Martín “Mono” Fabio: “La banda está por sobre todas las cosas”

Kapanga regresa a Mendoza para revalidar la vieja e intensa relación con el público local. El frontman afirma que no tiene claro cuál es su estilo pero que, a punto de cumplir 20 años de carrera, las ganas de tocar siguen intactas. Mañana en Maipú.

Martín “Mono” Fabio: “La banda está por sobre todas las cosas”
Martín “Mono” Fabio: “La banda está por sobre todas las cosas”

legría, fiesta, diversión, son algunos de los adjetivos que le caben a la música de Kapanga. Sin márgenes y una forma concreta que los guíe en su manera de componer, la banda liderada por Martín Mono Fabio no pierde su grata costumbre, la de generar adrenalina pura en cada uno de sus shows.

Con esa marca registrada y desenfadada que los caracteriza, luego de un año de su debut en el auditorio Bustelo, regresa mañana a los escenarios de El Santo, un lugar que fue testigo de su crecimiento y locura.

“Ir a tocar otra vez a la provincia nos gusta mucho. Siempre lo recalco que fue uno de los lugares que siempre nos apoyaron desde los comienzos de Kapanga.

Y El Santo en particular, ya perdí la cuenta todas las veces que fuimos. La primera vez fue en el '98, así que mantenemos la relación con esa sala. Y el crecimiento del lugar es un poco el crecimiento de nuestra banda. Cuando era un galpón chiquitito donde no cabían 700 personas, y ahora es una mega estructura para los recitales”, dice El Mono desde Bariloche donde se tomó unos días para pasear y descansar.

En 2013 grabaron un show en ciudad Konex, registrado en un DVD que saldrá a la venta el 10 de noviembre. Mientras, Kapanga continúa presentando su último álbum “Lima”. “Hicimos dos giras internacionales, recién llegamos de España, y seguimos subidos al tren de ‘Lima’ -salió hace dos años- porque seguimos presentándolo por primera vez en otras ciudades”.

-En su ADN llevan el rock festivo y alegre, ¿dentro de qué estilo musical está Kapanga?

-No sabemos cómo es nuestra forma. Nunca fuimos una banda dark para transformarse en una banda que hace canciones para bailar. Son mezcla de estilos, hay temas más festivos que otros, o la mezcla del cuarteto con el ska. Eso era especial al principio, hoy eso es parte del ADN de Kapanga.

El cuarteto que hacemos es un cuarteto rock. Ni siquiera sabemos nosotros qué es. Pero también vamos a otros países a tocar y la gente nos relaciona con el ska, y sabemos que nuestras canciones no son de ska pura. Es toda una mescolanza bastante importante que viene con nosotros desde hace 20 años.

Siempre estamos en la búsqueda de otras cosas, de no quedarnos en eso, con las canciones que tenemos podemos relajarnos un poco y disfrutar un poco más. Pero somos inquietos y tenemos ganas, queremos seguir tocando. Estamos como si fuésemos nuevos.

-Eso es genial después de tanto tiempo, y que el cuerpo pasa factura...

- Yo el momento que más disfruto es cuando canto. Para mí no es desgastante. Después está todo lo demás, el viaje, la organización, la previa, toda la movida que el común de la gente no las ve. Entonces cuando el shows sale bien, ahí me relajo, pero la parte que mejor me siento es cuando salgo a cantar. Lo demás es cotidiano.

Las ganas que tenemos siguen, no sabemos si hay otra forma. No nos tomamos un año sabático y vemos qué hacemos. No sabemos como es estar un fin de semana en nuestras casas. Pero estamos acostumbrados, y si nos quedamos en casa disfrutamos mucho pero también nos sentimos raros.

-¿Y qué dicen las familias?

-En todos estos años aprendí que todos esos momentos son importantes. Estar con la familia es vital, porque tenemos otras necesidades. No es fácil tener unas compañeras que te banquen en todo, de que tus hijos te aguanten, que más de la mitad del año no estés en tu casa, son cosas que influyen en la otra vida que tenemos los Kapanga.

