Marcelo Rivara: “No se obtiene un precio diferencial por tener un producto sustentable”

Con 350 hectáreas hortícolas integradas, Hortícola de Unilever contiene la demanda nacional. Su Jefe de Abastecimiento cree necesario seguir investigando para lograr mejores variedades para la industria.

Marcelo Rivara: “No se obtiene un precio diferencial por tener un producto sustentable”

Marcelo Rivara es jefe de Abastecimiento Hortícola de la planta Mendoza de Unilever. Durante una jornada a puertas abiertas, aseguró que la única forma de trabajar en esta industria es integrada.

Estimó necesario seguir estudiando nuevas técnicas para variedades de hortalizas para el sector de deshidratado. Y remarcó que desde la provincia, con productos propios, prácticamente se abastecen las necesidades de la multinacional en Argentina.

-¿Cómo trabajan con los productores?

-Unilever tiene relación con los productores desde que se inició esta planta, desde hace 50 años. Siempre fue una planta netamente agrícola. Esto quiere decir que el movimiento de la planta tiene que ver directamente con el campo. Acá los tiempos de la naturaleza son los que marcan el ritmo de la planta y eso se tiene que respetar.

Funciona muy diferente a una planta que se stockea a partir de la materia prima, nosotros acá lo que hacemos es respetar los tiempos hortícolas y desde la cosecha hasta que el producto es procesado no pasan más de 12 horas.

Si esto no sucede y nos demoramos más tiempo de lo estimado, la materia prima pierde calidad y no nos permite obtener determinadas características que se necesitan en un caldo o una sopa. Entonces el tiempo de cosecha lo marca el campo, por eso nuestra relación con el productor tiene que ser bien fluida y estrecha para lograr eso que necesitamos.

-¿Cuántos productores y hectáreas abarcan?

-Tenemos 23 productores que abastecen esta fábrica y la cantidad de superficie que abarcan es de 350 hectáreas, repartidas en doce cultivos: espinaca, zanahoria, zapallo, repollo, puerro, cebolla, tomate, albahaca, papa, batata, arvejas y espárragos.

-¿Cómo se manejan con los precios que arreglan con los productores?

-En realidad, no hay diferencia con el mercado. No se obtiene un precio diferencial por tener un producto sustentable. El punto es que Unilever y la fábrica, como tienen esa relación tan estrecha con el campo, entienden que desde el momento que se hace una siembra hasta el momento en que se ha cosechado hay variaciones, que pueden estar relacionadas con el clima unas y otras con el mercado.

-¿Se producen actualizaciones?

-Lo que le da Unilever al productor es un precio base y después un mecanismo de ajuste para que en el momento de la cosecha ese precio no quede desactualizado.  Hay cultivos que son cortos, como el tomate, que requiere 120 días, y hay otros que son de un año, como es el caso del puerro.

Entonces uno  hoy, para que el productor siembre  cierra un precio, pero dentro de un año, en un país como el nuestro, queda totalmente desactualizado.

Entonces el proveedor se vería desprotegido ante esa situación. Por lo tanto, cuando llegamos a un acuerdo para la siembra el proveedor conoce los mecanismos de ajuste, en los que se tiene en cuenta el precio del dólar, el gasoil, el jornal del peón rural. Con esto acompañamos las variaciones del mercado.

-¿Cómo se manejan frente a un evento climático?

-El productor recibe de la empresa un apoyo a nivel productivo. Esto se traduce en semillas, fertilizantes, agroquímicos, es decir, una serie de cosas que le ayudan a producir, es como una financiación que le da la empresa al productor. Si en un momento determinado hay una helada o cae granizo y el productor pierde completamente el cultivo, entonces Unilever lo que hace es condonarle todos esos insumos que le dio.

Es una forma de compartir con la sociedad. Somos socios en un negocio de riesgo, por lo que el productor corre el riesgo, pero nosotros también correremos riesgos en términos económicos. Más allá de que nos quedamos sin el insumo para nuestra fábrica, cuando sucede un evento climático sabemos que el productor hizo las cosas bien pero la naturaleza no lo ayudó.

-¿Cuál es la producción total de la planta?

-Las 350 hectáreas se traducen en 17 mil toneladas de materia prima que se transforman en 3 mil toneladas de productos terminados de Unilever. Es decir, de la fábrica salen los vegetales en escama, granulado o polvo, que son diferentes componentes de los cuales se hacen los caldos y las sopas. Todos los caldos y las sopas tienen vegetales que son producidos en la región.

-¿Abastecen a todo el país desde Mendoza?

-Sí. Lo principal para este tipo de productos es la distancia entre la fábrica y el lugar donde se producen. Uno no puede traer una mercadería y transportarla 1.000 kilómetros, porque la degradaría. Lo que hacemos para abastecernos todo el año es sembrar en zonas cercanas como San Juan y Córdoba. La base productiva de la planta de deshidratado es Mendoza.

Con producción mendocina se abastece el 80% del deshidratado de Unilever.  Con esto se dota la producción de Unilever en Argentina. Siempre digo que cuando tomás una sopa de nuestra marca, lo que estás haciendo es consumir un producto local. Donde un productor lo sembró, una persona lo transportó y otra intervino en la fábrica.

Gestión racional de los recursos naturales

Durante una jornada completa, la planta de deshidratación de vegetales de Knorr ubicada en Guaymallén abrió sus puertas a la comunidad. En este sentido desde Unilever destacaron el trabajo que se hace para lograr cultivos hortícolas sustentables y entre ellos destacaron el trabajo que se realiza en finca Los Almendros.

Desde la empresa remarcaron que cada horticultor que está integrado en la cadena de Unilever debe realizar una gestión racional de los recursos naturales aplicando los criterios del Código de Sustentabilidad de la compañía utilizado en todo el mundo.

Este no sólo contempla una serie de prácticas sustentables que deben ser adoptadas en las fincas sino que, además, describe el compromiso compartido de encontrar maneras de cultivar ingredientes con el mejor sabor, en línea con la ambiciosa meta del Plan de Sustentabilidad Unilever 2020: lograr el abastecimiento sustentable de todos los vegetales, hierbas y especias.

“Organizamos esta visita porque teníamos muchas ganas de compartir con la comunidad de Mendoza la experiencia Knorr. Queríamos que vieran de cerca el verde intenso, fresco de la espinaca y todo el tratamiento artesanal del proceso en la planta de deshidratación de vegetales: cómo se limpian las hojas de la verdura una a una, con qué cuidado se trata a los vegetales; realmente parece una cocina a gran escala”, comentó el ingeniero Rivara, jefe de Compras Agrícolas de Unilever.

Con la sustentabilidad como fuente de inspiración del trabajo diario, en la planta de Guaymallén el 98% del agua utilizada para llevar adelante los procesos de lavado, deshidratado y cocción de los vegetales es devuelto al cauce público, siendo luego utilizado para el riego en las fincas.

“El INTA La Consulta es el que nos abastece de variedades industriales. Tenemos un convenio con el INTA donde las variedades de zapallo, zanahoria y puerro que cultivan nuestros productores son netamente desarrolladas por INTA para el uso de la industria de deshidratado”, finalizó.

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