Desde Buenos Aires Estilo Moda entrevistó a la diseñadora y dueña de la marca María Luz Príncipe (Luz Príncipe) acerca de su trabajo en zapatos de autor, y su nueva colección “Urbe”.
-Contame acerca de "Urbe" y por qué decidiste vincularla a diversas ciudades del mundo
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-La colección nace del mix de influencias que conviven en las grandes capitales. Es camaleónica, responde a la necesidad de combinar sin fronteras, haciendo único y propio el estilo de cada mujer. El punto de unión entre las ciudades y las mujeres es la variedad inagotable que ambas ofrecen para diseñar.
-¿Qué características y conceptos resume cada propuesta?
-Todos los zapatos están relacionados con sus nombres; ya sea por su romanticismo, practicidad, glamour en la construcción, o los materiales que se utilizan. Por ejemplo el modelo París está realizado con texturas densas, pesadas, como brocatos, terciopelos y cueros trabajados. El modelo Buenos Aires tiene el perfil de la ciudad recortado, con obelisco y todo. Se trata de un taco bajo, con suela rutera; ya que la ciudad es tan inmensa que sólo se puede recorrer y caminar con comodidad.
-Teniendo en cuenta el concepto de "zapatos de autor", ¿cómo fue el proceso creativo para lograr que el producto sea distinto, singular; a prueba de tendencias y temporadas?
-Creo que el sello está desde el principio, y por suerte se ha ido superando colección tras colección; pero esencialmente hay una característica que invita a reconocerlo. Por otra parte no se producen en serie, sino 30 pares de cada combinación y no se vuelven a realizar iguales. Hay mucho tiempo buscando el material, el detalle, pensando el aplique, hay “autor” detrás; pero sobre todo mucho amor y pasión por el trabajo.
-¿Con qué tipo de materiales trabajaste y por qué?
-Todo lo que se me cruza lo hago zapato (ríe). Es importantísima la mezcla de texturas en todas las colecciones. Desde ya el cuero, la gamuza y el charol están siempre presentes; pero, si puedo elegir, adoro el terciopelo en invierno y verano. También me encantan las piedras y los rasos. No por ser delicado o brillante, un zapato es de noche. Todo puede acompañar a un jean.
-En este año, ¿están vistiendo a alguna figura del ambiente artístico?
-Sí, a Georgina Barbarossa, y a Carla Czudnowsky, en varias oportunidades; pero nuestras mejores y más eficaces modelos son las clientas, ya que resignifican el uso de un zapato según su personalidad.
-¿Cuál es la tendencia de la marca para este otoño-invierno ?
-Zapatos cómodos para caminar con agilidad en ciudades furiosas. La comodidad nada tiene que ver con la altura de un taco, sino con el calce de una horma y las necesidades de cada mujer. Esta colección está signada por el terciopelo y la pasamanería.
-¿Qué suele privilegiar la mujer en un zapato?
-Si el zapato es nuestro tratamos de acostumbrarlas a que prioricen la comodidad desde la primera prueba... Es como un vestido, algunos son para un cuerpo y otros no. Con los zapatos es igual: si no va de una, no sirve.
-Desde tu mirada, ¿qué estilo de zapato no debe faltarle a una mujer en su guardarropa?
-El que la haga sentir una reina. En mi caso uso zapatos bajos, abotinados y balerinas... ¡Me encantan! El color, estilo, taco, si es bota o plataforma, nada tiene que ver con el “deber tener”. Cuando te olvidás de lo que llevás puesto ¡te ves maravillosa y natural!
"Urbe", invierno 2013
La colección se hizo mezclando lo femenino de las panas, rasos, terciopelos, pasamanerías únicas y gamuzas grabadas; con la hostilidad metropolitana reflejada en cueros acerados y cuarteados, charoles y croccos.
El objetivo es una composición plural que permita a cada mujer combinar todos los zapatos consigo misma.
Esta temporada está marcada por apliques de pasamanería, terminaciones tejidas en hilos oro y bronce, piedras de strass y opacas conviviendo en armonía con cueros y materiales agrietados que evocan el cemento citadino.
La paleta de colores está protagonizada por: guinda, red wine, azul brillante; y grises, violetas y verdes en todas sus gamas, combinados con negro, bronce y acero metalizado. “Como en cada colección pensamos, desde la comodidad, tacos reales de entre 4 y 6 cm; capaces de recorrer las calles sin siquiera pensar en ellos. Pero también ideamos desde el desparpajo de los tacos infinitos, para soñar con las luces y las noches de la ciudad”, detalló la diseñadora.