Marcelo Garraffo es un apasionado por el hockey sobre césped y uno de los máximos exponentes que ha dado la historia de nuestro país: ganó cinco veces el Olimpia de Plata y fue el abanderado de Argentina en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92'. Todo lo que cosechó como jugador lo está transmitiendo en su rol de entrenador.
Su entusiasmo se siente en cada palabra que emite, en cada enseñanza que transmite y se imagina en cada anécdota que atesora. Innovador, audaz y motivador, logró dejar su sello en todos los lugares por los que transitó.
En febrero, Garraffo había asumido como entrenador de Las Leonas, el seleccionado femenino de hockey sobre césped, y tras cuatro meses y una gira aceptable por Nueva Zelanda fue destituido de su cargo por el nuevo presidente de la Confederación Argentina de Hockey, Aníbal Fernández.
En su reemplazo fue designado Emanuel Roggero. Garraffo se fue con el dolor lógico por abandonar el seleccionado y mostró toda su desilusión, pero también la satisfacción de haberlo dado todo.
-¿Cómo viviste tu salida?
-Lo viví con la frustración que amerita el caso. Fundamentalmente porque el objetivo que nos fuimos planteando salió mucho mejor de lo esperado y teníamos un futuro por delante espectacular, un futuro soñado. Estaba muy contento por cómo se venían dando las cosas, así que la palabra adecuada para este caso es frustración.
-¿Cómo te enteraste de tu despido?
-Lógicamente que vi las noticias que aparecían en los diarios y lo que se hablaba por los medios. Pero Aníbal (por Fernández), que tenía una relación con mi asistente, lo llamó el jueves por la noche, después de que volvimos del viaje a Nueva Zelanda, y le comunicó que quedábamos desafectados como entrenadores del seleccionado. Al día siguiente fuimos al entrenamiento a decirles a las jugadoras la novedad que teníamos.
Ese mismo viernes, a las cinco de la tarde, me reuní con Aníbal y me informó que no había razones personales por las cuales me estaba despidiendo, no había una objeción al trabajo que veníamos realizando, sólo que era una decisión tomada, que obviamente se debe a un tema político. Lo que lamenté fue no haberle podido mostrar el proyecto que le mostré a las chicas.
-¿Por qué aceptaste el cargo sabiendo que en unos meses iba a haber elecciones y si ganaba Aníbal Fernández existía la posibilidad de que no siguieras?
-La verdad es que no pensé en eso. Siempre estuve muy tranquilo. En primer lugar, la historia del hockey dice que nunca ha habido una elección. Siempre los postulantes, semanas antes, hacen una lista de unidad, se reparten los cargos y nunca hay elecciones. Por otro lado, nunca los puestos de entrenadores fueron cargos políticos.
Además yo no tenía ninguna relación con los dirigentes, ni con los que se fueron ni con los que están, y tampoco me interesé en el tema político del hockey. Igualmente, si hoy estuviera en la misma situación, haría exactamente lo mismo.
-¿Qué opinión te merece que un político sea el presidente de la Confederación?
-Mientras le dedique tiempo, esfuerzo, conducción, y que pueda aprovechar las oportunidades de un político en ese rol, me parece bien. Ahora, si empiezan a cambiar los valores de este deporte, eso ya no me gusta. Puede ser positivo, siempre y cuando se preste atención a los costos.
-¿Qué le pudiste aportar y transmitir al equipo durante tu período como DT?
-Básicamente hemos planteado dos presentaciones: una el 4 de febrero, el día que empezamos con los entrenamientos, y otra durante la gira a Nueva Zelanda. La primera reflejaba contundentemente el estilo de conducción basado en lo que se fundamentan las organizaciones inteligentes, en contraposición a las organizaciones autoritarias.
Se trata de una organización horizontal, donde la opinión y participación de todos los integrantes es considerada y es importante, por supuesto con una conducción, pero donde el diálogo se impone a la discusión.
En la segunda presentación, les mostramos el proyecto en sí, donde figuraban la misión, visión, y cómo íbamos a lograrlas, los objetivos, y el desarrollo de lo que iba a ser la implementación del sistema. Estaba todo plasmado ahí, toda la planificación que nos iba a llevar a cumplir esos objetivos y lograr un equipo que sorprenda al hockey del mundo.
-¿Cuál era la función que querías que ocupara Aymar?
-Lo que nosotros buscábamos era que ella se integrara a un sistema colectivo y que de esa manera potencie su individualidad. Esto, al principio puede ser resistido por una figura como Luciana, sin embargo tuvo la grandeza de ponerse a disposición.
Y pocas veces la vi jugar como en este último tiempo; jugó en un nivel altísimo, no solamente por haber hecho una jugada como las que solamente ella hace, sino por haber hecho cosas que responden a un juego colectivo que termina potenciando su capacidad individual. Fue espectacular lo que hizo, estaba absolutamente compenetrada y enfocada con el proyecto, y fue una gran satisfacción la que tuvimos con ella.
-¿Este sistema que implementás en los enteramientos es algo nuevo o ya lo habías experimentado?
-Esto es algo que vengo desarrollando hace cinco años. Curiosamente, lo hice siete veces ya, con siete grupos diferentes, en siete contextos diferentes, y las siete veces fue un éxito. Lo utilicé en GEBA caballeros hace cinco años; en GEBA damas, todos con resultados extraordinarios; en Chile caballeros y damas, que los dos equipos por primera vez en la historia, al mismo tiempo y en el mismo Panamericano, ganaron la medalla de bronce; en San Martín de Villa María, un equipo de la segunda división de Córdoba, que hizo historia al ascender a la primera categoría y lograr mantenerse.
Uno puede pensar que es una casualidad, y yo pienso que es una causalidad. Sería normal que alguna vez no fuera exitoso, sería parte de la experiencia de crecimiento, sin embargo las siete veces que se implementó este sistema fue tremendamente exitoso.
-¿Cómo crees que va a afectar el cambio de cuerpo técnico al equipo a pocas semanas de jugar la World League
?
-Pienso que las personas que han ingresado ahora son inteligentes y, si yo estaría en su lugar, a tan poco tiempo de una competencia tan importante, trataría de cambiar pocas cosas y aprovechar esta confianza que hemos logrado con las chicas. Si intentan cambiar muchas cosas en poco tiempo, van a perjudicar el rendimiento.
-¿Volverías a trabajar en la Selección?
-Siempre me gusta involucrarme con los seleccionados. Yo jugué en la Selección cuando no teníamos la camiseta argentina, jugábamos con una celeste o blanca. Yo era capitán de ese equipo y como capitán hice una mini revolución para que juguemos con la camiseta argentina. Como hubo un problema con los sponsors, nos dieron la camiseta de Racing.
Lo que quiero decir con esto es que para una persona que ha vivido tanto emocionalmente el crecimiento de los seleccionados argentinos, todo lo que sea de la Selección, a uno lo sensibiliza. Yo no soy dirigente y tampoco me gusta hacer política en mi deporte.
