Las palabras transmiten tranquilidad, aunque un natural cosquilleo recorre su cuerpo, como les pasa a aquellos que se preparan para rendir un examen. El campeonato Sudamericano Sub 20 es la prueba a la que se someterá Marcelo Trobbiani. El desafío por recobrar el prestigio, después del fracaso en Venezuela 2009 y la decepción en Perú 2011, “la meta de imponer un juego ofensivo”, son algunas de las prioridades para el entrenador, cuyo mayor sueño es que alguno de los juveniles integre la lista de Argentina para el Mundial de Brasil en 2014.
Destacado futbolista por sus cualidades técnicas, campeón con Boca y Estudiantes, integrante del plantel campeón del mundo en México ‘86, que desarrolló su trayectoria como entrenador en equipos de Perú y de Chile, y que afirmó, “es muy difícil llegar a obtener cosas sin jugar bien. Cuando era jugador, con Estudiantes jugábamos muy bien y con tres números 10: Ponce, Sabella y yo. Ahora es difícil ver equipos que jueguen con ese estilo, respetando las convicciones, sin desesperarse, tocando la pelota 20 veces para armar el espacio y lastimar”.
-Durante el ciclo Pekerman las selecciones juveniles tenían un estilo, ¿se puede repetir aquella experiencia?
-José tuvo una camada muy buena y formó muy buenos equipos. Por ahí no se repite, como tampoco se repitió Holanda del ‘74, una selección que tendría que haber sido campeona del mundo. Nosotros tenemos muy buenos jugadores. Este equipo me impresiona por la técnica. Voy a estar contento si jugamos bien y si alguno de estos chicos llega al próximo Mundial. Esa sería mi mejor recompensa.
-La idea de juego suya y la que desarrolla Alejandro Sabella en la selección mayor, ¿tienen puntos en común? ¿Cómo es la relación?
-Cada uno tiene su estilo y cada uno tiene su sitio: mi objetivo es la Sub 20 y nada más. Yo puedo tener una clase de jugadores y él otra. Ahora, él está buscando equilibrio. Tiene cuatro magníficos, yo tengo cinco (risas). No se bajó ninguna línea, me dio libertad para trabajar, para armar esquemas. Mi objetivo es que le vaya muy bien, y ojalá que pueda sacar jugadores de mi equipo. Con Sabella, Camino y Gugnali, nos conocemos bien. Tengo fidelidad y lealtad hacia ellos.
-¿Es posible juntar a Lanzini, Centurión, Ruiz, Iturbe y Vietto?
-La materia prima para que puedan jugar juntos la tengo y alinear a los cinco es a lo que apunto. Después, el rival o el desarrollo de un partido te pueden hacer cambiar, pero la idea fue ensayada y la seguiremos probando. Ofensivamente no nos va a jugar nadie, posiblemente Brasil, pero el resto de los equipos nos esperará atrás. Desde que yo juego al fútbol es así, los equipos inferiores tratan de reducir los espacios, jugar de contraataque; nosotros tenemos que estar atentos a eso.
Después, tengo un poder ofensivo muy bueno, con jugadores que hacen daño. Los de adentro y los que están afuera también, como Cantabria, Cavallaro, Allione... Quiero un equipo de toque y de velocidad.
-¿Tiene un equipo o muy buenas individualidades?
-Un muy buen equipo. Los chicos están contentos, saben que hay que hacer un sacrificio cuando perdemos la pelota, pero lo que más me entusiasma es que con esa parte del juego también están encantados. Hay que jugar: si jugamos bien ganaremos la mayoría de los partidos. Lo principal en el fútbol, para mí que jugué en equipos campeones, es que jugábamos bien.
-¿Y se le tiene miedo al fracaso?
-En el juego nunca tuve temores. No pienso en eso. Desde chiquito pensé que jugaría en primera y también que llegaría a la selección. Y se me dio todo. Ahora pienso que el equipo va a jugar bien, que vamos a ganar, que saldremos campeones.
