Con una procesión de velas y un pedido de justicia que no ha cesado en estos casi dos meses, los familiares, amigos y un grupo de vecinos de Tupungato volvieron a pedir a las autoridades competentes que encuentren a las personas que mataron a Simón Díaz y a la tunuyanina Nélida Díaz.
Con semanas de diferencia, ambos fueron atropellados en distintos departamentos del Valle de Uco y los conductores se dieron a la fuga, sin que se haya podido encontrarlos.
"Han pasado casi dos meses y el silencio continúa; el silencio de aquellas personas que no se animaron a dar una declaración, de la Policía que no encuentra a los culpables, de los políticos que no dan respuesta y optan por esconderse", dijo Ana María Calderón, la mamá de Simón, ante las decenas de personas que se reunieron la noche de este lunes en la plaza Gral. San Martín de Tupungato.
La manifestación comenzó a las 20 y terminó cerca de las 22, después de que unos amigos cordobeses del joven atropellado compartieran algunos de los temas que tocaban en su banda. "Éramos hermanos con el chabón, íbamos a todos lados juntos. Tocábamos la viola y cantábamos estos temas, con los que ahora lo vamos a recordar", expusieron Luciano Albornada y Nacho Cuello, de Córdoba.
Este 23 de marzo Simón hubiera cumplido 21 años. Por eso sus allegados quisieron hacer otra marcha más, que se suma a las tantas que ya han realizado para pedir justicia desde el domingo 1 de febrero, en que el joven fue hallado muerto en la calle Filippini del distrito de Villa Bastías, en Tupungato.
Nélida Díaz, o "Chiqui" como muchos la conocían en su departamento, fue atropellada por un automovilista que se dio a la fuga, el sábado 7 de marzo. Había salido temprano de su casa para dirigirse a la panadería donde trabajaba y encontró la muerte en la esquina de la calle 25 de Noviembre y Belgrano, de Tunuyán. La mujer de 44 años falleció a las pocas horas y el conductor responsable del hecho ni siquiera la asistió, al igual que en el caso tupungatino.
"El que sepa algo, por favor que lo diga a la Policía", fue el reclamo más escuchado. "Ahora parece ser una modalidad delictiva común, el atropellar a una persona y huir. Parece que hay personas que no tienen compasión del sufrimiento de una familia", dijo la madre de Simón.
El 14 de marzo pasado, cientos de valletanos se movilizaron -en esa oportunidad- en las calles de Tunuyán para reclamar que agilicen los procesos investigativos en ambas causas. Desde el comienzo, las familias lanzaron un pedido especial a los chapistas o mecánicos de la región para que estuvieran atentos a toda señal de choque o daño que pudieran presentar los vehículos que llegaran a sus talleres.
El mayor temor para ambas familias es el paso del tiempo, porque los vehículos que intervinieron en los sucesos pueden haber sido modificados y será más difícil hallar a los culpables.
"A mi papá lo mataron en 2000 en un accidente así y es lo peor que te puede pasar; no se lo deseo a nadie", manifestó Silvia Jerónimo, tía de Simón. "¡Sentimos tanta impotencia! Él tenía mi edad. A cualquiera le puede pasar, por eso pedimos que colaboren aportando cualquier dato que ayude a la investigación", dijo Belén, una prima.
Desde la Policía regional, el comisario Atilio Bergamín explicó que han sido periciados varios vehículos -"sobre todo en el caso de Nélida"- pero no han obtenido resultados positivos. "Desde el principio, manifestamos la necesidad de que la población colaborara con datos. Eso es clave en este tipo de hechos", expuso el policía. / Gisela Manoni
