Marcelo Loffreda: “Están en condiciones de pensar bien alto”

El ex entrenador de Los Pumas brindó una conferencia de prensa organizada por Mastercard y se mostró muy optimista con Los Pumas de cara al Mundial de Inglaterra.

Marcelo Loffreda: “Están en condiciones de pensar bien alto”

Si hay palabra autorizada para hablar de rugby en Argentina, esa es la del ex entrenador de Los Pumas, Marcelo Loffreda. Ayer, invitado por la tarjeta de crédito Mastercard, el ex técnico que ha logrado el mejor puesto en un mundial (tercero en 2007), dialogó en el Mendoza Plaza Shopping con los medios mendocinos, sobre la nueva cita mundial que se aproxima.

-¿Cómo ves a Los Pumas?

-Creo que lo que ha ocurrido en este último tiempo, fines de 2014 hasta hoy, sobre todo más allá de la evolución que ha tenido el juego de Los Pumas, se está terminando de plasmar en resultados y es algo muy importante, un elemento fundamental que tiene que poseer el jugador de rugby, que es el aspecto mental. No tengo ninguna duda que eso le ha dado un gran impulso a los miembros del plantel; llámese jugadores y conductores, tienen un plafón de reserva anímica muy importante y que es clave para el funcionamiento de un equipo.

La confianza y la credibilidad en lo que uno está pregonando y en lo que uno trata de ejecutar es importante. Y cuando se empiezan a dar los resultados la cosa es como que se multiplica y me parece que ha caído en el momento justo para poder afrontar este mundial en Inglaterra.

Ahora queda un mes aproximadamente y es clave para poder poner algunas piezas en su lugar, donde cada parte lo requiera. Si hay algo que se necesitaba y no se podía lograr y que con estos triunfos que se han dado en el último tiempo aparece  la confianza que es clave para el funcionamiento de un equipo.

-¿Creés que con los últimos resultados y desempeños de Argentina en el Championship está obligado este equipo a ser protagonista en el Mundial?

-La palabra “obligado” es bastante intensa, bastante exigente y dura. Creo que los jugadores argentinos, el plantel en general que implica jugadores y conductores, porque ambos forman parte del equipo, está en condiciones de pensar bien alto, bien arriba…  De tratar de llegar a niveles hasta inesperados.

Los jugadores argentinos han demostrado que cuando están bien alineados y en buena sintonía, cuando conforman un equipo y tienen una enorme preparación mental y creo que este puede ser un momento así, podemos llegar tranquilamente a superar la clasificación y más allá.

-Ha crecido Argentina….

-Sin dudas. Si Argentina juega como jugó contra Sudáfrica en Durban, tiene grande chances de llegar muy lejos, pero todo tiene que converger para que eso ocurra. Tiene que converger la conducción, los líderes, el resto de los jugadores y hasta los que no van a ser titulares, que son una parte muy importante en el grupo, por lo tanto se debe dar una sumatoria de elementos que tienen que ir consolidándose en esta última etapa de preparación.

Yo soy optimista y creo que el equipo argentino va a llegar a lograr que esos elementos se vayan alineando para que esto se dé, por supuesto la responsabilidad pasa por los líderes, que no únicamente los conductores, si no también los jugadores.

-De acuerdo a cómo se ha avanzado en la competición con las potencias mundiales ¿cuánto tiempo creés que debe pasar para estar a la altura de esos equipos?

-Es difícil predecirlo, pero creo que la alta competencia que hemos tenido de 2008 en adelante, después del Mundial de 2007, que ha sido muy importante todo este trayecto, todo este recorrido, todo este crecimiento que ha tenido la mentalidad del jugador argentino y creo que es el momento de que se empiece a plasmar en resultados, porque si no, vamos a quedar solamente en los esfuerzos y en las anécdotas y no en lo que significa esto.

Ahora para el Mundial tenemos la confianza que surge de estos triunfos inmediatos que hemos tenido en el último tiempo. Creo que el mediano plazo ya está, han pasado 7 años y que ha llegado el momento de empezar a consolidar el crecimiento que ha tenido el rugby argentino. Y soy optimista de que todos los que están involucrados en este proyecto van a ser capaces de poder hacerlo.

-Por tu experiencia ¿qué creés que le falta a Los Pumas?

-Tal vez un poco de madurez para la toma de decisiones, en el sentido de jugar en función de nuestros recursos disponibles y en función de lo que el rival está preparado para hacer. Si somos un poco más prácticos vamos a lograr también ser un poco más efectivos, y creo que eso nos va a dar el plafón que estamos necesitando para poder ya lograr resultados.

-¿Cómo se explica el triunfo de Argentina ante Sudáfrica en Durban?

