Marisa Garnica: "La tarea con la DGE se orientará al estudio de accidentología vial”

Su nombramiento causó polémica porque siendo profesora de Educación Física estará al frente de un nuevo organismo para prevenir las muertes de tránsito. Ella dice que no teme a las críticas y que trabajará para “ejecutar”. Sus planes.

Marisa Garnica: "La tarea con la DGE se orientará al estudio de accidentología vial”

La seguridad vial - y mas propiamente, la inseguridad vial- es un tema que a los mendocinos nos ocupa con frecuencia. Pasado cada fin de semana, lamentablemente, los medios reflejan en sus pantallas, portadas y tapas un saldo trágico, que casi siempre se presume evitable.

En medio de este contexto, Marisa Garnica (48) fue nombrada al frente de una nueva área gubernamental: la Unidad Ejecutiva de Seguridad Vial. Aún no asumió y está a la espera del arribo de autoridades nacionales para que el organismo pase a formar parte de la Agencia de Seguridad Vial Nacional (ANSV), un ente que depende del Ministerio del Interior. Según indicó la flamante funcionaria, sería esta semana cuando se haga oficial la creación de esta unidad y de su cargo.

En diálogo con Los Andes y siempre destacando que no deseaba hacer anuncios que corresponden al gobernador Francisco Pérez, adelantó las ideas -algunas de ellas fuertemente relacionadas con la educación- que tiene en mente de cara a lograr una solución progresiva a esta problemática que a veces parece el pan de cada día.

Su nombramiento generó polémica: muchos compararon su situación con la del ex director del Zoológico, el artista plástico Norberto Filippo. Es que Garnica es profesora de Educación Física y, si bien cuenta con más de diez años en la política (ver aparte), nunca se ha desempeñado en el ámbito de la seguridad vial. Casada con Omar Parisi, ex intendente de Luján de Cuyo y actual titular del Instituto Provincial de la Vivienda, sabe lo que es la exposición pública, a la cual asegura no temerle.

-¿Le da miedo que la juzguen por esta situación similar a la de Filippo?

-No, las cosas se pueden aprender. Yo fui coordinadora de la unidad ejecutora de obras de la Municipalidad de Luján -durante la intendencia de Omar De Marchi- y mi jefe me decía que no estaba de acuerdo con mi designación. Pero si me han elegido es porque ven en mí que tengo la capacidad de gestionar, de avanzar, de llevar acciones públicas y privadas y lograr acciones políticas. Finalmente, traducir eso en políticas de Estado. Las críticas buenas sirven, pero las críticas mal intencionadas son para que abras los ojos.

Lo que me hace saber que soy profesora de Educación Física es que voy a necesitar de todos, valerme de todos. Porque acá no hay mérito propio, hay mérito de todos. Yo soy una mendocina más, si esto no funciona me voy a mi casa. Si funciona, funciona para mis  hijos, para mis viejos, para todos. Por ahí me han preguntado si me sorprende el cargo. Y yo digo: la vida me ha sorprendido, porque yo siendo profesora de Educación Física he ocupado cargos y otros lugares que no tienen que ver con mi profesión. Mi tarea será la de coordinar, de integrar, de escuchar. Mi objetivo es gestionar transversalmente. Ser el brazo ejecutor de todo lo que se planifica, de lo que se estudia.

-¿Cómo ve la realidad vial de Mendoza?

-Casualmente cuando venía para acá identificaba qué pasa en la calle. Cómo la gente cruza el semáforo cuando lo tiene en verde para el automóvil. Cómo intentamos acelerar para cruzar el semáforo en amarillo sin que se pase en rojo para no esperar. Es algo que a mí me parece que va a ser uno de los secretos: trabajar con la prudencia del ser humano, porque todo lo demás puede fallar. Puede fallar el auto, la moto, la bici, pero no la prudencia, el hecho de empezar a tener mejores hábitos a la hora de conducir, cruzar la calle o manejar la bici. Pasa por esa atención que todos prestamos a la hora "de".

Entonces creo que mi tarea fundamental va a ser concientizar. Es una palabra clave. La otra es coordinar. Hay muchas organizaciones gubernamentales  y no gubernamentales que trabajan desde hace muchos años con profesionales, con gente que está en el tema, preparada, con gente que le pone pilas y que no hay que desaprovechar. Es un tema que nos corta transversalmente.

