Di María, la gran figura de una real goleada

Tras un arranque irregular en la liga de España y la derrota en el clásico madrileño ante Atlético, Real Madrid necesitaba levantar cabeza y lo logró con el aporte de Angel Di María, la gran figura de la noche en el triunfo por 4-0 ante Copenhague. El rosarino firmó una deliciosa rabona que terminó en gol de Cristiano Ronaldo y anotó dos tantos.

La goleada ante el endeble Copenhague con sendos dobletes de Cristiano Ronaldo y Di María sirvió para acomodar un equipo que venía a la deriva. Y fueron CR7 y el argentino quienes manejaron el bisturí blanco para lavar recientes heridas. Sus grandes actuaciones sirvieron para que el Real Madrid sumara su segundo triunfo en la Champions, con una victoria que le viene bien para tranquilizar a una hinchada malhumorada tras los últimos resultados.

Por la misma zona, la Juventus, con Carlos Tevez de entrada, igualó 2 a 2 frente a Galatasaray. El marfileño Didier Drogba adelantó a los turcos, pero el chileno Arturo Vidal, de penal, y Fabio Quagliarella revirtieron el resultado. Cuando parecía que la victoria quedaba en casa, Umut Bulut hizo festejar a los visitantes, a dos minutos del cierre.

Paliza del Bayer

El esperado encuentro de la segunda jornada de la Champions League tuvo a un solo equipo en el campo de juego. El Bayern Münich superó 3-1 al Manchester City en el Etihad Stadium que contó con el Kun Agüero como titular y Pablo Zabaleta de suplente. Los Bávaros se impusieron gracias al potencial de su tridente ofensivo, quienes marcaron los tantos, y cosecharon su segundo triunfo al hilo para ser únicos punteros del Grupo D.

Desde los seis minutos el elenco dirigido por Pep Guardiola empezó a demostrar su superioridad. Franck Ribéry remató desde la puerta de área y Joe Hart tuvo una tibia respuesta: 1-0 para el visitante y un aviso de lo que vendría. El City manejó la pelota, pero no supo que hacer con ella. 

Los Ciudadanos, en los primeros diez minutos del complemento, parecían que querían reaccionar, pero los de Guardiola utilizaron la misma receta que al comienzo del encuentro para contrarrestar esa actitud: golpear de entrada. Pelotazo cruzado a la espalda de Gael Clichy, que marcó de pésima manera, buen control de Thomas Müller que definió ante la mala salida de Hart.

A partir de ahí, los alemanes vivieron su mejor momento en el partido y marcaron  a través de Robben.

Manchester descontó pero no le alcanzó.