Marcos Bruno: El gran simulador

Atrajo la mirada de expertos de Estados Unidos y China, vivió la experiencia de simulación marciana en la NASA.

Marcos Bruno: El gran simulador
Marcos Bruno: El gran simulador

Por Victoria Navicelli

Nacido en tierras lujaninas, este joven  estudiante de Ingeniería en Mecatrónica en la Universidad Nacional de Cuyo no conoce límites. Fanático de la música, la tecnología y las cintas de ciencia ficción, Marcos Bruno ha hecho realidad sus sueños. Cual filántropo muchos de sus proyectos tienen como eje central "el futuro de la humanidad", trabaja insaciablemente en cambiar la realidad que lo rodea con el propósito de aportar un grano de arena que colabore con las personas del mundo entero.

Con apenas dos décadas, ha estado en las principales ciudades realizando acciones únicas: en 2016 viajó a Utha donde participó de una experiencia de simulación marciana en la base Mars Desert Research Station de la Mars Society (uno de los mejores análogos marcianos que existen y compañera de NASA), allí probó instalar un GPS en el planeta Marte. Ni más ni menos que "un proyecto robótico desarrollado con un amigo". La idea consistía en facilitar la vida de los primeros astronautas que viajen al planeta rojo. Vivencia que tuvo resultados exitosos.

Esta aventura le abrió las puertas de la Universidad de Standford donde participó en la implementación de un microscopio de un dólar utilizado en el diagnóstico de cáncer de cuello uterino. Bajo el foco de Desarrollo Sostenible de la ONU, Marcos fue uno de los 35 jóvenes del mundo en ser elegido para viajar a Shanghái –China- para trabajar en ideas para proyectos que pudieran generar un triple impacto en las comunidades y así dar respuesta a las necesidades de las sociedades escalables a todo el mundo y aportar soluciones reales.

La música es su fuente de inspiración. Este “gran simulador” encontró en el arte musical el camino para desarrollar sus habilidades sociales: toca la batería, la guitarra, el ukulele y el bajo. Sonriente, claro, amable… se define muy “familiero” y sostiene que todas las relaciones son importantes, “hay que saber valorarlas y cuidarlas”.

¿Quién no soñó ser astronauta? ¿Cómo fueron tus dos semanas simulando serlo?

La palabra que lo describe es: ¡increíble! Con todo lo que eso significa. La verdad es que fue una gran experiencia. Estuve en un centro financiado por NASA bajo las órdenes de Pablo de León que es el ingeniero argentino en NASA trabajando en los próximos trajes espaciales.

Fueron dos semanas realizando distintos experimentos de todo tipo que van a ayudar el día de mañana mejorar los desafíos que le deparan a los astronautas que viajen tanto a la Luna como a Marte y probar los trajes espaciales que se están desarrollando para cuando desembarquemos en estos mundos.

En este centro siempre hubo tripulaciones de tres personas. Esa fue la primera de cuatro. Quienes ya participaban del proyecto solicitaron incluir a un tripulante y Pablo me convocó a participar de la experiencia.

Lo definís como tu ídolo, ¿por qué?

Porque representa al país en espacios increíbles y, en este caso, en algo tan grande como es la actividad espacial. Y digo esto porque la actividad espacial tan de vanguardia -como lo es el desarrollo de trajes espaciales- es algo que va a impactar al mundo, va a permitir que la humanidad llegué a otro planeta. Considero que un argentino esté liderando un área que va a impactar en toda la humanidad, es más que suficiente para idolatrarlo.

¿Cómo avanza ahora el proyecto?

En esas dos semanas probamos experimentos que ya estaban determinados. La ciencia que se tenía que hacer, se hizo. Lo que se viene ahora es el análisis de datos y obtención de resultados, además de la elaboración de las respectivas publicaciones científicas. Sobre futuras experiencias no hay un ticket que diga que en un mes me llaman... la experiencia pasó y está la puerta abierta para seguir viviendo momentos como éste o de cualquier tipo.

Estás muy vinculado en el campo científico y tecnológico. ¿Siempre quisiste dedicarte a esto?

