Trabajos de rutina a bordo, fútbol improvisado en el muelle y paseos por las zonas turísticas de Accra, la capital de Ghana. Así transcurren los días de los marinos varados en ese país del oeste africano desde el 2 de octubre, cuando un juez comercial de ese país hizo lugar al pedido del fondo buitre NML, que había reclamado detener la Fragata Libertad, el buque insignia de la Armada Argentina.
Ayer, cuando los casi 30 grados de sensación térmica que había en el Puerto de Tema lo permitieron, los marineros se mezclaron en un "picado" sobre los adoquines del muelle.
El sábado, bien temprano, muchos de ellos vestidos con camisetas de fútbol, tomaron micros para ir hasta el Labadi Beach Resort, una playa ubicada en las afueras de Accra con hoteles, restaurantes y centros comerciales. Allí hay algunos balnearios de lujo, ubicados entre las arenas surcadas por rocas y barridas por el viento del Océano Atlántico. También jugaron al fútbol en ese lugar para matar el tiempo, cuando se cumplían 20 días de una parada que, según estaba previsto, duraría tres días antes de partir hacia Angola, el puerto siguiente en un tour dedicado a recorrer varios de los puntos de interés de la política comercial que determinó la gestión de Cristina Kirchner.
Los marinos, según dijo el oficial de Relaciones Públicas de las Fuerzas Armadas de Ghana, coronel M'Bawine Atintende, lograron completar las actividades de instrucción que habían organizado en conjunto con la Marina ghanesa, que fue la institución que extendió la invitación oficial para que el buque atracara en Tema. Cuando tomó conocimiento de la orden de detención, el gobierno de Ghana se preocupó por gestionar la partida de la Fragata, un pedido que fue negado por el juez Agyei Frimpong, quien decidió retener el barco por considerar que Argentina cedió la inmunidad de sus bienes.
Fuera de Tema, la detención de la Fragata tuvo muy poca repercusión. Los políticos y dirigentes del país tienen el interés puesto en las elecciones generales del 7 de diciembre, en donde se elegirá al sucesor del presidente John Dramani Mahama, que buscará su reelección como candidato del National Democratic Congress.
Tampoco los medios de comunicación le dieron demasiada importancia al episodio. Hubo algunas notas en diarios cuando se conoció la detención del barco y luego la noticia perdió espacio. La televisión y la radio prácticamente ignoraron el asunto.
