adolescente es la más parecida al chocolatero en carácter y gustos: al igual que su padre quiere vivir en Miami, es de Boca, operarse la nariz y ser mamá después de los 30.
Para concluir, la muchacha de 15 años agradeció el legado de Ricardo: "Y este es el único homenaje válido, celebrar su nacimiento, porque gracias a él yo llegué a este mundo y estoy rodeada de los afectos que él se aseguro que yo tuviera".