El entrenador del seleccionado argentino, Gerardo Martino fue claro a la hora de darle un corte al tema de la marginación de sus convocatorias del delantero de Inter, de Italia, Mauro Icardi, al sostener que en su vida "las cosas son blanco o negro" y que "los periodistas saben y piensan" igual que él en este asunto, "pero no se atreven a decirlo".
"Lo mío siempre es blanco o negro, y con algunos golpes aprendí a tener pequeños grises, pero en el tema Icardi todos saben lo que está bien y lo que está mal, empezando por los periodistas. El problema es que la prensa quiere que diga lo que en realidad ellos también piensan, y yo aspiro a que sea al revés. Pero acá está todo claro", sentenció Martino en una entrevista exclusiva con Télam.
"Por eso remarco que este es un problema de los periodistas y no mío. Lo que sucede es que los grises de la prensa son más anchos que la avenida 9 de Julio. Yo tengo muy claro lo que está bien y lo que está mal, y los que me preguntan sobre el tema también", remarcó el 'Tata'.
Icardi, capitán del Inter con apenas 22 años, está en el ojo de la tormenta por su exposición pública a partir de haber formado pareja con la modelo Wanda Nara, ex esposa de su compañero de equipo y hasta entonces amigo, Maximiliano López, quien a su vez mantiene una estrecha relación con el subcapitán del seleccionado argentino, Javier Mascherano, desde sus tiempos de convivencia en la pensión de River Plate.
"Si me pongo a confeccionar una estadística respecto de las consultas que me hacen, tomando un plano de similitudes futbolísticas, entre Paulo Dybala e Icardi, la diferencia a favor de este último es de 10 a uno, por lo que debo concluir que esto es así por su tema extrafutbolístico", resaltó.
"Porque es mentira que si algo lo dice un protagonista tiene más repercusión que si lo dice un periodista. No es así y tengo mil ejemplos para demostrarlo. La gente lee o escucha y en base a eso forma opinión", insistió.
Firme en sus conceptos aún en la contrariedad, Martino conoció en profundidad los latidos de la prensa en sus diferentes estadíos, porque sufrió en carne propia lo impiadoso de las críticas cuando dirigió a Barcelona.
"El día del partido que perdimos 2 a 0 con Ecuador en el Monumental, cuando debutamos en las eliminatorias sudamericanas, desde la platea un grupo de gente me cuestionaba exactamente lo mismo que decía un periodista por televisión", recordó.
"Pero lo peor y lo más llamativo que viví fue cuando los empleados de la empresa avícola Cresta Roja estaban realizando un corte sobre la Ricchieri y cuando nosotros salimos del predio de AFA en Ezeiza uno de ellos me vio y pese al momento en que se encontraba, lo primero que me dijo fue: 'Martino, cambia el sistema'. Y eso lo mencionó porque lo leyó en los diarios", concluyó.
Los códigos del fútbol y de la vida marchan juntos en el caso Icardi y tienen carácter exclusivo cuando de situaciones como la suya se trata. Alguna vez dos futbolistas que por entonces eran amigos y jugaban en River Plate, Eduardo Tuzzio y Horacio Ameli vivieron una circunstancia similar y este último terminó "condenado" por el ambiente, a tal punto que no volvió a jugar nunca más.