El mármol es un material empleado en la decoración que se reinventa y forma parte de espacios en los que tradicionalmente no ha estado presente pero donde, sin embargo, consigue dar un aire diferente y especial.
Ya no sólo lo encontrás en mesadas de baño, por ejemplo, sino que es una piedra natural que podés utilizar, también, en fachadas, paredes, muebles y complementos.
CARACTERÍSTICAS DEL MÁRMOL
Es un material elegante, de mucha calidad, muy resistente y compacto. Lo podés introducir en una decoración de estilo moderno y también en un estilo rústico o clásico. Transmite pureza y limpieza. Aguanta perfectamente la humedad y por eso es válido para ambientes exteriores, piscinas, cocinas, baños, etc. Podés encontrarlo con diferentes acabados para poderlo ajustar perfectamente a tu tipo de decoración preferida para tu vivienda.
OBJETOS DECORATIVOS
La primera idea consiste en llevar el mármol hasta tu casa en forma de complemento decorativo. Vasos, bandejas, portavelas, jarrones, macetas… Como podés ver, permite diseñar unos objetos muy elegantes y con personalidad, que quedarán muy bien, por ejemplo, en una decoración de tipo minimalista o incluso con estilo industrial.
MESADAS
El mármol es muy resistente, impermeable e higiénico. Por eso, lo más habitual es encontrarlo en las mesadas de la cocina y en las del baño. Solamente debés tener cuidado en su limpieza, ya que puede absorber algunos productos o grasas. Tampoco deberás apoyar nada muy caliente sobre él porque dejará una huella que quedará con vos para siempre… Así que debés extremar las precauciones si decidís emplearlo como mesada. En la cocina, podrás usarlo tanto en diseños clásicos como en otros más modernos. Es muy versátil.
EN PAREDES INTERIORES
Si decidís colocarlo en alguna pared interior deberás optar por un espesor pequeño para que sirva de revestimiento. Lo podés colocar en la pared frontal de la cocina o incluso en un living; los expertos recomiendan colocarlo en pequeñas cantidades, para evitar que el espacio adquiera un aire demasiado frío. Lo podés combinar con otros materiales que aportan mayor calidez.
MESAS DE MÁRMOL
Podés dar a tu living un toque divino colocando una mesa central de mármol. En pequeñas dosis siempre es bien recibido. Con este material, volvemos a hacer uso de una de nuestras premisas preferidas: menos es más.
EN EL BAÑO
El baño es el espacio por excelencia donde siempre hemos visto el mármol. Lo podés colocar en las mesadas del lavatorio o incluso el propio sanitario puede estar hecho de mármol. También las paredes de la ducha. Si lo empleás en el piso, por ejemplo, debés tener precaución porque su acabado pulido natural, si se moja, puede resbalar. Existen distintos colores para las baldosas y azulejos más allá del clásico blanco, por lo que podés diseñar un interior lleno de personalidad. Y como cada una tiene un veteado único, tendrás ocasión de crear un baño totalmente a tu gusto.
CÓMO COMBINAR EL MÁRMOL
El mármol blanco combina con prácticamente cualquier color, aunque lo cierto es que queda especialmente bien si lo utilizás junto con el negro o el bronce, por ejemplo. En cuanto a otros materiales, la madera le aporta ese contrapunto de calidez y también lo podés usar junto con el hierro, el vidrio y el cobre.