Por ejemplo me doy cuenta que mi hijo tiene 13 años y está en una etapa que me pierdo cosas, por ser de Kapanga. Pero también lo que nos pasa es eso, la banda está por sobre todas las cosas. Ese es el compromiso que tenemos nosotros mismos, es nuestro trabajo.

-¿En algún momento se te pasó por la cabeza dejar la banda para tener otra vida más tranquila?

-Me tuve que acostumbrar. Hasta que los cuerpos digan basta, pensamos que podemos estar bien. Nuestro grupo humano como banda es buenísima. En ningún momento planteamos el tema de parar y tomarse un tiempo.

¿Te pasa con una pareja no te va a pasar con una banda? Lo complicado es que es una pareja de muchos y todos hombres que es un temas (se ríe). Muchas veces cuando las situaciones fueron tensas, siempre prevaleció la banda. Yo siempre cuanto la anécdota que este compromiso es desde el comienzo.

En el año '98 tocábamos por primera vez en Mar del Plata, en un lugar para 120 personas. Y ese mismo día se muere el papá de Miguel el guitarrista. Nosotros nos fuimos a Mar del Plata y Miguel no viajó, no sabíamos si íbamos a tocar o no. En esa época no había internet ni celulares.

A las ocho y media de la noche estábamos en un bar, porque ni siquiera teníamos hotel, y apareció Miguel con la guitarra colgada al hombro que venía del entierro de su padre, y venía a cumplir su obligación con la banda. Y no éramos lo que somos hoy, y eso marca un poco el compromiso que tenemos. Está sobre las cosas más horribles que puede pasar una persona.

A los 45 años, este hombre nacido en Quilmes que pasó por el servicio militar, lleva tatuado en su brazo al Gauchito Gil y habla como cualquier chico de barrio, intenta ser un hombre común, que arriba del escenario es El Mono, el personaje con la que explora su costado artístico y atrevido.

-Tu personalidad descontracturada, es un poco la esencia de la banda...

-La gente cree que estoy todo el día bailando, hinchando las pelotas, y no es así. Me tocó ir a un cumpleaños de 15 de la hija de un amigo, y llegué, me senté  y no me levanté ni al baño. Onda: no te bailo el tema, y tampoco soy de esos que arman la fiesta. A través de Kapanga expreso esas cosas que haría en privado, en público.

Después veo videos y me doy vergüenza. Cuando tomo conciencia no me veo como yo, ya no es Martín Fabio, sino el Mono. Tiene libertades que Martín no se las puede dar. Trato de separar quién es él y quien soy yo.

-Es la forma que encontraste de convivir con tu trabajo, y con el hombre común..

-Quiero ser un hombre común. Cuando puedo soy, pero mientras sea el momento del show soy el Mono de Kapanga.  Aprovecho mucho lo que nos dicen, que somos alegría y fiesta, porque creo que todo vuelve en la vida, y las buenas vibras se multiplican. Y por algo tengo una vida feliz haciendo las cosas como las hago.

-¿Tienen pensado algún proyecto a futuro con La Mona Jiménez?

- Sería un poco como la asignatura pendiente que él esté en alguna canción de Kapanga. También tengo que decir que yo nunca lo invité. En todo este tiempo siempre las cosas se dieron de una manera natural.

Tenemos una relación con él y su familia, y quiero que la historia sea de esa forma, como esa relación que tengo con él, del chabón que fue a verlo a un recital a hoy compartir un Luna Park.

En otros casos sí lo hemos pedido, como sucedió con Ciro o Skay, que amablemente aceptaron tocar con nosotros. Algunos te dicen que sí y otros que no. Pero con La Mona será, estoy seguro, de una manera natural.

La ficha

Kapanga

Día: sábado 25 de octubre
Hora: A la 0.30
Lugar: Estadio El Santo (Isidro Maza y Pescara, Maipú)
Entradas: $30 (mujeres), $80 (hombres).

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