“¡Tenemos un arquero que es una maravilla, ataja los penales sentado en una silla!”, cantan-celebran los hinchas de Gutiérrez cuando el sol va cayendo sobre la Zona Este. El coqueto estadio de Montecaseros comienza a quedar atrás y las retinas aún guardan la inolvidable volada (dos pasos adelantada, es cierto) de José Martínez Gullota, el chico de la tapa, que sirvió para tapar el remate desde los doce pasos de Agustín Sanfilippo y asegurar un triunfo que comenzó a gestarse el pasado domingo 3 de abril, con aquel tanto de Cristian Lucero.
Esa vez, una piedra que voló vaya uno a saber desde dónde y terminó impactando en la cabeza de Luis Sperdutti, provocó la suspensión del clásico departamental.
El arquero, con su presencia, y sus atajadas, fue creciendo hasta convertirse en un muro infranqueable. Es cierto, Sanfilippo había marcado en el primer penal, pero el colegiado volvió a repetir el disparo por invasión de área y esta vez no falló. Sus manos acompañaron la trayectoria de la redonda y dejaron en claro que era su tarde.
Antes y después existieron dos ocasiones casi tan memorables como el penal: primero fue un córner donde le puso el pecho a un remate a quemarropa de Nicolás Gatto y luego fue un cabezazo que controló al mismo delantero, volviendo desde el primer palo.
El sanrafaelino bancó a pie firme la embestida de Maipú que, pese a tener un hombre menos por la expulsión en aquellos primeros 45’ de Martín Pucheta, fue más que su histórico rival. Lo que no hicieron sus compañeros, el ex Racing Club lo consiguió con su coraje y sus manos.
El tridente ofensivo que armó Alejandro Abaurre esta vez no funcionó y mucho menos ese control de pelota que suele tener el equipo “celeste” de la mano de Nicolás Arce.
Los de Carlos Sperdutti, menos claros con la pelota, apostaron a lanzamientos largos y provocaron el descontrol de su rival, quien lució nervioso. Aún cuando debió jugar con el reloj “en contra”, consiguió generar algunos buenos pasajes que invitan a pensar en un mejor cierre de temporada. Debió llevarse más que el pleno que hizo en el “mereciómetro”. Tuvo con qué y solo las buenas intervenciones del arquero “celeste” lo dejaron sin nada.
La revancha aparece a la vuelta de la esquina. El lunes por la noche, en su cancha, recibirá a Gutiérrez en su despedida del torneo. Claro, tiene una inmejorable chance para dejar a los “primos” sin posibilidades de clasificarse. Deberá repetir la actuación de ayer y encontrar la forma de vencer a ese gigante llamado Martínez Gullota. O Martínez Pelotas, como usted prefiera.