El atleta paralímpico Mario Gutiérrez ayer estableció un nuevo récord Guinness al instaurar la mayor distancia recorrida en silla de ruedas con un total de 210,681 kilómetros en 24 horas.
El mendocino, de 54 años, realizó esta proeza en la pista sintética de atletismo del Estadio Malvinas Argentinas, en el Parque General San Martín. Gutiérrez comenzó su desafío el sábado, a las 11 de la mañana, y lo finalizó el domingo acompañado por sus familiares y amigos.
"Marito entró en la historia del deporte adaptado mundial, ya que el anterior récord lo tuvo durante siete años el atleta portugués Mario Trindade, con una distancia final de 182,400 kilómetros recorridos en 18 horas y 53 minutos, sobre un total de 24 horas, en el intento realizado el 3 y 4 de diciembre de 2007", explicó su hermano Cristian.
El mendocino logró superar -a las 7 de la mañana- la marca impuesta por el portugués luego de 20 horas y 19 minutos y tras completar 451 vueltas a la pista sintética; sumando 185,361 km. Datos arrojados por Juan Patiño Correa, a cargo del timing con equipos ChampionX.
Gutiérrez cuenta con más de 30 años en el deporte adaptado y tiene varias maratones disputadas a nivel internacional, con el logro haber quedado entre los diez mejores de la maratón de Nueva York en 1999.
“La Asociación mendocina de Atletismo certificó que Mario cumplió un recorrido de 210,682 kilómetros en una pista de atletismo en un período de 24 horas, certificación firmada por el secretario de la entidad y por la Asociación Mendocina de Atletismo Master”, dijo su entrenador, Sergio Córdoba.
“Dentro del reglamento que establece el Guinness tuve que cumplir con dos horas 45 minutos de actividad y solamente 15 minutos para asistencia médica”, explicó Marito Gutiérrez tras la proeza.
El perfil del campeón
El atleta nacido en Las Heras se crió en una familia humilde y perdió a sus padres y a su hermano mayor en un accidente. “Aprendí a caminar arriba de los pies de mi padre, mientras él caminaba hacia atrás. Con el tiempo me fue soltando, dándome un palo de escoba para que me agarrara por si me tambaleaba”.
“Tuve una linda infancia. Mi discapacidad no me estancó y en eso tuvo mucho que ver mi madre, que nunca me sobre protegió. Utilizaba aparatos de rehabilitación cuando iba a la escuela, pero nunca me sentí discriminado”
“Más allá de récord mundial tenía un objetivo claro: fomentar el deporte como medio de inclusión y ayudar a cambiar la visión que la gente tiene del deportista con discapacidad. Tienen que vernos como deportistas comunes, simplemente que lo hacemos de una forma adaptada y en alto rendimiento”, completó Marito Gutiérrez.
