Marcos Barrera: “Sería hermoso volver a ver al Tomba en nuestro barrio”

Desde Lesbos, una pequeña y paradisíaca isla de Grecia, el actual defensor del Kolloni FC, cuenta su historia de vida y se ilusiona con vestir nuevamente la “2” de Godoy Cruz en el Gambarte.

Marcos Barrera: “Sería hermoso volver a ver al Tomba en nuestro barrio”
Marcos Barrera: “Sería hermoso volver a ver al Tomba en nuestro barrio”

Si uno explora a través de la nueva aplicación de Google Maps (Street View) que permite hacer un recorrido virtual de un determinado lugar, se encuentra con la maravilla natural de Mitilene, una pequeña ciudad de la isla de Lesbos, Grecia, el nuevo lugar en el mundo del mendocino Marcos Israel Barrera.

“Recién terminamos de cenar  y ya nos vamos a ir a dormir. Jugamos el domingo (por hoy), contra el Panionios, un equipo de mitad de tabla donde juega el Caño Ibagaza”, cuenta a la distancia. Junto a él están su señora (Virginia), su hijo (Valentino) y su cuñado, Juan José Demartini, también futbolista -de Academia Chacras- que viajó para probar suerte en el viejo mundo.

-¿Te adaptaste a la vida griega?

-Estoy con la familia, mi cuñado, me hice amigos de un par de españoles que juegan en el equipo; también hay brasileños y eso ayuda a que uno se adapte más rápido. Estamos en una isla (Lesbos), así que por donde mirás hay agua. Es un lugar muy lindo, tranquilo y se vive bien. Eso sí, no hay muchas cosas para hacer. Estamos para el lado de Turquía, en el Este. De Atenas estamos a una hora en avión.

-¿Qué es lo más difícil?

-El idioma. Se hace complicado entender las indicaciones del técnico y de los compañeros.

-¿Cómo surgió lo de Grecia?

-Querían que siguiera en The Strongest; también me querían de otros clubes de Bolivia y del Nacional B pero de Grecia me habían llamado en diciembre del año pasado y les había dicho que no porque iba a jugar Copa Libertadores. Así que antes de terminar en The Strongest, a la semana me llegó el contrato para sumarme al Kolloni.

-¿Te habías acostumbrado a la vida de La Paz?

-Sí, pero necesitaba un cambio. La verdad es que el grupo que me tocó integrar fue bastante exitoso para lo que es Bolivia y una institución como The Strongest. Marcamos una época, una vara muy alta que iba a ser muy difícil de superar. Por eso aceptamos la oferta de Grecia. Era la oportunidad de pegar un salto de calidad, viajar, conocer, empaparnos de otras culturas y, principalmente, jugar.

-¿Cuánto afectó la crisis financiera que sufrió Grecia?

-Dicen que antes los sueldos eran más altos, en todo ámbito laboral. Creo que de a poquito están saliendo a flote. Pero no se ve crisis, se vive muy tranquilo. No existe la inseguridad, no hay policías y no vi ningún robo. La gente deja la llave puesta en los autos y no pasa nada. De hecho, me pasó que una vez dejé mal estacionado el auto y me bajé rápido a comprar un café. En eso, un señor me corrió el auto para meter el suyo, lo estacionó más adelante y me llevó la llave. Es otra cultura totalmente distinta a la que vivimos en Argentina.

-¿No te parece que es un tema de educación más que cultural?...

-Sí, pienso que tiene que ver eso. La seguridad que hay es tan impresionante que podés dejar el celular o la billetera arriba de la mesa donde estás comiendo y podés levantarte para ir al baño y nadie te lo va a tocar. Es totalmente atípico a lo que acostumbramos.
Durante la charla vía Skype, como música de fondo, se escucha el balbuceo del inquieto Valentino, el primogénito de la familia Barrera-Demartini. Por esas cosas del fútbol, "Valen" nació hace dos años en La Paz, Bolivia, y tiene la doble nacionalidad. "Éste es medio cabezón así que creo que va a ser nueve de área", acota Marcos cuando se le pregunta sobre las incipientes dotes futbolísticas del pequeño.

