En Argentina una de cada diez personas fallece por muerte súbita y entre un 15 y 20 por ciento de la población sana ignora que puede perder su vida por esta causa. Toda muerte súbita, sobre todo en personas jóvenes y sanas, implica un gran impacto emocional y social, por lo que es importante poseer información y saber cómo actuar frente a una situación de riesgo cardíaco.
El Dr. Francisco Femenía detalla que "la cusa final del paro cardíaco que lleva a la muerte súbita, es una arritmia denominada fibrilación ventricular la cual provoca que el corazón deje de latir bruscamente. Éstas dependen de la edad, siendo en personas jóvenes la miocardiopatía hipertrófica, la más frecuente, seguida por cardiopatías congénitas y arritmias cardiacas de origen genético (síndrome de QT prolongado, displasia arritmogénica, síndrome de Brugada), y la enfermedad vascular coronaria en adultos mayores de 40 años".
Los factores de riesgo son: antecedentes de muerte súbita familiar, hipertensión arterial, diabetes, obesidad, tabaquismo, infarto previo, sedentarismo e ingesta de sustancias prohibidas. El conocimiento de los mismos es una condición fundamental para poder detectar y actuar adecuadamente (a fin de evitar la muerte) frente a este tipo de accidentes cardíacos graves.
¿Hay riesgo en el deporte?
El ejercicio físico y la práctica de deportes son un claro indicador de que una persona lleva una vida saludable, pero en los últimos años se han dado numerosos casos de muertes súbitas de deportistas en todas las categorías y disciplinas.
Durante los últimos años este accidente cardíaco se cobró la vida de un maratonista de 27 años en Córdoba, de un joven de 26 años que practicaba crossfit en Buenos Aires, de un adolescente argentino de 17 años mientras jugaba un torneo de rugby en Sudáfrica, de otro niño de 13 años que entrenaba con su equipo de rugby en Entre Ríos, del medallista olímpico de vóley Vigor Bovolenta en 2012, de dos jugadores de la liga inglesa en un mismo año (2008), de un defensor de 22 años en el Sevilla (2007), entre muchos otros.
Frente a tantos casos de personas jóvenes que gozan de una aparente buena salud cabe preguntarse si es posible que el deporte incremente el riesgo de sufrir una complicación cardíaca, pero los especialistas concuerdan en afirmar que en el deporte existen los mismos riesgos que pueden existir en el sedentarismo.
Frente a esto Femenía afirma "no cabe ninguna duda que el deporte es salud, pero si lo hacemos hay que realizarlo en forma segura y controlada (…), de igual forma que existen extinguidores para evitar morir quemados, debería haber un desfibrilador en cada esquina. La única posibilidad de que alguien sobreviva a una muerte súbita es que haya un desfibrilador cerca".
Del decir al hacer
Si bien esta realidad es tan preocupante como desconcertante lo único que se puede hacer al respecto es tomar acciones inteligentes que permitan
actuar con celeridad frente a un eventual accidente cardíaco de este tipo, “
cada minuto que una persona se encuentra en fibrilación ventricular se reduce en un 10% la posibilidad de sobrevida
” sentencia el especialista.
La importancia capacitar a la población general en técnicas de Reanimación CardioPulmonar (RCP) y manejo de Desfibrilador Externo Automático (DEA) es crucial ya que genera espacios deportivos seguros y controlados.
Frente a esto el club de rugby mendocino Maristas ha materializado su preocupación incorporando un DEA y la capacitación en RCP para toda la comunidad (entrenadores, profesores de educación física, managers y padres en general) transformándose en el primer club de rugby de la región Cuyo en contar con un espacio cardioprotegido.
