Hace 34 años que da clases y su talento fue moldeando a grandes campeones que ha tenido nuestra provincia como Jesús Lugones (doble Olimpia de Plata) y los hermanos Carla y Andrés D'Amico, todos múltiples campeones.
Hoy, a los 56 años, Marisil Puga sigue ganando títulos. Viene de ser campeona sudamericana masters en Paraguay y se prepara para el Panamericano de Bolivia. Más allá de sus éxitos, ella sigue pensando sólo en sus dirigidos. "Yo voy a acompañar a los chicos, eso es lo más importante", dice a cada paso.
Marisil cuenta que comenzó a los 11 años a hacer esgrima impulsada por su abuelo, Pedro Andrés Quiroga, quien era militar retirado de caballería. "Él amaba la esgrima y había competido con Perón. Me contaba anécdotas y me fue enseñando y contagiando su pasión". Pasaron 40 años desde que consiguió su primer título como campeona juvenil de florete. En el medio hubo múltiples éxitos, tanto en espada como en florete.
"La esgrima me enseñó las cosas buenas y las cosas malas. Ha sido mi vida, primero como deportista y después como profesora. Uno a sus alumnos sin querer los marca, porque se les enseña que el deporte es mucha voluntad. Lo mejor que tengo es el abrazo de los chicos cuando te ven. Para mí, todos mis alumnos son como mis hijos".
Hoy tiene a 40 chicos en la Universidad Nacional de Cuyo a los que le sigue transmitiendo su pasión por la actividad. "Al principio daba clases también en el Club de Gimnasia y Esgrima, pero los tiempos no me daban porque también soy la profe de educación física de la escuela Patricias Mendocinas, en donde tengo a 500 alumnas por año", cuenta y agrega que "también me gustaría poder volver a Regatas, que fue el club en el que yo me inicié".
Con la humildad de las grandes, busca no hablar mucho de ella y se deshace en elogios hacia sus dirigidos. "Este año fue fructífero en resultados. Franco Catapano fue tercero en el argentino y nacional de espada y 4° en florete pre infantil. Además, junto a la sanrafaelina Sara Bignolo ganaron el oro para Mendoza en los Juegos Evita. Mientras que Mateo Kristich fue tercero en espada infantil".
Cuenta que se preocupa mucho por el desarrollo de la esgrima y especialmente en lo que ocurra con los chicos de pre infantiles e infantiles. "Por eso pedimos realizar el nacional de marzo en Mendoza. Tengo que destacar además el gran apoyo que nos da la Universidad Nacional de Cuyo, que apoya a todos los deportistas para poder viajar.
En mi época, era muy difícil poder estar en todos los torneos y teníamos que ir eligiendo. Es un deporte amateur en el que hay que pagarse todo. Por esa situación, yo no pude ir al Mundial de Francia el año pasado. Lo mismo me pasó en el 2016, donde quedé segunda en el Sudamericano".
