Mario Galván: jazz, intuición y tango

El pianista y compositor es una de las figuras de “Jazz en el Lago”, el festival que ilumina las noches del Parque San Martín y que este año

Mario Galván: jazz, intuición  y tango
Mario Galván: jazz, intuición y tango

La música, para Mario Galván, es un lenguaje que no conoce fronteras. La tomó desde niño, cuando empezó a estudiar piano en Bariloche, y la ha llevado desde entonces al territorio del folclore, del jazz, del tango, del fado, del ruidismo, de la música para películas e incluso para una Vendimia Central (2013).

Y si bien Mendoza lo adoptó en 2002, cuando llegó en plena crisis a buscar un "lugar intermedio" entre nieve y asfalto, Mario Galván ya es uno más entre nosotros. Aquí comparte, junto a los músicos locales, esa energía de autogestión y gran empeño.

Pianista, compositor, director y arreglador multifacético, él se considera además un gran "curioso". Y si muchos lo referenciamos dentro de la escena tanguera, ese afán de "desgenerar" y borrar bordes se manifiesta cuando, en un festival ya clásico como "Jazz en el Lago" (que empieza hoy y termina el domingo) tiene un lugar propio para sus composiciones.

Mañana Mario Galván formará parte del cuarteto donde actuará el destacado bajista Alejandro Herrera (músico invitado), un buen mago jazzero, compositor y sesionista de artistas tan diversos y representativos como Horacio Larumbe, Pocho Lapouble, Luis Salinas, Pappo y Rubén Rada.

Completarán esa zapada Agustín Leal (guitarrista) y el "Zurdo" Paz (baterista), con un repertorio de piezas de Herrera, Leal y algunos standards famosos.

El domingo, por otra parte, se presenta junto a su ensamble (con Lucas Lucchetti, Leonardo Altavilla, Patricio Ibire y Rodrigo Cáceres), para liberar al cielo estrellado un puñado de piezas propias, algunas registradas en su recientemente estrenado disco digital "Walta".

Sin embargo, hay que decirlo, la suya es una peripecia de largo aliento: tocó en Ángel Trío (música de Piazzolla), en el Trío Anselmi-Kusselman-Galván, en Fadangos, en Anselmi Trío y en su orquesta de tango La Runfla. Y una pequeña consagración, puede decirse, fue asumir la dirección de la Orquesta Municipal de la Ciudad de Mendoza hace poco tiempo. 

- ¿Cómo describirías tu trabajo como compositor?

- Yo compongo más desde la rítmica local argentina: tango o folclore. No estoy tan del lado del funk, pero digamos que es un jazz integrado a lo latinoamericano.

- Esa envoltura jazzera se nota en el disco...

- Sí, mis piezas tienen un elemento importante del jazz, como las improvisaciones y la cuestión armónica. Siempre me encuadran en ese estilo, porque no es ni tango ni es folclore, que generalmente se basan más en la canción, en alguien cantando o una estructura determinada, yo lo que hago es netamente música. Tiene mucha impronta jazzera, pero rítmicamente está pensado desde otro lugar.

Si bien Galván se formó en piano clásico desde niño, fue en la adolescencia cuando su cabeza se abrió a sonidos como Nirvana, Metallica y, cuando retomó el estudio académico, lo hizo con otro enfoque: descubriendo obras con espesor selvático, como las de un Egberto Gismonti o Hermeto Pascoal, dos músicos brasileños que tomaron el folclore de su tierra y supieron mestizarlo con los códigos de la música nacida en Nueva Orleans.

“Lo que tiene el jazz es que es el lugar de evolución de la armonía y el nivel musical. Todos los músicos se encantan con ese género porque es donde ha evolucionado más. Es un lugar muy nutritivo”, aclara.

- Hay cierta unión entre el jazz y el tango, en lo que respecta a un deseo de universalidad, una manera de concebir la música que excede el género en sí, ¿puede ser?

-Sí, coincido. Yo, personalmente, siempre le he escapado a los géneros. Necesito libertad para crear. Muchos años toqué tango, me he vuelto de alguna forma un referente en ese género como pianista, pero a veces cuando han escuchado mi propuesta me han dicho que eso no es estrictamente tango. Sucede que soy muy curioso. Toco por ejemplo con el Pocho Sosa, y de repente estoy tocando cuecas y tonadas mendocinas, una música muy admirada porque en Mendoza ha habido grandes guitarristas.

- Pero el jazz carga con cierto estigma: el de ser música "intelectual"...

