Birmajer comenzó su carrera textual antes de cumplir los 20, como guionista de la revista Fierro. Cinco años después, en 1992, escribió su primera novela, “Un crimen más alto”, y a partir de entonces sembró y cosechó una serie de éxitos literarios, entre ellos: “El alma al diablo” (1994), “El abogado del marciano” (1996), No tan distinto (2000), “Ser humano y otras desgracias” (1997), “Historias de hombres casados” (1999)” y “Hechizos de amor” (2001), muchos de ellos traducidos al inglés, alemán, holandés, chino, japonés, polaco, portugués, lituano y hebreo.
También se desempeñó como periodista, colaborando en más de cincuenta publicaciones de habla hispana como el diario Clarín, los españoles ABC, El País y El Mundo, la revista Ya y el diario El Mercurio, de Chile.
- En tus comienzos publicaste bajo el seudónimo Berni Danguto. ¿De dónde salió ese nombre?
- Cuando comencé a escribir en Fierro, a los 19 años, publicaba tres colaboraciones distintas: un ensayo serio sobre historietas, un ensayo paródico sobre historietas y un guión de historietas. Como eran demasiadas páginas firmadas con mi nombre- llegaron a ser once páginas por revista-, decidí firmar el ensayo paródico con el seudónimo Berni Danguto, que supuestamente era un judío italiano cuyos parientes habían huído de la inquisición en el siglo VI; para que no hubiera tantas firmas mías repetidas.
Mantuve ese seudónimo en mis colaboraciones humorísticas en Página 12, en el suplemento Sátira 12, del que fui colaborador permanente entre 1987 y 1989. Pero ahí fue por inercia. Finalmente publiqué todos mis cuentos humorísticos en el libro “Ser humano y otras desgracias”, de ediciones De La Flor, con mi nombre y apellido; la mayoría de esos cuentos los había publicado previamente en Página 12 con mi seudónimo Berni Danguto. Dejé de usarlo para siempre.
Marcelo Birmajer fue galardonado con el premio Konex 2004 como uno de los cinco mejores escritores de la década 1994-2004 en el campo de la literatura juvenil.
- ¿Cómo se dio tu formación literaria?
- Mi padre, ya fallecido, era un incansable lector. Mi madre sigue siendo mi lectora de cabecera, tantos de libros ajenos como propios. Es una gran lectora y muy aguda. Ellos me formaron como lector, y en cierta medida como escritor.
- ¿Maestros? ¿Autores influyentes?
- Mis autores más influyentes son y siguen siendo: Isaac Bashevis Singer- el escritor judío ganador de Premio Nóbel 1978; William Somerset Maugham, y Adolfo Bioy Casares. Ellos tres, cada uno en su rubro, moldearon mi literatura. Mi literatura, y yo mismo, no sería igual sin ellos. Los tres tienen la enorme fortuna de no saber que fueron mis maestros.
- ¿Qué historias te marcaron en la infancia-adolescencia?
- Las fábulas de La Fontaine, Samaniego y Esopo. Los mitos griegos narrados para niños de la editorial Sigmar. “Sidartha” y “Demian” de Herman Hesse;” Crónicas Marcianas” de Bradbury, y buena parte de la obra de José Mauro de Vasconcelos. También los relatos de la Torá para niños de editorial Sigal, un libro maravilloso que sigo leyendo.
- Se dice que los escritores no tienen "temas" sino grandes "obsesiones". ¿Cuáles son las tuyas?
- El amor, volver atrás en el tiempo, la muerte.
En 2011, Birmajer recibió nuevamente un Premio Konex, esta vez junto a Daniel Burman, como uno de los cinco mejores guionistas de cine de la década 2001-2010.
La dupla Birmajer-Burman es la responsable del guión cinematográfico de “El abrazo partido” (2001), galardonado con numerosos premios, incluyendo el Oso de Plata en el festival de cine de Berlín en 2004 y el Premio Clarín al mejor guión y mejor película.
- ¿Cómo fue el origen de "El abrazo partido"?
- Daniel Burman había leído mi novela “El alma al diablo”, que es de un adolescente en el barrio de Once. Se le ocurrió la idea del joven judío porteño que trabajaba con su madre en la lencería del Once, abandonado por su padre, que se fue a Israel, y quiere la ciudadanía polaca. Me trajo un monólogo de seis páginas de ese personaje en la galería. A partir de ahí, conversamos y escribí el guión de noventa páginas. Me hizo anotaciones y correcciones y lo volví a escribir. El lo terminó de adaptar en el rodaje. Fue la mejor película que escribí.
Entre diversos proyectos para cine y televisión, Birmajer escribió los capítulos de TV-ZOO, el cortometraje “Un día con Ángela”, el documental “No matarás”. Fue además guionista del programa “Periodismo Para Todos”, dirigido por Jorge Lanata, entre 2012 y 2014.