A través de la relación con la ANSV, de los ministerios que tienen acciones concretas con el tema de inseguridad vial, el Ministerio de Seguridad, Transporte, Infraestructura, Salud, DGE, Gendarmería, Vialidad provincial y nacional, Relaciones con la Comunidad, los legisladores -para revisar algunas leyes- con las intendencias, con los intendentes. Todos. Y, obviamente, la pata universitaria si se quiere dentro de lo público y todas las ONG que se ocupan del tema, porque a partir de ese dolor se han movilizado para cambiar la realidad.

Creo que mi tarea va a ser esa. Coordinar a todos estos organismos y la tarea de los medios va a ser fundamental. Lo que se comunica llega y en este cambio cultural, que es lo que se pretende hacer, está la incorporación de hábitos. Que van a llegar, con tiempo.

-Se habla de que es fundamental incorporar en los diferentes niveles de la DGE a la educación vial como materia obligatoria. ¿Le parece que esto es ejecutable en el corto plazo?

-La escuela donde iban mis hijos se preocupaba mucho por el tema ambiental, entre lo que hay que incluir la seguridad vial. Ahí los educaban de manera que los chicos no tiraran papeles a la calle y hasta el día de hoy han mantenido esa actitud. Los chicos absorben, son esponjas, te miran constantemente y copian. Hay que aprender de los niños. Por eso la tarea con la DGE tanto en primaria, secundaria y en niveles terciario, va a ser orientada al estudio de accidentología. También habrá tecnicaturas que tengan que ver con estos temas. Tengo pensado trabajar con docentes jubiladas en la educación vial y ahí te estoy adelantando algo (risas).

Será fundamental trabajar sinérgicamente con lo que se viene haciendo, coordinar e integrar. No desechar nada de plano, escuchar, estar predispuesta, tener una tarea proactiva. La muerte no se puede evitar, pero tratemos de no morir en un siniestro vial.

- Al respecto, ¿se va a insistir con el cambio de denominación de accidente por incidente?

-Sí. El accidente no se puede evitar, el siniestro, el hecho, sí. En el siniestro vial participan en primer medida las personas y está demostrado científicamente. Posteriormente, el medio que usa para movilizarse. Y tercero la infraestructura vial. Hay que concientizar que está en nosotros, no es algo de egocentrismo. Porque por ahí pensamos: "Mirá el pícaro, me pasó", pero quizás llevan un accidentado y por ahí va más rápido de lo que corresponde. No siempre manejás rápido por estar alcoholizado. Hay circunstancias de la vida en donde no siempre andás a la misma velocidad. Creo que el foco lo tenemos que descentralizar en las personas.

-Con las estadísticas los medios nos enfrentamos a todo tipo de datos provenientes de diversos actores. ¿Tienen planeado unificar los números?

- Si vos te metés a la página de la ANSV vas a ver que tiene un observatorio y nosotros tenemos que apuntar a eso. Hay organizaciones que lo tienen, por eso veo que es algo posible. No sé si es difícil o fácil, pero es posible. Falta unir a los actores, pero no lo veo imposible. Hay que dejar de lado las mezquindades porque los datos no son propios, son de la realidad y se deben conocer para diagnosticar bien y tomar buenas decisiones. 

-¿Se les prestará mayor apoyo a las campañas de particulares o de ONG para prevenir accidentes?

-Está pensado ayudar a los particulares. Sucede que el problema del sostenimiento económico no debe venir sólo del Estado. Hay un error en el concepto. Muchas veces el Estado tiene muchos elementos que las organizaciones civiles no tienen, como por ejemplo un policía. Por eso hay que coordinar la acción puntal de padres preocupados con vocación de servicio con elementos propios del Estado, que tenemos que poner a disposición en actividades puntuales, con objetivos comunes.

Pasa que muchas veces primero está el decir que no y luego el escuchar, pero cuando dijiste que no es jorobado volver atrás para decir sí. Entonces, creo que el Estado tiene aparatos y elementos importantes que por ahí no se da cuenta que los tiene que poner al servicio de manera coordinada. No es cuando se quiera, sino cuando se pueda organizar. Con planificación, podemos escuchar a todos y creo que muchos funcionarios no saben el lugar que ocupan. No saben el poder que tienen para ayudar.

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