Marcos Peña se ha transformado en un peleador callejero en busca de la polarización de la opinión pública entre el ayer kirchnerista y el mañana de Cambiemos.
“Hay un núcleo que desde el primer día se ha manifestado en contra de este gobierno. Pasaron primero por una etapa de negación del gobierno de Macri y ahora están en una de enojo. Pronto pasarán a una etapa de resignación. Este gobierno representa a una mayoría que quiere un cambio, que quiere salir de la lógica permanente de la confrontación y de los manejos oscuros”, dijo a Los Andes uno de los hombres de mayor confianza del Presidente.
Sobre Mendoza, manifiesta un amplio respaldo al gobernador Alfredo Cornejo, con quien tienen “excelentes relaciones” y jura que un eventual desdoblamiento electoral no significaría un enfriamiento de esas relaciones: “No encuentro ningún motivo para que tengamos una complicación en la relación con Alfredo. Repito: es una excelente relación”.
El jefe de Gabinete dio una entrevista a este diario justo cuando en las últimas horas ha estado activo en la escena por los conflictos en torno al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa). El tema preocupa al Gobierno porque el desplazamiento del titular de ese organismo, Alejandro Cacetta, ha desatado un conflicto de dimensiones imprevistas. Peña plantea sospechas y entiende que la reacción de algunos de los actores tiene más de político que de buena fe.
“Este caso del Incaa es muy paradójico porque alguna gente de buena fe, pero muchos otros con una militancia política, nos acusan de algo que no vamos a hacer, que dijimos que no vamos a hacer e igual siguen haciendo una protesta preventiva. Medio raro eso”, dice Peña a la distancia.
La postura de la confrontación es relativamente nueva. Se empezó a desnudar después de la marcha del 1 de abril, en la que sectores independientes salieron a manifestarse en apoyo a la democracia. Antes, primaba la postura del diálogo y la comprensión como forma de diferenciarse del estilo de Cristina Fernández. Después de esa marcha, el Gobierno salió a encarnar el futuro que dará pelea por su derecho a ser.
Entonces Peña asegura que hay un núcleo que negó legitimidad al gobierno de Macri y lanza el guante del duelo electoral diciendo que ese mismo núcleo caerá en la resignación. Luego dirá que en el conflicto docente que tiene por escenario la provincia de Buenos Aires, Cambiemos tiene la “convicción de dar una discusión trascendente sobre la calidad de la educación”, porque la solución del conflicto “requiere de una solución más estructural, pero con la verdad sobre la mesa”.
-El kirchnerismo juega el partido que sabe jugar, el de la confrontación, y parece que en las encuestas le va mal; mientras, el Gobierno, cuando hace su juego, también ha jugado mal y se notó en las encuestas, como en el caso Correo Argentino o el recálculo de las jubilaciones. Es un partido bastante malo...
-No comparto. Nuestra pelea es por resolver muchos problemas que se acumulan después de décadas de fracaso, de un país que debería ser más desarrollado y no lo ha sido por la incapacidad de los dirigentes de resolver temas. Estamos avanzando en estos 16 meses de gobierno a una velocidad muy importante, resolviendo problemas estructurales, diciendo la verdad y muy convencidos de que estamos yendo por el buen camino. Aunque a veces en el corto plazo no se sientan los beneficios porque son muchos temas que hay que ir resolviendo.
Mendoza y su futuro
“Tenemos un enorme aprecio por el gobernador (Alfredo) Cornejo, personal, político, y respaldo al coraje con que ha encarado reformas duras y difíciles pero necesarias para la gran provincia de Mendoza que viene de mucho tiempo de mala administración. Diría que las relaciones son óptimas”, aclara Peña.
El funcionario nacional vendrá a nuestra provincia en los primeros días de mayo. No explicitó agenda. Apenas dijo que habrá algunas tareas con el Gobernador y también reuniones con la dirigencia de Cambiemos en Mendoza.
-¿Van a hablar de conformación de listas?
-No. Es prematuro hablar de listas, pero sí de cómo seguir fortaleciendo esta construcción política.
-En uno de los socios de Cambiemos, el Partido Demócrata, hay cierta resistencia a seguir en Cambiemos...
-Algo he escuchado. Todo lo que podamos hacer para unir y fortalecer va a estar en la agenda.
-¿Cómo viene Portezuelo del Viento?
-Estamos tratando de resolver los temas de financiamiento internacional. Creemos que es una obra muy importante, como también estamos trabajando con el BID para la mejora del Cristo Redentor y en otras muchas obras como la recuperación del ferrocarril San Martín de cargas.
-¿Hay plazo para que el Presidente defina si se hace Portezuelo?
-No hay plazo definido todavía.
La Legislatura debate una reforma electoral. En esa reforma se otorga la posibilidad de que Mendoza vaya a elecciones de cargos provinciales en febrero (PASO) y abril (general). En caso de hacerlo, podría leerse que Cornejo no quiere atar su destino político al de Mauricio Macri.
-En caso de que Mendoza vote en febrero y abril: ¿Se complicarían las relaciones del nuestra provincia con el Gobierno nacional?
-Somos respetuosos del federalismo y de la potestad de las provincias para definir su calendario electoral. No encuentro ningún motivo para que tengamos una complicación en la relación con Alfredo. Repito es una excelente relación.
-Hablando de elecciones y de relaciones con gobernadores: ¿Se pueden resentir esas relaciones en el año electoral?
-Hoy (por ayer) el presidente lanzó el compromiso federal por la reforma del Estado junto a una enorme cantidad de gobernadores. El jueves lanzamos el acuerdo federal energético junto a otros gobernadores. Se sigue avanzando en una agenda de trabajo, con un nivel de coordinación federal que no ha habido en muchísimo tiempo en la Argentina y esperamos que la elección no detenga esto. Es mucho tiempo que recuperar, mucho trabajo para hacer y hasta ahora hemos encontrado una actitud mayoritariamente positiva.