Estaba afuera del Mundial. Entre abril y noviembre de 2017, Marcos Rojo sufrió una lesión en la rodilla izquierda con el Manchester United que lo marginó de la actividad.
No estuvo en la recta final de las Eliminatorias, le costó volver a lograr continuidad. Y encima salió en la foto del 1-6 amistoso ante España en su retorno a la Selección.
Pero el defensor, de 28 años, no se podía perder su segundo Mundial. Y está en Rusia. Y aunque tuvo un rendimiento flojo en el empate ante Islandia y perdió su lugar en el equipo, como indicó en una sugestiva publicación en su cuenta de Instagram, “mastico y sigo”, siguió nomás hasta convertirse en héroe.
En el momento en el que Argentina más lo necesitaba, anotando el 2-1 ante Nigeria que le picó el pasaje a octavos de final al equipo.
Ahora bien: la pregunta del millón. ¿Qué hacía el defensor pisando el área cuando Mercado envió el centro? Fue Nicolás Otamendi, el que desentrañó el secreto.
“No sé qué hacía ahí. Le pregunté y me dijo que no sabía, que tenía que estar ahí en ese momento”, contó el hombre del Manchester City, entre risas.
Lo concreto es que la Selección alcanzó el ansiado desahogo. Y Rojo, uno de los más jocosos del grupo, musicalizó el vuelo de regreso con el grupo de cumbia La Nueva Luna, uno de sus preferidos.
La banda también sonaba en el video de Rojo que se hizo viral antes del Mundial y por el que el ex Estudiantes recibió críticas. Allí, se lo ve con amigos en una estación de servicio de Manchester cargando nafta y bailando al son de la música, ante la incrédula mirada de los clientes.
“Este era tu destino, te dije que ibas a tener lo mejor de lo mejor!! No te puedo explicar la felicidad que nos das! Sos el mejor y lo demostrás como se debe!”, escribió su esposa, Eugenia Lusardo, en su cuenta de Instagram.
Su destino era estar en el área, para definir con el pie menos hábil y desanudar tanta angustia. Y celebrar con la pizza party.
