El presidente brasileño Jair Bolsonaro moderó su discurso contra Alberto Fernández, mandatario electo de Argentina, e insinuó que enviará un alto funcionario de su gobierno a la asunción del próximo 10 de diciembre.
"No voy a llamarlo (a Alberto Fernandez). No voy a felicitarlo ni voy a su asunción", reiteró el jefe de Estado del país vecino, aunque se comprometió a "no tomar represalias" por sus diferencias políticas con el gobierno que sucederá al de Mauricio Macri.
El presidente de Brasil resaltó que su voluntad es "mantener el comercio bilateral" y dejó abierta la posibilidad de enviar un representante suyo al acto de traspaso de mando entre Macri y Fernández.
Según lo informado por Clarín, el giro en la posición de Bolsonaro se enmarca en las gestiones que llevan adelante empresarios de ambos países para tratar de acercar posiciones entre los equipos de Fernández y los funcionarios del Palácio do Planalto.
Varios ministros de Bolsonaro recibieron pedidos directos de poderosos hombres de negocios para encauzar la relación.
Las respuestas de los ministros tienen el mismo argumento: reconocen la importancia del vínculo comercial, pero remarcan que complica mucho el hecho de que Alberto Fernández esté comprometido con la campaña para liberar de prisión a Lula da Silva.
El cambio de postura de Bolsonaro se da horas más tarde de la comunicación telefónica que Donald Trump y Fernández mantuvieron. El presidente de los Estados Unidos felicitó al ex jefe de Gabinete por su victoria en las elecciones y aseguró haber instruido a su equipo en el Fondo Monetario Internacional para ayudar a la Argentina. "He instruido al FMI para trabajar con usted. No dude en llamarme", señaló.