Anoche, el musical acerca de la ruptura de una pareja gay en los años 90, debutaba en el Teatro Sarmiento de San Juan, una provincia con una sociedad que continúa resistiéndose en reconocer los derechos ganados por la Ley de Matrimonio Igualitario.
Pero a veces, eventualmente, lo que no consigue ni la política, ni las marchas, ni las leyes, lo conquista el arte: abrir mentes, reconocer el amor en todas sus formas, reflejarse a sí mismos como seres humanos más allá de los rótulos y los prejuicios.
Esta es la médula conceptual que atraviesa el relato agridulce, romántico y melancólico de "Y un día Nico se fue, el musical".
De todas maneras, la historia original sucedió en una capital de provincia, en Rosario, en el circuito de carreteo gay que une Plaza Pringles, el bulevar Oroño y la disco Station.
Pero retrocedamos: primero fue un libro, homónimo, escrito por el periodista Osvaldo Bazán publicado en 1999, sobre su propia experiencia de ruptura amorosa con el Nico del título.
Y 14 años después, se estrenó un musical protagonizado por Tomás Fonzi, en el rol de Nico y Marco Antonio Caponi como Osvaldo.
El mismo Bazán supervisó desde el principio el proyecto - de hecho está ahora en Mendoza acompañando la obra - cuyas canciones las compuso Ale Sergi de Miranda! y digirió el gurú del musical argentino Ricky Pashkus.
No se han privado de nada: quince actores en escena, coreografías, una banda en vivo y una fábula catártica sobre el desamor cantada por distintos Osvaldos alternativos.
"Cuando una persona es abandonada, es abandonada. Eso te pasa siendo gay, travesti, hetero, o lo que fuere", había expresado Bazán pero ahora, el interlocutor es otro, es el mismo actor protagonista.
El otro Osvaldo, el mendocino que se escapó de la gira nacional (quedan fechas en Córdoba, Mar del Plata y Rosario) para pasar el jueves entero en la provincia y darse una vuelta por las montañas y compartir con su familia y amigos.
- ¿Cómo te sentís con el hecho de estrenar en tu provincia
Marco Antonio Caponi: La familia te genera esa sensación de ganas y a la vez de nervios porque sabés que te conocen. Por ahí, eso de sentir nervios, pensaría que es parte de la profesión pero la familia siempre te saca la ficha.
Más en una obra como esta, que me ha tocado bailar y cantar y tiene mucho despliegue. Tengo muchas ganas de hacer esta función y que se transforme en una fiesta, que la gente la pase genial y que tengamos que volver pronto en unos meses.
- ¿Cómo es tu Osvaldo?
- Bazán escribió un libro autorreferencial de una historia que primero le contaba a su terapeuta y que luego consiguió publicar. El protagonista está en pareja con Nico (Fonzi) pero un día Nico lo abandona y Osvaldo se sumerge en las penas del desamor.
Osvaldo comienza a ser víctima de un musical que se le atraviesa en su vida y él no puede evitarlo. En ese tránsito, él se cuestiona obsesivamente por qué Nico se fue de su lado.
- ¿De qué forma se cuenta la historia?
- El musical está planteado como un recital. Hay una banda en vivo por donde giran a su alrededor distintas coreografías y se exploran distintos estados de ánimos.
Esto le da más espectacularidad a la puesta. Se desarrolla como un ensamble de voces en mi cabeza, con varios cantantes y actores que interpretan a mis alter egos y dan distintos puntos de vista, pero básicamente, la obra tiene un mensaje sobre la igualdad.
- ¿Cómo viene la gira por las provincias?
- Por suerte bien. Las salas estuvieron llenas. Vimos que el público la pasa bien. Y recibimos su cariño cuando salimos a saludar después de las funciones.
- No es lo mismo estrenar un musical de temática gay en Capital Federal que hacerlo en las provincias. ¿Cómo ha sido esta experiencia?
- Y hay de todo. De todas maneras te digo que en Buenos Aires también hay mucha gente tan conservadora como en las provincias.
Pero hacer un musical con esta temática me ha resultado a mí extraordinario. Quizá porque formo parte de la obra puedo llegar a creer que toda la gente tiene la mente abierta, pero en realidad todos sabemos no es tan así.
No sé si les da lo mismo si ven a dos hombres de la mano por la calle. Lo lindo en esta el musical en realidad es que es una historia de amor. Sea cual fuere el prejuicio que cargue al espectador.
Sólo se trata de una historia de amor, aunque de sexos iguales. Al final sufrimos todos de la misma forma pero se sigue comparando. Hay que entender que el amor atraviesa todas las formas.
- ¿Cómo ha sido para vos el proceso de pasar de galán de televisión a este personaje?
- Hay un claro prejuicio detrás de toda decisión. Por un lado, hay que separar el teatro y la televisión.
Hacer de galán es un rol como cualquier otro y acá, en este musical, tomé la decisión de no ir en dirección de un clisé, de interpretar a un hombre amanerado, o hablar afectado.
Pero más allá de cómo abordé a Osvaldo, en ningún momento me preocupó el tema del galancito que cambia de imagen. Nada que ver. Es otro papel. Nada más.
- ¿Cómo la pasaste en "Doce Casas"? ¿El haber compartido el programa con Cecilia Rossetto y Alejandro Tantanian?
- Fue una de las experiencias más lindas que pude hacer en la tele. Eso de interpretar a un aspirante a actor para verse en una televisión a color en los años 80 me resultó muy divertido.
Y los demás personajes que arrastraban esa crueldad. Era una historia bastante desopilante. Santiago Losa - el director de la serie que se emite semanalmente por la TV Pública- es un genio.
Me encantan además sus obras. Esperaba encontrarme con una oferta tan buena
La ficha
Musical: "Y un día Nico se fue", de Osvaldo Bazán.
Día: hoy sábado 14 de junio.
Hora: 22.
En: Sala 1, Nave Cultural (España y Maza).
Protagonistas: Tomás Fonzi (Nico); Marco Antonio Caponi (Osvaldo); Diego Bros (Don Julián); Augusto Fraga (Manu), Ángel Hernández (Cupido) ; Milagros Michael (Cecilia).
Banda: Bruno Delucchi, Lisandro Etala, Diego Goldszein, Juan Esteban Sak, Bruno Varela.
Canciones compuestas por: Ale Sergi.
Texto: Osvaldo Bazán.
Dirección: Ricky Pashkus.
Entradas: Platea A $230, Platea B $180 y Platea C $150.
