Martín Bossi: “Yo trabajé para que me quieran”

El humorista presenta su último trabajo, “Bossi Master Show”, la semana próxima en Mendoza. Pero antes de eso, pasó por nuestra redacción.

Martín Bossi: “Yo trabajé para  que me quieran”
Martín Bossi: “Yo trabajé para que me quieran”

Martín Bossi llegó el martes pasado a la provincia y revolucionó cada espacio en el que se presentó. La redacción de Los Andes no fue la excepción, y allí el humorista brindó una desopilante entrevista que culminó con una imitación del "10" de la Selección.

Sin embargo, el personaje desaparece cuando las cámaras se apagan. Y queda solamente el actor que después de una mañana ajetreada todavía está dispuesto a responder alguna que otra pregunta sobre su carrera y el espectáculo que presentará la próxima semana.

Entre estornudos y pañuelos descartables, Bossi se acomoda en el sillón, pide disculpas y dice: "Todos culpan al Zonda. Así que yo quiero hablar con esta persona que me tiene tan mal".

Nuestra provincia es la primera parada del espectáculo que convocó a más de 75.000 personas en Buenos Aires y que, además, lideró la temporada en Mar del Plata.

"Yo no creo mucho en las fronteras, pero sí en los lugares. Y Mendoza me gusta mucho, me hace sentir de una forma muy familiar. Lamento decir que, a pesar de que yo amo mi lugar, la velocidad con la que se vive en Buenos Aires hace que ese calor hogareño y sencillo se pierda".

–Pero acá no pasa eso...

–Ustedes tienen todavía esa medida justa que recupera el calor perdido. Ojalá que no se contaminen, porque acá se dan cosas que hacía mucho tiempo no veía. La gente se detiene, te saluda y se interesa por vos. Los mendocinos no están apurados, y eso me encanta.

–Vas a estar varios días en Mendoza. ¿El vino va a ser el protagonista de tus planes?

–Yo soy abstemio. Así que cuando digo que me gustaría ir a una bodega, lo hago más que nada por folclore. Pasa lo mismo cuando digo: “Che, vamos a tomar mate a casa”. Nunca sucederá porque no tomo mate. “¿Tomamos una cervecita?”. Bueno... tampoco tomo cerveza (risas).

–¿Hay algo que sí tomés?

–Jugo, agua... soy un aburrido total. También gaseosa, pero eso es cuando estoy muy zarpado. Y claro... que sea light.

–Entonces descartamos la idea de que sos de los que se toma un traguito antes de subir al escenario.

–Olvidate, me duermo y la gente también. Mirá lo que es la vida... me encanta Mendoza, pero no tomo vino. Igual, ustedes son mucho más que eso.

Un todoterreno

Con más de 15 años de carrera, el imitador afirma que nunca excluyó ninguna temática para hacer humor. “Si se lo toma con responsabilidad, todo tema puede convertirse en humor”, asegura.

–Has interpretado a numerosos personajes. ¿Hay algo de todo eso que se haya convertido en tu favorito?

–Así es: poder estar una hora y media de frente con la gente. Eso es lo que considero “mi favorito”. Poder hablar con ellos es un mérito para mí. A lo largo de mi vida me he enmascarado para decir la verdad: mentía para decir la verdad. Sin embargo, hoy, y gracias a Dios, en gran parte del espectáculo y sin pelucas puedo lograr estar con la gente y eso no tiene precio. Esa es mi parte favorita.

–¿Y el público? ¿Te pide por algún personaje en especial?

–No me piden nada, te lo juro. No quiero pecar de soberbio, pero creo que la gente me quiere a mí y no a mis personajes. Y eso da paso a nuevas etapas de mi vida.

–¿Cuáles?

–Quiero seguir haciendo cine, comedia con mi cara. Sucede que a los 40 años, uno ya se tiene que hacer cargo de lo que piensa y dar la cara... no andar enmascarándose. Aunque lo tomo como un recurso que la gente disfruta, me parece importante amenizarlo. La gente no me para en la calle para decir “hacé tal personaje”. Ellos me detienen y sueltan un “hola, Martín”. Y eso es un mimo para mi alma.

