La NASA redujo la lista de lugares el 10 de febrero pasado, al final de un taller de tres días realizado en Monrovia, California, para discutir a fondo hacia dónde irá la nave espacial. La decisión final, que se tomará uno o dos años antes del lanzamiento, será una de las más trascendentales de la exploración a Marte. Las rocas que junte el explorador Mars 2020 probablemente dictarán las preguntas científicas que serán probadas en las próximas décadas.
"¿Qué pasaría si fuera el único conjunto de muestras que llevemos a la Tierra de un sitio conocido de Marte?", se pregunta Briony Horgan, una científica planetaria de la Universidad de Purdue, en West Lafayette, Indiana. Hasta ahora, las únicas piedras de Marte que han estudiado los investigadores son los meteoritos, que llegan a la Tierra despojados de su contexto geológico original.
Los tres sitios de aterrizaje todavía en disputa incluyen al cráter Jezero, que alguna vez fue casa de un antiguo lago marciano y que conservaría restos de vida microbiana, si es que alguna vez existió en Marte.
"Tenemos un gran río llevando agua y sedimento a un lago muy grande, comparable con el lago Tahoe", dice Timothy Goudge, un científico planetario de la Universidad de Texas, en Austin. Jezero fue el que más puntos obtuvo en una votación de la comunidad de científicos que asistieron al taller.
Otros sitios probables son Noreste Syrtis, donde aguas calientes alguna vez circularon por la corteza y que podría haber soportado vida, y las Montañas de Columbia, el área estudiada durante años por Spirit, el explorador de la NASA.
Camino rocoso
Al contrario de Jezero y Noreste Syrtis, las Montañas de Columbia no sacaron muchos votos entre la comunidad. Y en otro informe de asesoría de esta semana, un grupo de científicos del proyecto 2020 recomendó explícitamente no volver a visitar el lugar. Ese informe sostuvo que enviar el explorador 2020 a las Montañas de Columbia tenía pocas probabilidades de resolver la confusión sobre si sus rocas de sílice (que se parecen a los yacimientos hidrotermales de la Tierra) podrían relacionarse con la vida.
Pero Matthew Golombek, un científico planetario del Laboratorio de Propulsión a Chorro, en Pasadena, California, dice que las Montañas de Columbia, al igual que Jezero y Noreste Syrtis, presentan una oportunidad de primera para explorar posible vida marciana pasada. El explorador 2020 llevará instrumentos científicos que podrían abordar cuestiones sobre las rocas de sílice en mejor forma que el Spirit, afirma.
"Es la única ubicación en Marte que conocemos que tuvo una fuente termal", indica Golombek, quien co-preside el proceso de selección de sitios. Golombek señala que las Montañas de Columbia también tienen una variedad de fallas geológicas cercanas, como un antiguo flujo de lava del que podrían datarse muestras para proveer una muy deseada edad absoluta de las rocas marcianas.
La opción de las Montañas de Columbia probablemente será controvertida. Horgan dice sentirse "decepcionada" de que el comité de selección del sitio haya ido contra la recomendación del taller y el panel de asesoría sobre las Montañas de Columbia, aunque se siente contenta con Jezero y Noreste Syrtis.
La NASA quiere un sitio de aterrizaje donde alguna vez fluyó agua para incrementar la probabilidad de que el explorador descubra evidencia de cualquier vida pasada (como componentes orgánicos, moléculas biomarcadoras o incluso microfósiles). Pero el sitio también debería ser fácil de atravesar, porque el explorador va a tener que empezar a perforar rápido para recabar al menos 20 muestras de piedra en aproximadamente dos años. "Tenemos que poder llegar a eso", dijo durante la reunión Abigail Allwood, una astrobióloga del Laboratorio de Propulsión a Chorro.
Olvidadas en el camino
Ese requisito, junto con otros retos, sacó al cráter Holden de la lista de posibilidades. El explorador habría tenido que manejar grandes distancias por el sitio para recolectar distintos tipos de muestras geológicas. Y siendo la ubicación más sureña de la lista larga, hubiera expuesto los tubos de muestras a fuerte luz solar y altas temperaturas, lo que podría haber comprometido las pruebas futuras.
También quedó fuera de la competencia el cráter Eberswalde, que obtuvo el tercer lugar en la votación de la comunidad pero que también está muy al sur y se pone muy caliente, dice Golombek.
El cráter Jezero ofrece el mismo tipo de ambiente de lago antiguo sin el riesgo planteado por las altas temperaturas, sostiene. Y Mawrth Vallis, el cuarto lugar seleccionado por la comunidad, pese a ser rico en arcillas, no está tan claramente conectado a un ambiente posiblemente alguna vez habitable, explica.
Nili Fossae, donde una nave especial en órbita había visto metano elevándose desde Marte, y Suroeste Melas, otro lago antiguo, tampoco entraron a la lista. Ninguno sacó tantos votos como los principales candidatos en lo que respecta a potencial de rendimiento científico.
La NASA no ha ni diseñado ni presupuestado cómo llevar a la Tierra las muestras de rocas marcianas. Así que el explorador 2020 perforará y recolectará las muestras, y después las colocará sobre la superficie marciana para ser recuperadas por una misión aún no planificada.
La Agencia Espacial Europea lanzará su propio explorador a Marte en el año 2020, con destino a Oxia Planum. China también tiene planeado enviar uno ese año, cuando el alineamiento de la Tierra y Marte sea favorable para lanzar misiones entre ambos.
