Guillermo Martínez Agüero militante de Montoneros en la primera época, es hermano de María Elpidia quien está casada con Mario Firmenich. Odontólogo de profesión y representando a ATE, fue electo secretario General de la CTA en Mendoza. Ayer estuvo más de 3 horas declarando frente al Tribunal que desarrolla el megajuicio, en su audiencia número 27.
Su testimonio fue seguido por una sala llena donde no faltaron las lágrimas de algunos de sus compañeros de encierro y que, sobre el final, rompieron en aplausos cuando se levantó de la silla.
Así recordó -ayudando a la memoria con algunos apuntes- que fue detenido en la calle Mitre en octubre de 1974 y pasó algunos días en calidad de “incomunicado” en las comisarías 25° y 7°, tras lo cual fue alojado en el penal de Mendoza, pasando después por Coordinación Federal (Capital Federal) y más tarde por los penales de Devoto, Chaco, La Plata (“donde más se golpeaba”), Sierra Chica (“vieja y triste”) y Rawson (donde el castigo “era más psicológico que físico”) y desde donde fue liberado en noviembre de 1982.
En la Penitenciaria provincial compartió algunos pabellones y días de encierro con Antonio Di Benedetto, Jorge Bonardel y Pedro Tránsito Lucero, periodistas de Los Andes y Ventura Pérez, secretario del sindicato de Prensa. Rescató el día que vio salir “en libertad y con el mono a cuesta” a Santiago “Chiche” Illia, un joven periodista sanrafaelino al que nunca más se lo volvió a ver y que hasta el día de hoy figura como desaparecido.
Algunos nombres
Su “salvación” de ser un desaparecido más se debió, según su testimonio, a que “fui detenido durante un gobierno democrático”. Oportunidad en que recalcó la existencia de complicidad entre agentes penitenciarios, militares y funcionarios judiciales “que no hicieron lo que debían hacer”.
En esos términos habló de Otilio Romano quien firmó un escrito y Guillermo Petra Recabarren que, en calidad de defensor oficial, le confió que no lo podía asistir “porque los militares no me lo permiten...”.
Denunció la designación de José Naman García (que había estado al frente del penal mendocino) como jefe de policía durante la gestión de Santiago Felipe Llaver y también al médico del penal Carlos Marotta “que nunca nos atendió”.
En su relato también mencionó a otros detenidos con los que compartió “cortos recreos y prolongadas sesiones de picana y golpes”, como Guido Actis, Daniel Rabanal, el abogado Ángel Bustelo “al que golpeaban permanentemente”, rescatando los nombres de los penitenciarios “golpeadores”: “Bianchi, Torres y Ojeda”, entre otros.
Sobre Miguel Ángel Gil señaló “no sé si murió en el penal, lo trajeron agonizante o murió en el D 2 y lo tiraron acá”.
También destacó la ayuda espiritual que recibieron los que estaban privados de la libertad de los padres José María Llorens y José Domingo Latuf, éste en su calidad de capellán de la cárcel.
Más adelante recordó que compartió un tiempo con Pablo Seydell (quien fue detenido a la edad de 19 años) y al que “ayudó, sin ser traumatólogo, a colocar los hombros que se le habían dislocado cuando fue colgado de una pared”. Oportunidad en que aseguró que “en esos años la idea de destruir al ser humano puede ser comparada con el nazismo alemán”.
Finalmente, confió que “nuestros ideales fueron dos: Eva Perón y el ‘Che’ Guevara” y este testimonio fue “un sencillo y simple homenaje a todos los compañeros que no están, a los desaparecidos (entre ellos a la madre de sus dos hijos y su hermano Agustín) y los que quedaron en el camino...”.
Después de un cuarto intermedio se escuchó el testimonio de Oscar Martín Guidone, quien fue detenido cuando tenía 26 años y estudiaba medicina en la UNCuyo (carrera que nunca pudo terminar) y militaba en el FEM (Frente Estudiantil Medicina). Además trabajaba en barrios como Olivares y Flores en busca de vinchucas con la intención de encontrar soluciones al Mal de Chagas. Estuvo detenido entre junio de 1976 a agosto de 1978.
Ultima audiencia
El juicio continuará mañana miércoles, con las declaraciones de Liliana Butini, Roberto Marmolejo, Elio Verdejo y Nilo Torrejón, entre otros, tras lo cual el Tribunal se tomará un receso, coincidente con la feria chica, reanudando las tareas el lunes 28 de julio.