-¿Se adapta al cambio Valentino?

-Es el que más rápido se adaptó porque está acostumbrado a conocer gente nueva permanentemente. Hace una semana empezó a ir al kinder, así gasta un poco de energía y está en contacto con otros niños de su edad. Además, le están enseñando griego e inglés.

-¿Hasta cuándo tenés contrato en el FC Kolloni?

-Tengo hasta junio del año próximo. Después veremos qué rumbo tomamos. Si seguimos acá o nos vamos algún otro lado. Nunca se sabe cuáles son los planes de Dios.

-¿Y qué perspectivas tenés?

-Me gustaría seguir acá en Grecia o en cualquier otra Liga de Europa. La idea es seguir dos o tres años más fuera del país, crecer culturalmente, conocer gente nueva. En el plantel hay gente de Senegal, Nigeria, Chipre, Malta, Serbia, y eso te hace abrir la cabeza y conocer otras culturas y forma de vida.

-¿Compartís algo más que el entrenamiento con tus compañeros de otras nacionalidades?

-Sí, más que nada con tres españoles (Raúl Llorente, Ximo Navarro, Juan Delgado) que estamos permanentemente juntos, y un brasileño (Leozhinio). Él tiene una nena y hace tiempo que está en Grecia; él y su señora hablan muy bien el idioma y nos dan una gran mano.

-¿Es tan grande la diferencia económica que se hace jugando un par de años en Europa?

-A nosotros nos conviene porque pagan en otra moneda. Acá se paga bien y la idea es ahorrar lo que más se pueda para poder comprarnos una vivienda.

De fútbol somos

La charla con Marcos Israel Barrera da paso a la actualidad en su club, el modesto FC Kolloni.

-¿Qué equipo sería el Kolloni?

-Un equipo de mitad de tabla. No tiene mucha historia porque es un club nuevo. Fue fundado en 1994 y empezaron a ascender. Primero de Tercera a Segunda y, hace dos o tres años, de Segunda a Primera. Se han mantenido. Institucionalmente tiene un dueño, que es el que pone el dinero y maneja todo. No hace falta nada, tenés todo. Podría ser tranquilamente un Godoy Cruz, pero con menos historia y gente. Acá, salvo el Olympiakos, PAOK y Panathinaikos, que son los tres más grandes, el resto no lleva más de cuatro mil personas a la cancha.

-¿Estás jugando de titular?

-Ahora no. Comencé jugando de titular, después me expulsaron, volví a ser titular y hace dos partidos tuve que salir por una contractura. Esta semana me entrené normalmente y vamos a ver qué pasa el domingo (por hoy) ante Panionios.

-¿La modalidad de trabajo es similar a Argentina?

- Se entrena mucho táctico, no tanto físico. La mayoría de los trabajos son con pelota. Aquí se cumple un horario de trabajo y, cuando termina, cada uno se va para su casa. A diferencia de Argentina, donde te quedás pateando o jugando un tenis-fútbol, el fútbol aquí es más un trabajo que una pasión.

La infancia en Barrio Fuchs y el amor incondicional por el Tomba

“Soy del Barrio Fuchs. Ahí viví toda la vida y mi señora también. Nuestra infancia está ligada a ese lugar y para nosotros es todo porque están los amigos de la infancia, como Pichi, Wally, Pablo, Quito, Marcos, Nico e Ismael”, cuenta el Negro Barrera cuando se lo consulta por su lugar de origen.

-¿Cómo llegaste a Godoy Cruz?

-Llegué a los 10 años por intermedio de un vecino. Había empezado a jugar al básquet en Obras, peros después de un par de meses lo abandoné. Mi papá creía que al fútbol lo iba a dejar también, pero quizá por llevarle la contra, no lo dejé, insistí y me fue bien.

-Como tantos otros chicos del club te tocó debutar en Primera y no poder afianzarte. ¿Por qué?

