El portavoz vaticano, padre Federico Lombardi, anunció ayer al anochecer en Italia que el Cónclave de 115 cardenales electores, menores de 80 años se iniciará el próximo martes 12. Esa misma tarde tendrá lugar la primera votación en la Capilla Sixtina y desde el miércoles los purpurados depositarán su voto en una urna dos veces por la mañana y dos veces por la tarde. Para ser elegido, el nuevo pontífice debe recibir los dos tercios del Sacro Colegio, o sea 77 votos.
El futuro Papa instalará provisoriamente su despacho en el vecino Pensionado de Santa Marta, donde durante el Cónclave se alojarán los cardenales electores, y allí permanecerá varios días hasta que estén listos los arreglos en los aposentos papales del tercer piso del Palacio Apostólico, que fueron herméticamente sellados desde la noche del 28 de febrero, cuando comenzó la sede vacante tras la renuncia de Benedicto XVI.
En la Capilla Sixtina, junto a la basílica de San Pedro, se apuran los preparativos para nivelar el piso, colocar las mesas y las sillas de los cardenales y las urnas, junto con las estufas para quemar las tarjetas de voto y para mandar por la chimenea las "fumatas negras" de cada elección en la que no se logró el consenso necesario y la "fumata blanca" que anunciará a la multitud reunida afuera, en la plaza de San Pedro, que el mundo tiene ya al Papa número 266 de la historia.
San Pedro, convertida en una plaza global en estos días, es un hervidero junto con las dos salas de prensa vaticanas atiborradas por más de cinco mil periodistas acreditados.
En la conferencia de prensa diaria, el padre Lombardi dijo que en las cinco congregaciones generales preparatorias del Cónclave han hablado más de cien cardenales y que "hay muchos que están inscriptos" para hablar. Cada purpurado tiene cinco minutos de tiempo. El lunes tendrá lugar la última congregación.
Lombardi recordó que todos los temas han sido abordados y que en la sesión de anteayer por la tarde y ayer por la mañana, en la Sala del Sínodo, se afrontaron cuestiones como el diálogo interreligioso, la bioética y la cultura contemporánea.
El jesuita Lombardi destacó que los cardenales también apuntaron la importancia de "un anuncio alegre y positivo" del cristianismo en el mundo de hoy.
Lombardi y sus ayudantes, que hablaban en inglés y español, dirigieron especiales saludos a las periodistas mujeres y felicitaciones a todas las mujeres del mundo al celebrarse su día.
También se anunció que antes que comience la primera votación, en la que en general los cardenales tienden a dispersar su sufragio, el cardenal de Malta, mayor de 80 años y por lo tanto no elector, Prosper Grech, hará una reflexión a los 115 purpurados electores reunidos en la Capilla Sixtina.
Las ceremonias del Cónclave se inician con la misa "Pro Eligendo Romano Pontifice" en la basílica de San Pedro. Por la tarde hay una procesión de los cardenales desde la Capilla Paolina hasta la Capilla Sixtina. El secretario del Cónclave después dice con voz fuerte "extra hommes" mientras cierra las puertas, para exigir que se vayan todos los que no están autorizados a entrar en el recinto del Cónclave.
Además de los 115 cardenales electores, del aislamiento que se espera sea absoluto participan los técnicos y el personal de servicio, junto con un grupo de agentes de seguridad.
Los purpurados se alojarán en el Pensionado de Santa Marta, donde han sido preparadas 120 habitaciones con baño, que utilizarán los 115 electores. Habrá pequeños pullmans para recorrer los escasos 300 metros hasta la Capilla Sixtina, ida y vuelta. Los cardenales que lo deseen podrán ir y venir caminando, pero nadie se les puede acercar. Habrá una patrulla de la Gendarmería Vaticana para controlar que no sea violado el aislamiento. Está prohibido a todos, cardenales incluidos, tener grabadores, teléfonos celulares y cualquier otro ingenio electrónico durante el Cónclave. Con aparatos especiales la Gendarmería controlará también el respeto de estas disposiciones.