-Es un momento en el cual, el equipo argentino llega a un punto de máximo rendimiento en todos los aspectos que comprende un jugador de rugby y un ser humano. Estos son el aspecto físico, el técnico, el táctico pero fundamentalmente el emocional.

Tal vez uno de los ingredientes que no actuaba tan relevantemente era el aspecto emotivo y creo que en esa oportunidad se dio una situación muy especial que fue la presencia de Los Pumas del '65, la convivencia con ellos y que fue mirarnos a nosotros mismos en un espejo del tiempo cuando cantaban el himno.

Esto generó un efecto de emotividad muy grande que para el jugador argentino es muy importante a la hora de ejecutar todo y a partir de allí podemos darnos cuenta que cuando un jugador argentino puede alinear esos cuatro o cinco aspectos está en condiciones de poder ganarle a cualquiera.

-Los argentinos somos exitistas y ese triunfo es el que promueve ese exitismo de acá en adelante…

-Somos tremendamente exitistas. Pero también podemos aprender de los éxitos, como también aprendemos de las derrotas que siempre dejan aprendizajes.

El éxito puede venir sin triunfo y podemos ser tremendamente exitosos, y no ser exitistas, porque el exitista es un transgresor porque no se vale de cumplimientos de normas, o sea no le importa los medios por los cuales debe llegar a la victoria, en cambio el exitoso cumple con el esfuerzo y a veces vendrá como consecuencia el triunfo o la derrota pero lo más importante es mantener una línea de esfuerzo y de proceso analítico eso es lo que genera a una persona exitosa y a un equipo exitoso.

Volviendo a eso aquí convergieron varios elementos, y ese éxito nos podría llegar a enseñar. Humildemente desde mi lugar nos enseña que utilizando nuestros recursos, entendiendo como atacar al segundo del mundo, que tiene puntos vulnerables, y jugando de acuerdo a nuestras capacidades sumando un elemento muy fuerte que es el emotivo, es una fórmula muy poderosa.

-¿Qué tan importante es este tiempo que queda hasta el inicio del Mundial?

-Es tremendamente importante. En estos próximos días, la preparación del equipo tiene que ir ganando en algunas cuestiones que sigan profundizando la confianza, pero no una confianza desmedida porque si no pasás a la soberbia o al relajamiento, entonces todo tiene que ser en su justa medida.

¿Para qué? Para que el equipo crea más en sí mismo, crea más en sus condiciones, en su bienestar y en su disfrute…   Cuando nosotros nos preparamos para el Mundial 2007, pasamos cuatro etapas de preparación, ahora ellos están en la última, y esa etapa no deben pasarse ni quedar cortos, debe ser la dosis justa y creo que ellos lo pueden lograr.

-Estuviste dos mundiales como entrenador; el 2007 que fue exitoso y el 2003 que no lo fue tanto. ¿Qué etapa creés que fue la que cambió de un mundial a otro?

-Se preparó distinto, se cambió la mentalidad. Hubo autocrítica. Tuvimos esa suerte de tener la posibilidad de poder rever qué había pasado en 2003 para que no nos sucediera en 2007. Ahí tuvieron mucho que ver los propios líderes dentro del equipo como los jugadores. Tuvimos un equipo que se sentía más cómodo cuando estaba junto y esto quería decir que el grupo estaba más consolidado y esto fue porque tuvimos más tiempo para estar juntos.

Nosotros en la preparación para el 2003 estábamos más desperdigados, sólo nos veíamos para jugar las dos ventanas internacionales, pero sólo para jugar los partidos. Después en 2004 pudimos ir Europa y plantear concentraciones allá, tuvimos más acercamiento de parte de la conducción con los jugadores y esas fueron cuestiones que se fueron modificando.

Pero también la preparación fue distinta para el 2007, fue la primera vez que fuimos a Pensacola y eso generó un enorme sentido de pertenencia y un enorme vínculo entre los jugadores. El gran cambio de un mundial a otro fue tomar conciencia, el crecimiento de la parte mental y todo desde la confianza, había una gran convicción.

-Según tu experiencia ¿creés que es más fácil conformar un grupo en el rugby que en el fútbol?

-Yo creo que es más fácil conformar un grupo con jugadores de rugby por dos razones muy evidentes. La primera es que los chicos que se acercan al fútbol, muchos de ellos están soñando con ser profesionales, con ayudar a su familia e inclusive, los padres que los llevan también piensan eso y no está mal, ni es prejuicioso, está bien que eso ocurra porque son objetivos planteados, que creo son mucho más vinculados con lo material.

Mientras que en el rugby nadie piensa en lo material, todos piensan en un crecimiento individual como ser humano, como generador de valores como el respeto, como lo que significa ser parte de un equipo…  Ser una de las partes, y no ser una figurita que se lleva todos los aplausos, es al revés.

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