Es curioso porque, en un principio quería estudiar música, pero al final desistí. Desde chico la ciencia y la tecnología son dos pasiones en mí. Tal vez haber leído autores como Julio Verne o haber visto películas como “Volver al Futuro” mientras crecí, marcó mi pasión por estás áreas. Además creo que la ciencia y tecnología tienen el potencial -como pocas áreas- de moldear el presente y el futuro de toda la humanidad.  Los momentos más importantes en la evolución las tuvieron como protagonistas. Poder estudiar y estar interesado en áreas que permitieron estos avances es increíble, sobre todo por el potencial que tienen.

¿Qué cruza por tu cabeza cuando pensás en la posibilidad de habitar otros planetas?

Creo que los humanos tenemos algo único, la curiosidad. Todos los niños nacen científicos, no entienden nada por eso mismo exploran el mundo que los rodea. Y aprenden por pura curiosidad, este afán de buscar respuestas probablemente sin ningún otro interés que conocer… tal vez no hay nada económico de por medio ni otro tipo de interés, salvo la pasión por esas cuestiones que no entendemos. Eso me moviliza muchísimo. Siento que hemos estado mucho tiempo en este planeta y es hora de pensar en pisar otros mundos y lograr un asentamiento permanente. Ese es -para mí- el paso lógico de la humanidad: Expandirnos.

Además, es importante saber que vivimos en la época en el que vamos a poder ver esos primeros pasos y quizás no sé… (piensa) mis hijos o nietos puedan ver que aporté a esa causa.

¿Creés que el mundo de la tecnología tiene futuro?

Sí, estoy convencido. La tecnología siempre nos hace evolucionar, no siempre progresar…pero sí, nos va a hacer crecer más que nunca. Espero que un día termine con todo el hambre, con la guerra y que logre que este mundo sea el paraíso que tanto hemos soñado. Si bien sabemos que tiene el poder de destruirnos, soy optimista de que no va a ser el caso, porque todo está tendiendo hacia cosas buenas. La tecnología nos va a llevar al mundo que hemos soñado.

¿Cuáles son tus hobbies?

Soy un músico frustrado (risas). Desde los 12 años toco el bajo, la batería, la guitarra y el ukulele. La música es parte de mi vida, escucho todo tipo de música. Cuando termine la Facultad, quiero retomar este aspecto de mi vida. También me gusta salir a correr.

Pero, creo que una de las cosas más importantes de la vida humana son las relaciones que uno va  haciendo en el camino, soy un enamorado de las relaciones humanas. Me considero una persona con suerte, cuento con gente que quiero y que también me quiere. Uno de los mejores tiempos invertidos es el que le dedicamos a las amistades y a los seres queridos. También conocer gente nueva. Es una de las cosas más importante que uno se lleva en esta vida.

Me tocó vivir situaciones difíciles en el camino, tuve la suerte de sacar lo bueno de todo eso y tomar enseñanzas muy valiosas. Soy muy consiente de todo, jamás me he quedado sin decirle a alguien lo que lo aprecio y, no hablo del amor de pareja, sino del amor en todo sentido. No hay que guardarse nada, la vida es muy corta para hacer eso. Trato de aprovechar al máximo tanto en la vida profesional con todas estas experiencias que me ha tocado vivir; como en lo personal.

¿Qué creés que te inspiró y te sigue inspirando para llevar adelante tus proyectos?

Una cosa que me motiva mucho es: la trascendencia. Quiero ser una persona que trascienda, me gustaría que el mundo sea mejor con mi aporte. Saber que puedo cambiar algo, todos lo hacemos todos los días, tenemos el potencial de lograrlo y, siento que soy un agente de cambio igual que los demás. Eso es lo que me motiva en todo lo que hago, trabajar para cambiar el mundo.

¿Qué le dirías a una persona de tu edad?

Esto aplica a todo: Todo lo que quiera lograr (su carrera o emprendimiento) lo haga creyendo sí mismo. Soy un joven que todo lo que ha hecho lo ha hecho con pasión y nada fue por inteligencia…Me cansó de decir que es así. Nunca fui destacado en el tema académico, soy un apasionado y con mucha garra, sacrificar lo que haya que sacrificar para conseguir un objetivo concreto. Si yo lo pude hacer, estoy seguro que todos podemos hacerlo. Soy apasionado, enfermizo por lo que me gusta.

¿Qué te queda por hacer?

Tengo varios sueños, no sé si estoy cerca o lejos de cumplirlos... hay tantas puertas que todavía quiero abrir. Pero lo que sí te puedo decir que actividades como éstas (vinculado con la tecnología y la ciencia) me llevan hacia la dirección correcta.

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