No es la primera vez que Marco Capo ni brinda una entrevista para Los Andes, y lo mejor de esos encuentros radican en que el mendocino siempre tiene algo nuevo que contar en su crecimiento personal y profesional. En la mitad de una pausa en su propio ajetreo diario, y habiendo terminado las grabaciones de "La Leona" protagonizada por Nancy Dupláa y Pablo Echarri (en donde Caponi sacó brillo a su personaje de Rodrigo, un obrero textil apasionado en lo que cree y siente) atiende distendido, y con planes jugosos bajo el brazo.
“Estoy cerrando algunos aspectos para irme en breve a hacer teatro a España durante tres meses. Se trata de una obra de Cervantes que haré en el Teatro Español de Madrid. Es algo que me tiene ansioso y feliz”, dispara con ganas.
Él es parte de la tira “La Leona” (emitida a diario por Telefé, y en Mendoza por Canal 9), su personaje se ubica en el contexto de una fábrica en conflicto. “La propuesta y los actores fueron desde el principio el gran motor para hacer el rol de Rodrigo en ‘La Leona’. Mi personaje fue siempre honesto, brutalmente transparente en cuidar y luchar por los derechos de los trabajadores.
En el amor se da con una pared, cuando intenta inútilmente convencer de su entrega al personaje de Dolores (Fonzi), pero el público se sorprenderá con su pasión y de lo que es capaz de hacer. Fue un placer trabajar con Pablo, Nancy y todo el elenco de lujo de ‘La Leona’”.
Con algo de vértigo por el nuevo proyecto teatral en el viejo mundo Caponi contó el gran paso que lo llevará al teatro español: “ La verdad es que siento vértigo por este gran desafío...es algo gigante, pero a la vez me apasiona. Todo es nuevo y es una obra muy compleja así que iré viendo de qué manera vivir este gran paso. Además de vértigo me da mucha responsabilidad de estar a la altura de semejantes textos, ya que no son nada fáciles en castellano antiguo. Hacer este viaje a un lugar nuevo y dejar todo es en un punto, como volver a empezar, pero sabiendo que tengo un camino transitado acá...Eso ayuda y tranquiliza”.
- ¿Te acompaña algún afecto en esta nueva cruzada que te ayude a sopesar el hecho de llegar a un lugar nuevo?
-Tengo amigos allá y me voy con un actor de acá. Por otro lado lo bueno del trajín y la neurosis de la vida de las grandes ciudades es que sólo te dejan tiempo para concentrarte lo mejor que podés en el trabajo. No sé hasta qué punto entonces llegaría a afectarme el hecho de no ir con algún afecto.
Estoy un poco fogueado en el hecho de estar alejado de los grandes afectos, como cuando me vine desde Mendoza ¡Vivo solo hace 9 años imaginate! (ríe). No es fácil pero digamos que tengo una alta resistencia desarrollada en este sentido.
- Desde tus primeros pasos hasta la actualidad ¿Qué ves cuando te ves?
- Todo el tiempo hay como una especie de reencuentro con una nueva etapa...Uno crece se pone más grande (ríe), y cuando eso sucede y ya tenés 32 ves las cosas desde otro punto de vista. Lo que tiene esta profesión es que tu camino queda registrado porque los medios brindan esa posibilidad de registro. Entonces te ves allá lejos y hace tiempo y por ahí te decís a vos mismísimo “¡Uy nooo mirá qué joven estaba! ¡Qué mal actué en esa parte! (ríe con ganas)
- ¿Sos de matarte cuando te ves?
- Siempre me pasa eso... cuando miro para atrás siempre pienso que podría haberlo hecho mejor, pero claro que uno lo ve desde el ojo contemporáneo, y no en esa etapa en la que se va creciendo. Lo que he logrado es aprender a divertirme más y a no ser ten exigente, a disfrutar lo que hago. Cada experiencia del pasado y presente nos va constituyendo...Por lo tanto nos hacen crecer y nos transforman en quienes somos. Por eso trato de ser más agradecido y divertirme.
Marco para las masas
- Ese camino devino (y más con la tele) en la inevitable popularidad ¿Cómo fue enfrentarte con eso? ¿Te agobió en algún punto?
- Al principio obviamente se me hizo más raro...Como era algo desconocido no sabía cómo comportarme...Me ponía como reactivo ante esa situación. Yo me preguntaba “¿Por qué se acerca la gente a mí?” Hasta que descubrí que lo hacía con cualquiera que saliera en televisión. Ahí me dije “Claro, no es que se acercan a mí porque consideren que soy un genio, esto lo genera la tele”, y me relajé.
- ¿Entonces la tele tiene un magnetismo único sea quien sea?
- Tal cual, y el morbo que eso genera. Cuando entendés que la televisión es un fenómeno que sucede más allá de lo que uno haga, te relajás, y te decís “ah ok, no es que todas las miradas están puestas en mí, sino en la tele”. Recién cuando lo entendí lo disfruté. Además a medida que uno va haciendo distintos trabajos, el público va generando un vínculo y un código con vos y eso es buenísimo, re lindo. Entonces el que te ve, ya entiende por dónde va tu laburo, y el saludo y cariño aparecen por el trabajo que uno va haciendo.
- ¿Duelen las críticas?
- Cada vez que leo una me cuesta mucho no enojarme cuando desde algún punto, leo críticas en las que se nota, no hay un trabajo por parte de ese crítico, de intentar entender la propuesta. Esto siento que pasa con algunos (no todos) porque quieren imponer la propia mirada o punto de vista, sin tener en cuenta determinados aspectos fundamentales de lo que se está viendo, narrando o contextualizando.
Tomo de cada crítica lo que debo mejorar, crecer, enriquecer, porque puedo totalmente respetar esa opinión así me defenestren. El problema nace cuando aparece la demagogia, cuando se genera la crítica por la crítica misma sin sustento, ni una mirada realmente que demuestre que se entiende lo que se propone. Tampoco me cambia la existencia, sólo tomo los aspectos expresados por gente y aportes que sumen.
El vil metal
- ¿Sos de soñar o idealizar lo material? ¿Ponderás querer tener tu propia casa, auto, o realizar derterminados viajes?
- Quisiera tener el dinero suficiente para no tener que pensar en dinero (ríe con ganas). Pero ojo no sueño con ser rico, sino con tener el dinero suficiente que necesite para poder vivir y sustentarme, y así dedicarme a pensar en qué tengo ganas de poner la energía y en qué trabajos ¡Eso sí me gustaría! Acceder a una casa propia lo veo difícil, y además creo que no es negocio tenerla.
En lugar de invertir en algo que me genere gastos, lo haría en algo que me diera la posibilidad de vivir de un sueldo, y así apostar a lo que tengo ganas de hacer en mi profesión. En síntesis ver de qué manera me autosustenta la vida, para no tener que pensar más en eso y desarrollarme en lo que amo: la actuación. El dinero no puede ser el combustible de las ganas que se le da a una vocación. Hay una frase muy clara al respecto que dice: “Uno no tiene que trabajar para el dinero, sino el dinero para uno”, y estoy totalmente de acuerdo con ella.
- ¿Y si te propusieran un "Bailando 2020" y con eso pudieras generar ese motor autosustentable para desarrollarte en todo lo que te apasione de tu profesión?
- En la vida hay un principio muy cierto que sostiene “nunca digas nunca”, pero lo que tengo claro al menos es que voy a tratar de hacer todo lo posible para que no tenga que elegir una opción así. Cuidado, no es un juicio de valor de si está bien o mal, o una posición de “ego”, sino que siento y sé, que no es lo mío.