- ¿Qué experiencias te dejó el guión televisivo y el cinematográfico?
- Sólo buenas. Tanto con Burman como con Lanata, que fueron los dos guiones con más repercusión, sentí el aire fresco de cambiar el tipo de reconocimiento y recorrido de la literatura por el inesperado laberinto de la repercusión audiovisual. “El abrazo partido” en particular fue uno de los guiones que más satisfacciones me ha brindado en muchos aspectos distintos.
- Has comentado que estás desarrollando una idea propia, de animación. ¿De qué se trata?
- Estamos trabajando con Gastón Gorali, el ideólogo y productor de la película “Metegol”, en un proyecto animado a partir de una idea mía, no la puedo contar. Con Gorali, que es un productor extraordinariamente talentoso, ya trabajamos en City Hunters, una serie animada en FOX, para adultos. Es un placer inmenso volver al ruedo con él.
- ¿Cuál era tu específica labor en PPT? ¿Cómo eran los entretelones del programa? ¿Qué significó trabajar con Jorge Lanata?
- Junto a Miguel Gruskoin y Esteban Darando en 2012; y también junto a Diego Scott en 2013 y 2014, escribimos todo el humor del programa: monólogos, imitaciones, comentarios, etcétera. Yo también aporté algunos comentarios políticos. La experiencia fue extraordinaria, muy enriquecedora, y el orgullo de contribuir a un programa que tuvo un rol muy importante en la recuperación de la libertad de expresión en la Argentina, durante el régimen autoritario de Cristina Kirchner.
- ¿Qué lectura política podrías hacer, hoy, del cambio que estamos transitando en el país?
- Estamos saliendo del neo-chavismo kirchnerista y regresando al camino democrático que emprendimos con Alfonsín en 1983.
- Has defendido la idea de que artistas e intelectuales deben ser independientes. En un país polarizado, ¿cómo se ejerce esa independencia? ¿Quién es, hoy, para vos, un referente de la independencia intelectual en Argentina?
- La independencia se ejerce buscando siempre la libertad y lo mejor para el país, sin atarse a ningún dogma. No diciendo ni aprobando nada con lo que uno no está de acuerdo. Creo que algunos referentes de independencia son el propio Lanata y Marcos Aguinis.
Tras el atentado
El hermano de Marcelo, Reuben Birmajer, rabino ortodoxo, fue asesinado el pasado diciembre con un arma blanca en la Puerta de Jaffa, en la Ciudad Vieja de Jerusalén. El ataque fue perpetrado por dos palestinos, oriundos del campo de refugiados de Qalandiya. Los asesinos fueron abatidos por dos mujeres policías de la Guardia de Fronteras. Otro ciudadano israelí murió tras ser alcanzado por una de las balas perdidas con que la policía respondió a la agresión de los dos terroristas.
El ataque se produjo en la víspera de que el patriarca latino de Jerusalén, Fuad Twal, iniciara su tradicional recorrido desde el barrio cristiano de la Ciudad Vieja a la vecina Belén, que marca el comienzo de la festividad navideña en Tierra Santa.
A días de la fatal noticia, el escritor homenajeó a su familiar. “Ay, hermoso hermano, no eras el hermano del famoso escritor, no es así, yo era el hermano del rabino, siempre lo dije así, Marcelo era el hermano del rabino Reuvén”, comenzó la oda de Birmajer. Y continúó: “¿Y por qué nos odian?
Nos odian porque amamos el conocimiento, nos odian porque queremos libertad para todo el mundo(...) La masacre de Hebron fue mucho antes que existiera el Estado de Israel, antes de que hubiera un pie en Gaza y Cisjordania masacraron a judíos con cuchillos, igual que ahora. No cambió nada, ni va a cambiar hasta que no destruyamos al nazismo contemporáneo que es el fundamentalismo islámico; hasta que los hombres libres de la tierra no se unan y decidan derrotar al fundamentalismo islámico, nos van a seguir acuchillando por las calles”.
- En cuanto al doloroso tema del asesinato de tu hermano... sabemos que no hay palabras para eso, pero sólo una pregunta: ¿Cuál sería la mejor solución para el conflicto entre palestinos e israelíes?
- Repetiré lo que escribí en ese momento. Los dos terroristas palestinos estuvieron dispuestos a entregar sus vidas con tal de matar a un judío desarmado, a traición. Igual que los nazis, que cuando los rusos avanzaban sobre Alemania, al final de la guerra, arrasando con todo, preferían seguir matando judíos antes que huir. Independientemente de estos asesinos islamofascistas palestinos, que no tienen relación con ningún conflicto territorial, sigo creyendo que la mejor solución para el conflicto de los palestinos con los israelíes es que el liderazgo y la población palestina acepten la existencia del Estado judío, y por primera vez acepten y construyan en paz un Estado palestino. Que los líderes palestinos neutralicen a los asesinos palestinos en lugar de alentarlos. De eso depende la paz.