- Me ha pasado que me han dicho que el jazz es música para científicos. En realidad, lo que estábamos haciendo era algo complejo, donde hay una densidad muy grande, pero es mi manera de expresarme y está ahí... De todas formas, yo no hago música “para los músicos”.

- Y sin embargo veo que hay una primavera del jazz en Mendoza, con ciclos como éste, más San Vicente Jazz, Tree Festival, El Club del Jazz en el Le Parc... ¿Creés que se está rompiendo el estereotipo?

- Se va rompiendo también por la necesidad de los grupos. Hubo reuniones con Cultura para ver si podía haber una fecha intermedia, un festival grande a mitad de año, y así nació el Club del Jazz. Es que hay mucha gente que quiere ir a un lugar y escuchar, en un espacio interactivo donde se necesita atención, silencio, como si fuera una ceremonia. Mucha gente lo necesita y, al no estar ese espacio, no se retroalimenta. Pero bueno, también faltan salas donde haya un piano acústico...

En su largo recorrido, Mario Galván ha incursionado en lo insospechado, como cuando le puso música a “La educación del Rey”, la premiada serie y (luego) película de su amigo realizador Santiago Esteves, o a la comedia “Personajes peculiares con Paul Palomino”, de Leandro Suliá Leiton, que estrenará el 19 de febrero, a las 21.30, por Acequia. Y no deja de recordar a aquellos que le enseñaron y le enriquecieron el oficio, como el compositor y multiinstrumentista Eduardo Pinto, líder del grupo Miles de Años y del que se cumplieron en enero 10 años de su fallecimiento en un accidente automovilístico.

- En definitiva, ¿qué es la música para vos?

- En mi caso me ayuda a expresar cosas que no podría expresar a través de las palabras, por eso admiro tanto a escritores como Leandro Hidalgo (la referencia es porque junto a él y al artista Mario Masera crearon el espectáculo “Niños Guerreros”). Yo encuentro en la música esa combinación entre lo racional y lo intuitivo, porque uno es esas dos cosas.

Lo tomo como algo espiritual, algo esotérico incluso. La música es una vibración que nos conecta, que nos hace ponernos en lugares luminosos u oscuros. Nos conecta a todos los seres humanos porque nos lleva a lugares del espíritu que tenemos en común.

Disco propio

El 30 de diciembre, se liberó en las redes el primer disco de Mario Galván con composiciones propias, "Walta". Aquí un ensamble de 15 músicos interpreta 11 piezas, compuestas en un lapso de más de una década. Fue grabado entre 2014 y 2015 en el estudio Underplace por Luis Vidal y masterizado en Buenos Aires por Daniel Ovie. 

Estrictamente, los títulos no significan nada (o acaso significan todo): "Tengo el berretín o la idea de que los nombres no hagan referencia a nada en concreto, y traté de inventar palabras jugando con la abstracción".

Orquesta Municipal

Desde 2016, Mario Galván está al frente de este conjunto musical. No solo es director, sino que también enriquece su repertorio arreglando temas del folclore, el jazz y el tango. Para este año, quiere estrechar lazos con más músicos invitados y colaborar con otras orquestas, como la del Chango Farías Gómez. 

“El proyecto que tenemos es hacer conciertos con músicos invitados y que se conozca más la orquesta, porque tenemos una plantilla de músicos muy buena. Acá hay referentes del tango y el jazz”, remarca sobre la orquesta, que también quiere grabar un disco de compositores mendocinos, otro de himnos y marchas para difundir en escuelas y otro con piezas que ya tiene aceitadas en su repertorio.

La ficha

Jazz en el Lago
Este año, el festival llega con una noche más al clásico escenario de la Isla del Parque General San Martín. Como siempre, la propuesta es con entrada libre y gratuita. 
Hoy, desde las 20.30. Actúan Federico Zuin Trío, Teller Ulam, Djinji Caravan y, como invitados, Alejandro Santos junto a Jazz Cordillerano.
Mañana, desde las 20.30. Actúan Oscar Puebla Trío, Camerata Vocal Mendoza, BRASSASS y, como músico invitado, Alejandro Herrera con Agustín Leal, Mario Galván y  David "Zurdo" Paz.
Domingo, desde las 20.30. Actúan Azahar Jazz Trío, Cucchiarelli Trío, Mario Galván Emsamble y, para el cierre Gillespi, junto a una banda compuesta por Patan Vidal, Rafa Franceschelli, Sebastián Peycere, Alejandro Chiabrando y Alejandro Chiabrando.

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