-Porque creen que lo de afuera es mejor que de adentro. Yo no lo considero así, pero hay gente que piensa lo contrario. Por ejemplo, la mayoría del actual plantel de Godoy Cruz son chicos que no tienen muchos partidos en Primera, no son reconocidos y vienen de otros clubes, cuando podés tener el mismo plantel con chicos de la casa. Pero eso es algo dirigencial.

-¿Y cómo se portó la dirigencia del club con vos?

-Nunca tuve problemas. Tenía contrato hasta 2013 y, en 2009, rescindimos de común acuerdo. Me fui a Wilstermann con el pase en mi poder.

-¿Qué te produce la actualidad?

-Uno como hincha trata de meterle pilas, pero el presente no es bueno. Godoy Cruz nos mal acostumbró. Jugó Libertadores, Sudamericanas, tenía buenos planteles y jugaba bien al fútbol.

-¿Querés volver a Godoy Cruz?

-Sí, obvio. Tengo la esperanza de que algún día alguien se acuerde de mí y pueda volver. Es un deseo personal que tengo.

-¿Qué te parece la movida de los hinchas para volver al Gambarte?

-Espectacular. Sería hermoso volver a ver al Tomba en nuestro barrio. Esperemos que todo salga bien, mucha gente está colaborando.

-¿Colaborarías?

-Por supuesto, estoy para lo que necesiten. Está un poco difícil por el tema de la distancia, pero siempre se puede ayudar.

Dos grandes retos al señor destino

El sábado 31 de enero de 2009 está marcado a fuego en la memoria de Marcos Barrera. El mendocino volvía de jugar un amistoso en Asunción junto con algunos de sus compañeros del 2 de Mayo, cuando el vehículo reventó uno de sus neumáticos, volcó e impactó contra una banquina. En el fatal suceso perdieron la vida su amigo de equipo, el entrerriano Mariano Giménez y un dirigente del plantel.

-¿Cuánto te marcó en tu vida aquél desafortunado suceso?

-Mucho. Fue una situación que siempre recuerdo porque perdí a un amigo más que un compañero. Además, era mi primera salida del país. Me sirvió para darme cuenta que tal vez no jugar un partido, que no te citen o una lesión no es tan importante como otras cosas que te pueden pasar. A partir de ahí me preocupé menos por cosas insignificantes y traté de ver la vida de otra manera.

-Después, en Bolivia, sufriste una grave lesión…

-Sí, en 2010. Fue una lesión rara: luxación coxofemoral. ¿Viste cómo se sale el hombro de lugar? Bueno, a mí se me salió el fémur de la pierna en medio de un partido. Estuve internado dos días y mucha gente a estuvo orando por mí, entre ellos Hamlet Barrientos, un compañero quien me había invitado a las reuniones de Atletas de Cristo. Sentí que todo iba a estar bien, nunca tuve miedo. Ahí fue cuando hice el click, empecé a ir a las reuniones, a leer, a conocer un poco y a cambiar la forma de pensar. En realidad no es religión sino una relación con Dios.

Algo personal

MARCOS ISRAEL BARRERA

Fecha y Lugar de nacimiento: 2 de marzo de 1984 en Mendoza, Argentina.
Puesto: Marcador central.
Trayectoria: Godoy Cruz (2003 - 2008), Club 2 de Mayo de Paraguay (2009), Jorge Wilstermann de Bolivia (2010), Deportes Iquique de Chile (2011), Universitario de Sucre de Bolivia (2011 - 2012), The Strongest de Bolivia (2012 - 2014) y Kolloni FC de Grecia (2014 - ?). 
Debut en Primera División: 03/09/2006 en Colón 2 - Godoy Cruz 0. El DT del Tomba era Juan Manuel Llop. 
Títulos: 2 ascensos a Primera División con Godoy Cruz (campeón torneo B Nacional 2005/2006 y subcampeón B Nacional 2007/2008). Campeón torneo Apertura 2012 con The Strongest de Bolivia.
Altura: 1,85 m.
Peso: 80 kgs.
Familia: Victoria Demartini (esposa), Valentino (hijo), Florentino (papá) y Virginia Tabilo (mamá), Paula y Sofía (hermanas). 
Hincha de: Godoy Cruz.

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