–¿Cómo te trata la exposición?

–Voy a ser honesto: yo trabajé para que me quieran. Básicamente hago esto por una necesidad de cariño y que me presten atención. Hago terapia, pero prefiero el escenario. No estoy de acuerdo con esos artistas que luchan para ser conocidos y una vez que lo logran se ponen vidrios polarizados, andan con cuatro patovicas y salen con gorra y anteojos. Yo no ando huyendo de la gente.

–La gente ve eso y te lo devuelve con mucho cariño

–Exacto. No me siento solo en ningún lado. Ellos me paran en la calle, conversamos, me piden la foto y nos despedimos. El día que no lo haga va a ser peligroso para mí y no porque no se acuerden de mi trabajo. No es un tema de ego, es un tema de compañía. Es una fiesta para mí salir a la calle.

–Las redes sociales se han convertido en un puente que une al artista con su público. ¿Cómo te llevás con ellas?

–Son herramientas que ocupan un lugar muy importante de comunicación que además complementa mi trabajo en el escenario. En cuanto a compartir mi vida, exhibir a mis hijos (que no tengo), mostrar a mis mascotas, lo que estoy comiendo o publicar mis abdominales en una playa del Caribe, no lo necesito. Y con respecto a las críticas, veo un nivel de violencia y resentimiento muy grande. Por eso no le doy mucha trascendencia a los insultos en las redes. Pero lo hago porque tengo mucha piedad... hay mucha gente que no es feliz.

Bossi Master Show

Con guion de Martín Bossi y Emilio Tamer, el espectáculo dirigido por este último junto a Manuel Wirzt tendrá tres funciones en la provincia.

“Me gustaría aclararle a la gente que me detiene en la calle que este espectáculo es nuevo. A veces se presta a confusión porque todos llevan mi nombre. Pero sí, es un estreno”.

–¿Por qué elegiste ese nombre?

–Es un show de maestros en donde homenajeamos a todos. Desde grandes bandas como The Rolling Stones, The Doors, Kiss hasta los nuestros: Spinetta, Cerati, Pappo, Virus, Miguel Abuelo, Calabró. Por ejemplo, con Carna hacemos un homenaje a Porcel y Olmedo, no a “Olmedo y Portales”.

Después sí, celebramos el amor, la amistad y el juego. Principalmente hacemos foco en esta parte lúdica que estamos perdiendo. Durante un tiempo la gente me permite estar sin máscaras haciendo lo que más me gusta: jugando y haciendo comedia y comicidad con el público.

–¿Cómo hacés para elegir los personajes de cada espectáculo?

–Es un trabajo en conjunto con el autor y el director, Emilio Tamer. Igual no hay mucha opción, si vas a homenajear a grandes del rock no podés dejar afuera a Cerati y a Spinetta.

–¿Qué tal el trabajo con Jorge Carna Crivelli"?

–Él es un gran amigo y una excelente persona. Y yo trabajo con amigos. Carna estuvo trabajando dos años para componer el personaje de Porcel. Y la verdad es que da escalofríos... la gente se vuelve loca con él.

–Hay más de 20 artistas en escena. ¿Cómo te acompañan?

–Yo soy uno de los productores del show así que te puedo decir que es un gran esfuerzo sostener una banda en vivo con tanta gente trasladándose por el país. Pero yo apunto a la calidad, porque eso es lo que merece la gente: un big show, una banda en vivo, un cuarteto de violines y un buen estornudo como este. ¡Maldito Zonda!

La ficha

Bossi Master Show

Día y hora: viernes 27 a las 21 y 23.30 y sábado 28 a las 21.

Lugar: teatro Plaza (Colón 27).

Entradas: $ 800 (Platea A), $ 750 (Platea B), $ 700 (Platea C) y $ 600 (Pullman A).

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