Mario Groisman es uno de los empresarios que se han diversificado en distintas actividades. Si bien su nombre es imposible no asociarlo con el barrio y el centro comercial Palmares, su empresa ha construido grandes edificios como el Da Vinci, entre otros; hoteles; ha desarrollado más barrios privados como Rincón de Arizu y Cerro Alto y también ha logrado hacer crecer sus emprendimientos agrícolas. En la entrevista, su visión de la economía y la construcción.
-¿Qué sucederá con la construcción este año para usted?
-En la construcción los créditos van a ayudar bastante. Mientras baje la inflación van a ser más accesibles en el tiempo. Tenemos el crédito y estamos mejor que en los últimos 12 años. Los últimos fueron complicados.
-¿Y la economía?
-En cuanto a la economía considero que el gobierno no debería ir tan gradualmente. Hay muchas cosas para cambiar que no se están haciendo para mejorar. Van lento en algunos sectores y es entendible porque hay muchos que, por conservar intereses, buscan que se modifique todo menos lo de ellos. Lo de Tierra de Fuego y el ensamblado de celulares era una barbaridad. Se tendría que haber desactivado todo. ¿A quién se le ocurre que eso está bien hecho? No es eso sustitución de importación. Si logramos producir más elementos a menor precio, mejoramos el sueldo a la gente.
Si para comprar un televisor se necesitan ocho sueldos, si baja el precio una tercera parte estamos mejorando el sueldo a la gente y eso impacta en el consumo. El Estado aquí tiene que hacer su ajuste porque el problema impositivo es muy fuerte. Está claro lo que sucede con Chile: todo el costo de escriturar una propiedad es el 0,7% de lo que vale el inmueble. Aquí está en 5% o 6% y lo asume el que compra y se encarece la vivienda. La transferencia de autos también. Eso sólo beneficia a los intermediarios. Hay muchas cosas para mejorar pero sabemos también que hay tensiones y lleva tiempo.
-Es difícil también cambiar demasiado en un año electoral.
Los años son difíciles siempre. Si no hacemos las cosas pensando en cambiar para estar mejor y bien, se complica.
-¿Qué inversiones tiene pensadas para este año?
-Tenemos una política en nuestra empresa que se inició hace años, con valles y subidas pero siempre invertimos, no vamos a parar nada.
Estamos viendo un emprendimiento hotelero y vamos a seguir en Palmares Valley con otros emprendimientos en altura. Vamos a empezar un loteo nuevo y estamos terminando la ampliación del centro comercial que empezamos el año pasado. Vamos por el 85% avanzado.
Estamos esperanzados en que vamos bien; más allá de la demora, hay buenos cambios. Seguimos invirtiendo en nuestras actividades.
Nos gustaría, como a todos, que esto mejorara más rápido.
Los negocios agrícolas: nogales y viñedos
El grupo Presidente también tiene la Finca Altamira en San Carlos con 160 hectáreas de nogales y 40 de malbec. Además posee la Finca Los Árboles en Tunuyán con 55 de nogales y 100 de viñedos y otra en San Juan con 130 hectáreas de viñedos y 100 de olivos.
Estamos duplicando la planta de secado de nueces. Vamos a seguir plantando nogales. Los nogales están en Tunuyán y en La Consulta y plantamos por año entre 40 y 50 hectáreas más. Exportamos todo porque hay mercado afuera como Dubai y Corea. Tenemos la primera cosechadora mecánica de Mendoza.
En cuanto a los viñedos, nuestro principal cliente es Peñaflor y le entregamos casi toda nuestra producción desde hace años. Hemos mecanizado, tenemos que ser eficientes. Bajamos al mínimo los costos. Tenemos buena producción y rentabilidad para poder vender. No tenemos quejas. Bodega no vamos a tener porque es complicado. Hoy se está concentrando mucho.
Hay 5 grupos que tienen el 80% del mercado y entrar ahí es complejo. Preferimos ser productores eficientes y vender a las grandes bodegas porque a ellos no les interesa mucho plantar. Prefieren dedicarse a la elaboración, venta y generación de marca. Somos un buen complemento.
El edificio premiado
Groisman se enorgullece por su edificio Da Vinci, una torre de más de 14.500 metros cuadrados premiado varias veces por su destacada arquitectura. Ganó el Konex y en 2009 también fue distinguido en la bienal de Arquitectura Argentina.
"Es un gran orgullo. Cada vez que salgo del trabajo y lo veo cuando voy a mi casa no puedo creer que esa obra se haya realizado en nuestra provincia. Me pone muy contento verlo", dice Groisman.
El "distrito Palmares"
Groisman cuenta que Palmares empezó hace 20 años con un centro comercial chico y el barrio. Después vino la etapa 2, y más tarde la 3.
“Pasamos al frente y se fue agrandando el centro comercial. Hoy le llamamos distrito Palmares porque a eso vamos. Es armar una pequeña ciudad con todos los requerimientos que tiene que tener. En Palmares tenemos un pequeño centro financiero, hay cinco bancos, hay un centro médico y por eso OSDE va a Palmares a invertir. Iniciamos también un edificio de oficinas. Lo transformamos no sólo en el negocio de retail y gastronomía sino de lo que se requiere a diario: servicios y entretenimientos para que la gente vaya".
