Ellos, los dirigentes de la Asociación Trabajadores del Estado de Mendoza (ATE), exigen reapertura de paritarias porque aseguran que fue lo que se firmó en la negociación que ocurrió a principio de año para obtener un aumento salarial. La otra parte, es decir el Estado provincial, asegura que nunca se firmó tal acuerdo e, incluso, que ATE miente. Lo cierto es que ayer para hacer visible este y otros tantos reclamos, el sindicato que nuclea a la mayoría de los trabajadores del Gobierno de Francisco Pérez se manifestó en las calles de la ciudad.
Con asambleas, marchas y cortes de calles en distintos puntos del Gran Mendoza los manifestantes hicieron sentir su descontento con las políticas económicas gubernamentales. Lo que sucedió ayer en realidad tracciona como una suerte de previa a lo que será el paro nacional del 20 de noviembre al que, además de ATE, adherirán varios gremios más.
Así contó Raquel Blas, titular de ATE, quien detalló el motivo de este plan de lucha: "Estamos requiriendo que el Gobierno retome la reunión de agosto, cuyo objetivo era ver el deterioro del salario de los compañeros. Ahí llevaron un número ellos; de marzo a agosto un 8,3% de inflación, pero según nuestro cálculo, la interanual es del 40% en este momento. Teníamos que reunirnos una segunda vez pero nunca se presentaron. Por eso interpusimos una demanda de práctica desleal ante la Cámara Laboral. No cumplieron con la buena fe negocial. Estamos esperando pero creemos deben entender que en momentos tan graves para los trabajadores hay que retomar el diálogo paritario, además de tantas otras cosas. Incluso el Gobernador reconoció que la situación está complicada".
En tanto, desde el oficialismo el miembro paritario Andrés Cazabán dijo, palabras más palabras menos, exactamente lo contrario que la combativa dirigente. "Raquel Blas miente descaradamente, jamás ella -ni ningún sindicato- firmó reapertura de paritarias. Lo que quedó establecido fue una reunión para evaluar el impacto de la inflación en el salario. El incremento que dimos fue el mejor del país por tres razones; primero porque fue el más alto respecto a todas las otras provincias; segundo, que es el mejor en oportunidad porque fue en 2 veces; tercero, porque se sanearon todas las estructuras salariales. Todos los incrementos fueron remunerativos y bonificables. Además en agosto se aumentaron las asignaciones familiares, equiparándose con las nacionales. Tanto ATE, como Ampros y el FIT son necesidades políticas, su principio es que mientras peor le vaya a los mendocinos, mejor posicionados quedan ellos. Le mienten a los trabajadores", enfatizó Cazabán.
Lo que viene
Ya se votó en asamblea y, por mayoría, se decidió que también el jueves próximo haya nuevamente protestas en las calles con cortes, concentraciones y marchas. A las 9 del próximo 13, por ejemplo, ya está programada una concentración frente a las puertas de la OSEP. Además del tema salarial, el sector reclama por el impuesto a las ganancias, por la titularización de los precarizados, el 82% móvil jubilatorio, salario inicial igual a la canasta básica familiar, derogación de las leyes que ajustan y violan el derecho a huelga y el rechazo a la transformación de la ley provincial de educación hasta que se realice una consulta vinculante.
Por todo eso también reclamarán el jueves 20, alineándose a la convocatoria de la CTA de Pablo Micheli y, a nivel local, en conjunto con la Central de los Trabajadores de la Argentina.
“No hay respuesta a ningún tema hasta ahora y hay una negativa del Gobierno a discutir en un ámbito legal. Lo que se votó en las asambleas es que haya medidas todos los jueves hasta el paro del 20. No podés plantear que los trabajadores esperen al año que viene para un aumento, eso implicaría tener por un año el salario congelado. Planteamos una recomposición del 20% hasta diciembre. Y si después del 20 no hay respuesta, se irá a asamblea y se definirán nuevas medidas”, remarcó Blas.